Capítulo 16: Recuerdos

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Es increíble cómo las personas se pueden a acostumbrar a cualquier cosa; cualquier cosa. Ushko durante los años que habían estado juntos había soportado todo tipo de cosas provenientes de ese enfermo, había callado, había dado y recibido mucho, no solo dió su corazón, sino su tiempo, cuerpo, mente y hasta su alma la había rendido a ese loco, con la esperanza de que algún día su pobre corazón y sus sentimientos sinceros y puros pudieran ser correspondidos de la forma en que ella lo necesita.

Se sometió a todos sus experimentos, a todas sus exigencias, a su voluntad, rara vez tuvo siquiera la idea o la fuerza de voluntad para quejarse, para oponerse, y nunca, jamás, le llevó la contraria. Se esforzaba arduamente a diario para cumplir los caprichos de aquel que se hacía llamar su dueño, y al final del día, ¿Cuál era la retribución que ella recibía a cambio? Unas palmaditas en la cabeza y unos labios sonrientes que le decían "buenas noches, Ushko". Esto cuando estaba de humor, y no usaba solo la de levantarse e irse a acostar como si no hubiera nadie más ahí, un trato frío y distante que le llenaba el corazón de un sentimiento de soledad y aislamiento.

Pero es que Ushko es muy callada, y por eso a veces masacrik se olvida de que hay alguien más ahí, y qué bueno, porque a veces a masacrik le gusta estar solo y en silencio. Por cierto, ¿A dónde está ella ahora? Ahora que lo recuerda, ha estado muy callada últimamente; ¿La vió hoy en el desayuno? Espera, ¡No lo hizo! ¿Dónde se habrá metido entonces?

... Ah sí, ya recuerda: la encerró en un armario hace dos días. Un castigo por su torpeza, algo justo y necesario; tiene suerte de haberlo agarrado de buen humor y que él en su comprensiva benevolencia no le hubiera hecho algo peor.

Fue hasta el armario en cuestión y lo abrió para sacarla de ahí. Ella cayó al suelo en el momento en que la puerta se movió; cayó a sus pies. Tenía los ojos rojos e hinchados y con unas ojeras tan exageradas que parecían maquillaje dark; o más bien, parecían bolsas que alguien había llenado comprando este maquillaje. También tenía la garganta muy seca, un dolor de espalda y de extremidades terribles y ni qué decir del de barriga: estaba empezando a considerar comerse a sí misma si él no la sacaba pronto, ¿Y si se había olvidado de ella y de que estaba ahí? O, tal vez solo se había aburrido ya de ella y simplemente decidió dejarla ahí, como un juguete que un niño guarda por última vez y luego decide que ya no volverá a usar porque no jugará más con juguetes.

Por suerte esto no había sido así, y él había vuelto por ella. En este momento ella estaba hecha un desastre: su cabello estaba todo enredado y desordenado, tenía un rastro de baba seca saliendo de su boca y tal vez se había hecho pipí encima. Por suerte fue solo pipí. Luego del golpe de la caída se apoyó de sus débiles y cansados brazos para tratar de levantarse mientras lo veía con una mirada vidriosa, pero ya no podía llorar más, ya se había quedado seca; aún así, eso no le impidió a su cuerpo intentarlo.

El se inclinó hacia ella para cargarla, haciendo que ella enredara sus piernas en su tronco cargándola como a una niña para luego llevársela y encargarse de ella. Por eso era tan bueno que ella fuera así de pequeña y liviana: podía hacer cosas como estas fácilmente. Ella, en cuanto vió que él se acercaba, abrió sus brazos hacia él, se aferró a su cuello y hundió su cara en su pecho mientras él comenzaba a caminar, aliviada de que esto ya hubiera terminado; estaba exhausta en todos los sentidos.

Cosas como esta y más fueron las que la pequeña criatura soportó durante todo el tiempo que había estado con él, callándose y tragándose todas sus humillaciones y sus maltratos, solo por amor, o por algo muy parecido; ¿Es "amor" la palabra adecuada para usar en este caso? Pues, es la única palabra que él le enseñó. ¿Será que esto sería así para siempre? ¿Todo el resto de su vida sería así junto a él? Masacrik contaba con que sí; para él, todos los conceptos relacionados a las relaciones interpersonales y en general lo que la mayoría percibimos como sentido común, están muy distorsionados y corrompidos, así que para él esto no tiene nada de malo, más bien, es perfecto.

La vida en psiconía (Pausada temporalmente)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora