10. Compras.

210 22 21
                                    














Eso había ido bien.

Es decir.. tampoco tenía muchas esperanzas de que lograran hablar bien las cosas, pero.. pensaba que mientras llegaran a un entendimiento, eso sería más que suficiente.

Aún vería ciertos detalles de su relación con Lupa, pero, de momento tomarían las cosas con calma, así que.. estarían en contacto y tal vez acordarían una salida más adelante, por ahora.. seguiría haciendo algunas cosas por su cuenta, cómo ir de compras o.. sólo trabajar. Eso es algo que no puede dejar de hacer aunque quiera, era una responsabilidad de la que nunca se iba a deshacer, o bueno.. quizás el día que se retire, pero aún faltaba mucho para que ese día llegara, así que.. a ser responsable, esto también diciéndoselo a los que lo observaban.

Ha preferido ignorarlos por un rato, piensa que ellos tendrán mejores cosas qué hacer qué observar cómo de incómoda llega a ser su vida en ciertas ocasiones, ya sea con algo relacionado con sus hijas, o con una mujer.

Esos dos temas.. es mejor que nunca se lleven de la mano, definitivamente.

Supermercado










Cómo es costumbre, había venido de compras para conseguir lo que hiciera falta en su casa, lo que normalmente es una actividad bastante tranquila, hoy no lo estaba siendo debido a que estaba con su hija Leia, que.. no es que ella le molestara, pero ciertamente el ambiente no era tranquilo. Ella había ido a su casa Justo cuando se encontraba para salir al supermercado, por lo que decidió llevarla con el, teniéndola por supuesto en ese espacio que estaba en los carritos de supermercado, no sabiendo si era para ese propósito, pero igual lo hacía, escuchando algo que le decía su hija.

Aparentemente había salido de casa de Lola debido a que quería que participara en uno de sos concursos de belleza, cómo a los que la misma Lola solía ir cuando tenía su edad, y pues.. a Leia realmente no le importan esas cosas.

O eso le decía ella.

- Tú sabes que me gusta verme bonita papi, pero esos concursos no me llaman mucho la atención, siento que tienen una sensación muy rara.. es difícil de explicar, ¡pero siguen sin gustarme!—Decía haciendo una mueca— gracias por traerme contigo papi.—Decía con una sonrisa, para después disfrutar de este rato que estaba pasando junto a su padre, a diferencia de sus hermanas que vienen a verlo siempre que quieren, ella tiene que ser un poco más cautelosa.

Esto porque si bien su madre no le prohíbe venir, es muy seria con los compromisos y cosas de ese estilo.

- No es nada princesa, creo que venir a comprar es más divertido ahora que te tengo conmigo, aunque no deberías irte de casa de tú madre sin avisar, aún que sepas el camino hasta mi casa es peligroso que vengas sola.—Decía mientras echaba una caja del cereal al carrito, de verdad le sorprende que su hija pueda venir a su casa sin ayuda de nadie, pero tampoco debía alentarla mucho, por eso diciéndole que cómo mínimo alguien viniera a dejarla.

- Mmmm, no sé papi.. no parece que mi mamá quiera venir a dejarme a tu casa.. siempre quiere que esté haciendo algo, aún cuando he dicho que no me llama la atención algunas de las cosas que me pone a hacer, y, bueno, no me gustaría molestar a la abuela Rita.—Decía mientras hacía un gesto para reflejar su pobre situación, aunque.. bueno, pese a ese detalle, las veces que se salía de su casa para venir con su padre, aún si eran escasas, agradecía que él estuviera dispuesto a pasar tiempo con ella.

- Eres muy considerada cariño, bueno, entiendo eso, quizás.. podrá ir por ti cuando quieras venir a mi casa, de esa forma no tendrías que depender de tener que escapar de tú madre apenas ves la oportunidad perfecta, eso si, procura hacer tú tarea antes de todo—Después de decir eso último es que veía como su hija hacía un leve puchero, diciéndole que mientras fuera una buena niña, él la recompensaría llevándola a donde quisiera y tal vez comprarle algo, pero eso ya lo verían.

Un Lugar Especial.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora