Un Lugar Especial.

27. Castillo.

Debía hacerlo.

Es decir.. hace unos días 5 de sus hijas se habían reunido en su casa, lo cual ya ha comentado que le gusta que pase debido a que le toca ver a sus hijas socializando, cada una tendrá sus diferencias, pero lo importante es llevarse bien.

La única que no pudo ir fue su hija menor, Leia, la verdad es que.. no quiere que se entere del día qué pasó con sus hermanas sin ella estando ahí, más que nada porque no quiere verla triste, sabe lo mucho que se esfuerza para venir a su casa(algo de lo que no es fan), y por eso mismo quiere compensárselo. Es una niña muy dulce y tierna, además de inteligente, por lo que lo último que quería es que estuviera triste porque no pudo estar ese día con él, por lo que.. un poco obvio ya que ya lo había dado a entender pero, quiere pasar un día con ella, por lo que irá personalmente a recogerla.

Y de ahí le preguntará qué es lo que quiere hacer, así para que ella pueda divertirse por completo, una de sus metas para el resto de su vida era asegurar la felicidad de sus hijas, así que no importaba el qué, se divertirían.

Sabe qué así será.

Casa de Lincoln

Al entrar a la casa se veía cómo estaba cargando a su pequeña y rubia hija en sus hombros, diciéndole a la bella y dulce princesa que por fin habían llegado a su castillo por lo que tendría que bajarla suavemente debido a que es de la realeza, diciendo todo esto con una sonrisa, ya que.. ver a su hija contenta al jugar así era de lo más importante ahora. Se sentaba junto a ella en el sofá, empezando a hacerle varias cosquillas tanto en los costados cómo en el estómago, escuchando a su hija reír por lo que continuó unos segundos más hasta detenerse, para después preguntarle cómo le había ido últimamente, acariciando su mejilla mientras le preguntaba esto.

Leia sin dejar de sonreír le decía que le había ido muy bien, al menos así es en la escuela privada a la que asiste gracias a su madre, al principio no le agradaba del todo, pero terminó por llevarse bien y tener amigas ahí, por lo que al final ya no se le hizo un lugar tan malo.

- Me alegro de que te esté yendo bien en la escuela cariño, cuando yo tenía tu edad, no me gustaba ir a la escuela.. la verdad pensaba que era muy aburrida—Esto lo decía haciendo una mueca un poco graciosa— pero, me pasó lo mismo que a ti, conocí buenas personas que hicieron que ir a la escuela fuera más agradable—Desde Stella,Clyde,Zach, y Liam, hasta más adelante en su futuro conoció a personas que se volverían sus amigos, en cuanto a socializar en la escuela se trata, pues no le fue nada mal, si acaso solo le llegaba a molestar una que otra tarea, y los maestros por supuesto, nada fuera de lo común a su edad.

Obviando el tema de los Bullys.. algo le dice que su hija no necesita escuchar sobre eso.. y menos de lo que hizo una vez salió de la preparatoria, en eso se iba a esperar unos años.

- Aunque ya no quiero hablar de eso papi, aún con esas cosas la escuela sigue siendo muy aburrida—Decía haciendo una mala cara— me sorprendí mucho cuando vi que fuiste a casa de mamá, ya que no esperaba verte en este día, según me dijo ella estarías ocupado en tu trabajo, así que por eso no quise molestarte—Decía mientras estaba sentada junto a su papi, sosteniendo su mano que era más grande que las de ella, preguntándole cómo había hecho para desocuparse tan rápido, ya que por cómo lo hizo sonar su madre, no llegaría pronto a casa, estando muy curiosa de saber la respuesta.

- Mmmm.. tuve que cobrarle algunos favores a unos compañeros de trabajo, lo malo es que ahora no me deben nada..—Le sonreía a su hija— pero conociéndolos, no tardará mucho para que me pidan favores otra vez, es por eso mismo que puedo cobrar más de un favor cuando quiera—Además.. algunos cosas que hacían sus compañeros de trabajo, si tenía que ser completamente honesto, haría que los despidieran, obviamente no los solapaba o algo por el estilo, es más, él era el primero en decirles que sus acciones podrían costarle sus trabajos, esperaba que lo escucharan.