Un Lugar Especial.

22. Princesa.. y dragones.

Esto no era raro.

Quiere decir.. al menos él lo ve así, sus hermanas se comunicaban no.. seguido pero era con cierta constancia, siendo obvio que se comunica más con las que tuvo hijas, en esta ocasión refiriéndose a sus otras hermanas.

Lynn.. era una hermana muy curiosa, pese a que desde niños se intuía que se convertiría en alguien muy famosa respecto a los deportes, aún le resultaba increíble, todavía recordando de las veces donde lo obligaba a practicar con ella.. en esas instancias no podía hacer mucho. Pero cuando encontraba una buena excusa para zafarse, vaya que la aprovechaba muy bien, sabiendo que.. la mala suerte era una excusa peligrosa, ya lo vivió en carne propia, no duró mucho, aunque algo en su interior siempre le dijo que esa situación fácilmente pudo haber empeorado si no aclaraba las cosas.

En fin, ya eran adultos así que su relación con Lynn solo se había fortalecido, no diría que se llevaba mejor con ella que con sus otras hermanas, pero cree qué hay algunas cosas que solo puede hablar con ella, y.. lo mismo aplicaba para el resto de sus hermanas.

Quizás siendo un poco deshonesto, pero por la vida que tenía cuando era niño.. era mejor así.

Parque de RW

Lo habían tomado por sorpresa, ya ha comentado antes cómo sucede que 2 de sus hijas lo visitan a la vez, pero esta era la primera vez donde incluso una de sus hermanas también lo visitaba, tratándose de.. Lynn jr, no mentiría, con ella siempre era un tema. Debido a que.. bueno, cuando era joven solía confiar bastante en ella, por lo que se podrá adivinar qué no le fue muy bien cuando se involucró con Lori.. y no le contó al respecto, por un tiempo la relación de ambos se vió afectada, pero poco a poco fueron recuperándose hasta llegar a una normalidad.

Una en la cual.. pueden hablar sin problemas y relacionarse con sus hijas(en caso de Lynn, sobrinas) sin que ciertos temas surjan de la nada, se ha disculpado por no contarle lo qué pasaba con Lori, pero conociendo cómo de dependientes solían ser de él, sabe que una parte de ella no lo ha perdonado por completo.

Cambiando de tema, pues.. en esta ocasión lo había visitado Laika y Leia, un combo que es muy raro de ver, por supuesto, no siendo algo que le molestara.

- ¿Qué te había dicho al respecto Leia?—Veía a su hija hacerle ojitos de cachorro— nunca será una molestia que vengas a visitarme, estoy muy encantado de tener a mi princesa conmigo, pero tienes qué avisarle a tú madre que vendrás, no puedes venir por tu cuenta, es peligroso—Decía esto mientras estaba sentado en una de las bancas del parque, teniendo a su hija sentada en su regazo mientras le decía esto, la quiere mucho, y le asombra lo inteligente y capaz que es para venir sola, pero.. cómo padre, es inevitable de que no la regañe un poco por el hecho de que venía sin avisar.

- Lo siento papi..—Miraba hacia abajo mientras jugaba con su cabello— es que te quiero mucho.. y mamá a veces es un muy molesta y no quiere traerme a pasar el rato contigo porque quiere que haga otra cosa, pero ya le he dicho que no me importan esos concursos de belleza, a mi solo me importa verme bonita—Abrazando a su padre mientras decía esto, le agradan otras actividades que hacen su mamá y ella, pero.. los concursos de belleza eran algo que no le gustaba, le gustaba verse linda, pero no para eventos cómo esos, ni para la gente qué hay ahí, más cuando la opinión más importante era la de su papi.

- Mmmm—Suspiraba tranquilo— te entiendo hija, pero también entiendo a tu madre, cuando ella tenía tu edad los concursos de belleza lo eran todo para ella, y hasta cierta parte de su vida lo fueron, creo que quiere compartir ese gusto contigo, pero no está bien que lo fuerce, debe.. preguntar si te gusta o no—Dándole un beso en la frente a su hija, ella es una niña muy buena, a veces llega a ser un poco berrinchuda, pero.. sabe que eso es porque aún es pequeña, confía en qué se convertirá en toda una señorita cuando crezca.