Un Lugar Especial.

28. Asombroso.

Le agrada.

Y la verdad es que.. si de mujeres se trata.. puede decir que se lleva bien con varias, en cuanto a personalidad se refiere, nunca ha habido alguna que le parezca molesta o algo por el estilo, o bueno.. si ese fue el caso quizás fue cuando era un adolescente o un niño.

No hace falta decir el tipo de familia y hermanas qué él tiene.. y no, tampoco necesita recordar aquello, lo que intentaba decir o al menos dar a entender es que.. puede llevarse bien con mujeres con personalidades totalmente opuestas o no muy agradables para cierto tipo de personas. En estos tiempos ha conocido mujeres qué le hacen pensar.. ¿Donde estaban cuando era más joven?, quizá de haber conocido a una de ellas en ese entonces.. no, si bien le agrada el pensamiento o la idea de haber conocido a una de ellas antes, debía agradecer que al menos las estaba conociendo ahora, ya que.. no hace falta que mencione cómo solía ser antes.

Es.. bueno que ellas estén conociendo a su versión actual, o bueno.. solo dos de ellas, ya que no olvidaba el hecho de la relación que tuvo con Lupa, y fue muy honesto con ella, esperaba poder ser igual con sus otras 2 amigas, quienes.. le agradan bastante.

Le es fácil hacer amigos, lo que.. a su edad no sabe si considerarlo algo bueno o malo.

Casa de Lincoln

Estaba un poco nervioso, cuando su contraria le comentó qué vendría.. aceptó, esto porque pensaba que su casa solo sería un punto de partida para después ir a otro sitio para pasar el rato.. pero no se esperaba que ella quisiera venir directamente y que.. bueno, se quedarán aquí, el día parecía tranquilo, y era entre semana. No quería prohibirle a sus hijas venir hoy, aunque.. eso ya lo dejaría a la suerte, si acaso la castaña cambiaba de opinión para ir a otro sitio, aceptaría sin dudar, ya que.. quiere mucho a sus hijas.. a todas las quiere y aprecia por igual, pero.. tampoco le gustaría incomodarlas de ninguna manera, de verdad.

Escuchó cómo alguien tocaba la puerta.. pero lo hacía de una forma un poco.. melódica, a acercarse es que escuchaba su voz, era indistinguible debido a la "personalidad" qué se escuchaba en su hablar, admitiendo que llegaba a formarle una sonrisa en el rostro cada que la escuchaba, sip, le agrada.

- Este.. voy enseguida—Dijo mientras se ponía de pie para ir directamente hacia la puerta, abriéndola— la verdad es que me sorprendí un poco de que quisieras pasar el rato aquí en mi casa, lo digo ya que pensé que te gustaría más lo de salir que simplemente quedarnos aquí..—Saludando a su contraria, la cual le devolvía el saludo al chocar los 5, escuchando cómo le decía que al principio si pensó en hacer algo afuera, pero le dieron ganas de conocer cómo era su casa, algo.. que le parecía un tanto extraño pero no comentaría mucho al respecto.

- Tranquilo grandulón, no tengo en mente que hagamos ese tipo de "cosas", la verdad sólo quería platicar contigo y tal vez pedir algo de comer para acompañar la tarde, aunque por supuesto eso depende completamente de ti, me gustaría algo de pollo.. pero unas hamburguesas.. —Se relamía los labios— no estarían mal.. ¿O tú qué opinas?—Dijo con una sonrisa un poco atrevida mientras se asentaba en la casa del albino para sentarse en el sofá, viendo los alrededores de su casa, era una muy bonita, ya entendiendo mejor el hecho de que tuviera hijas, teniendo sentido, era demasiado amable cómo para no tener alguna hija.

Podrá verse tranquilo, pero intuye que tiene un lado.. peculiar, o algo parecido.

- Parece que te gustan mucho las hamburguesas eh.. aunque no te puedo culpar, hay un buen local que las prepara uff.. perfectas, lo que no me sorprende, llevan una buena racha de años teniendo una reputación impecable, o al menos así es para los clientes—Comentándole que había un rumor de que el dueño del local se veía con chicas más jóvenes para engañar a su esposa, desde luego, que esto no se había comprobado ya que solo era uno de muchos rumores que circulaban el local, habiendo algunos.. peores, otros mejores.