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Él  la soltó en el momento que ella le escupió la cara, las personas alrededor susurraban en voz alta unos con otros por lo que estaba sucediendo.  Un par de enfermeros se acercaron primero y más atrás un  policía, Tom estiró la mano haciendo una seña para que se detuvieran, pasó la mano por donde le había caído la saliva, después se quedó mirando a la chica con intensidad pero manteniendo la calma.
- Katherine escucha con atención – pronunció sereno y lo bastante alto para que las personas que cuchicheaban se callaran y todos los que estaban en la sala pudieran oír mientras se limpiaba la mano ensalivada de la camisa y la sujetaba de los hombros – te conozco desde hace mucho, entiendo tu dolor, es el mismo que siento yo, tu hermana era querida e importante para todos, necesito en entres en razón de una vez por toda, debes entiende que mi hermano fue el causante de ese accidente, mi único delito fue no detener esto cuando pude, por eso el murió con ella ese día.
- No es cierto — gritaba histéricamente  — nada de lo que dice es cierto, tú la mataste  — Él le hizo seña a los enfermeros para que se acercaran, ambos la sujetaron de cada lado mientras una enfermera le aplicaba un sedante.
Luego de unos minutos cuando la inyección estaba haciendo efecto la montaron en una camilla y se llevaron, el policía que estaba en la sala quien también se había acercado al disturbio se aproximó a Tomas para interrogarle. Dayla que no había reaccionado hasta el momento al ver que el hombre se acercaba a él se paró a su lado.
- Joven ¿Le importaría responder algunas preguntas? – preguntó aclarándose la garganta
- Claro oficial – respondió mirando a la morena – ¿en qué puedo ayudarle?
- La joven anunció a voces algunos agravios en su contra, Comprenderá que es mi deber seguir la pista de lo dicho, me podría decir ¿de dónde la conoce?
- Entiendo oficial, está en todo su deber; Verá, la joven por un tiempo estuvo ligada mi familia, la hermana de ella salió mi hermano hace un buen tiempo, él era una causa perdida señor. Yo siempre traté de cuidarlo y  hacer todo lo que podía por él, pero sin importar mi esfuerzo siempre fue inestable, se metía en problemas a menudo. Un día se llevó a la hermana de la chica, no sabemos que sucedió pero las autoridades encontraron el auto donde ellos habían salido en un estacionamiento abandonado con múltiples disparos y el cuerpo de ella en el pavimento sin vida, el sargento Augusto Monterroso llevó a cabo la investigación, desde ese día Kat quedó desequilibrada era muy unida a su hermana, era su única familia, de echo es paciente psiquiátrica de este hospital puede pedir los registros.
- ¿Hace cuánto fue eso?
- Un aproximado de dos años señor.
- Si paso hace tanto ¿por qué ella lo está gritando ahora?
- Está en shock ¿No la ha visto? – Su voz denotaba fastidio – hemos traído a su prometido herido, una incisión en el abdomen, esto fue mucho para ella.
- ¿Quién lo acuchillo? — preguntó el hombre rígido.
- No lo sé.
- ¿Usted trajo al herido hasta aquí? — El hombre escribía rápidamente en  su BDI a medida que Tom le respondía las preguntas sin levantar la cara para mirarle — ¿Dónde estaba usted en el momento del suceso?
- Estaba desayunando con mi novia en del café donde él trabaja — respondió señalando a Dayla, ella miró al oficial, las personas a su alrededor y luego a Tomas que estaba erguido frente al policía quien había ahora había levantado la mirada de la libreta y miraba a la miraba a ella — si me disculpa señor – continuo diciendo Tom – tengo a un amigo en cirugía, a la chica que es como mi hermana se la llevaron sedada, fue un desastre de cita con mi novia; necesito es un momento de paz, estaré gustoso en responderle las preguntas en otro momento.
El hombre fue a hablar pero este lo interrumpió — entiendo que esto es su trabajo, es su deber investigar para salvaguardar la seguridad de todos los habitantes, si quiere realizar una investigación o avisarle a sus superiores; los echos sucedieron en la cafetería clemátides en el Centro Comercial Henequén; En cuanto sepa que mis amigos están bien yo mismo iré a dar mis declaraciones.
El policía lo miró después  a ella que seguía a su lado sin decir una palabra asintió y se retiró. Él tomó asiento en una de las sillas de la sala soltando un suspiro de cansancio mientras tenía la mirada fija en el piso, ella se sentó a su lado, mirándole.
- ¿Tom? — dijo en voz baja.
- Lamento todo esto Leila, había planeado una cita perfecta, para así poder decirte al fin que me gustas y quiero salir contigo.
Ella lo miró sin tener palabras que responder, no sentía ninguna emoción, estaba tratando de encajar todas las escenas de lo que había pasado en la aquella hora.
- Eh, bueno yo… — él la estaba mirando a los ojos, ella tuvo que desviar la mirada mientras que pensaba que decir.
- En este momento no es necesario que me respondas nada, con todo lo sucedido es para menos, vamos, te llevaré a casa –  se puso de pie tendiéndole la mano para que se la tomara y salieron juntos al estacionamiento
-  Prometo que la próxima vez que te lleve a desayunar será mejor — dijo mientras le abría la puerta del auto del copiloto.
- Puede que hasta desayunemos – bromeó ella.
Él sonrió y la miró fijamente. Estaba a poca distancia de ella, mirándola a los ojos, pasó el dedo pulgar por su barbilla, ella se mordió la el labio, sintiendo como se le agitaba la respiración.
- Diablos, como me gustaría besarte.
Lo miró a los ojos y luego sus labios, no logró articular ninguna respuesta cuando él la tomó por la cintura firmemente la pegó de su pecho y unió sus labios con los de ella.

JURAMENTO una venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora