capitulo 30

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Mientras iban de regreso Dayla no podía ocultar su alegría, el corazón lelatía tan fuerte que sentía que le iba a abrir un hueco en el pecho. Viajaban atoda velocidad pasando cada auto que se aproximaba a ellos.- Leila... – dijo después de unos minutos de silencio.Ella giró la cabeza mirándole atentamente, él tenía la vista fija en lacarretera, sus manos apretaban fuerte el volante.- Quiero comenzar bien está relación, aunque aún no me has dado unarespuesta concreta aceptando nuestra relación, sé que te debo muchasexplicaciones – ella paso de estar que explotaba de alegría a sentirse nerviosa -mi vida no es fácil – continuó diciendo él – tengo muchos secretos; aunquesiempre parezco estar en calma y feliz no es así, por eso quiero contarte partede mi vida, estoy completamente enamorado de ti y quiero que estés al tantode todo lo que sucede, sé que si tú tendrías un secreto me lo contrarias.Ni lo pienses, está jugando contigo — requelló la voz en su cabeza alinstante.- Claro que te lo diría — respondió ella poniéndose tensa al tratar deignorar lo que le decía su conciencia.Él soltó una mano del volante para sostener la de ella.- Verás yo tengo un hermano, bueno, a decir verdad medio hermano, mimadre murió cuando yo tenía dos años, poco después mi padre se volvió acasar, una excelente mujer, nunca podría quejarme de ella, me quiso como aun hijo y yo la amaba como a una madre. Bueno, poco después de casarseellos tuvieron un hijo, William, un chico brillante, tenemos casi tres años dediferencia en edad – sonrió amargamente – mis recuerdos con él de lainfancia eran geniales, teníamos una gran casa con parque, piscina y unenorme jardín, disfrutábamos muchísimo con nuestra madre.Hizo una pausa dando un gran suspiro, Dayla lo miraba con atencióncasi sin respirar.- No es vergüenza para mí decir que al contrario de mi hermano no soytan admirable. Al entrar al colegio se me dificultó mucho aprender laslecciones, los profesores dijeron a mis padres que padecía de déficit deatención. Mis padres se esforzaba mucho para que aprendiese; mi madreduplicaba el tiempo estando conmigo para que pudiera comprender las clases,por lo que dedicaba menos tiempos a William, eso enfurecía a William, noporque lo necesitase, después de todo con sus capacidades aprendía muyrápido, me estoy desviando del tema, él decía que le estaba robando a sumadre, mi padre lo había consentido en exceso y que ella me dedicara tiempoa mi antes que a él, le era insoportable. Allí comenzó nuestro distanciamiento,empezó a odiarme y desde ese momento me hizo la vida imposible, con eltiempo se volvió agresivo, por mi parte nunca me atreví a hacerle daño, noestá en mi ser ese tipo de persona.Estacionó el auto a la orilla de la carretera, quedó un momento ensilencio y luego volteo a verla.– Cuando él cumplió doce años, nuestros padres decidieron que comoregalo de cumpleaños iríamos a acampar, ya que a él le gustaba estar al aire.Fuimos a oriente, acamparíamos cerca de un río, a él le molestaba que yoestuviera allí, yo lo sabía, por eso traté de mantenerme al margen de ellos lomás que pude, después de todo era su cumpleaños y quería que la pasaste bien,la tarde después de llegar fui a recorrer el lugar me monté en un árbol, lasramas daban hacia el borde de éste, pase un rato sentado allí, mirando fuerteslas corrientes, los peces, los pájaros que cantaban; escuché un ruido, voltee yallí estaba él, dijo que en nuestra familia no había cabida para mí, que mefuera a dónde estaba mi madre, me empujó de la rama, al caer me golpee lacabeza con una roca, la corriente me arrastró. Mi padre que le había seguido levio empujarme y salto al río por mí, estuve dos semanas en el hospital,inconsciente, cuando desperté lo habían enviado a un internado correctivo.Volvió a quedar en silencio mirando la mano de ella que tenía sostenida.- Es una situación terrible, luego de enviarlo a un internado supongoque su odio hacia ti se incrementó ¿verdad?- No puedes imaginar cuánto – respondió ronco.- ¿No le dijiste a tus padres de lo que él te hacia?- No siempre, William me amenazaba, aunque, era menor no te puedesimaginar cuan amedrentador puede llegar a ser, luego de lo sucedido meapoyaron, sin embargo, cuando el acabó el internado volvió a casa, mi padreesperaba que su estancia allí lo hubiera enderezado, pero no fue así, se volviómás errático y agresivo, más calculador. En los cuatro años que paso fuera mipadre y yo habíamos adquirido propiedades, abierto negocios, mi madre habíafundado una ONG que ayudaba a niños pobres y huérfanos, personas de bajosrecursos, nos estaba yendo bien, al él regresar y ver todo lo que habíamoslogrado sin él, su vehemencia se fue casi a los extremos, ya no ocultábamosnuestras discusiones, no me arredraría por él, muchas veces llegamos agolpearnos y aunque el aún era mejor de edad, mi padre lo enlistó en elejército, conocía a personas allí, vinieron por él y se lo llevaron.- ¿Tu madre que decía?- Ella me apoyaba, sin embargo, cuando regresaba mantenía distancia,él la sonsacaba para que desconfiase de mí.- ¿Y tu padre?- Él siempre me creyó, cada vez que regresaba, mi padre y yo nosuníamos más. Con el pasar del tiempo William dejó de venir a casa, cuandotenía permiso se iba a una casa que había comprado en la vía lejos de nosotros,en la naturaleza, mi madre se iba a verle y juntos ayudaban a los necesitados,mi padre muchas veces los acompañaba, ya no éramos la familia unida peroestábamos en paz . Y entonces...Hasta entonces, le había estado mirando la mano, levantó la vistamirándole a los ojos.– ¿Qué sucedió?– William conoció a Samantha, era parte de la ONG que había creadomi madre se enamoró de ella, con su ayuda él me dio una oportunidad, luegode su compromiso se fueron a vivir con nosotros por pedido de mi madre, mipadre lo involucró en todos nuestros negocios, la calma entre nosotros habíavuelto, pero a él le tocó volver al cuartel, mi padre se aferraba tanto en losnegocios, mi madre en la ONG que yo era con quién más tiempo se la pasabaella, se enamoró de mí. Te juro que yo no quise aceptarle, le dije mil vecesque no era lo más apropiado, por fin estaba en paz con mi hermano después detanto tiempo que no quería arruinarlo.- ¿Él lo supo?- Si, regreso casi un año después, me mantuve alejado de ellos, ella mebuscaba, había comenzado a trabajar en el bar, pasaba más tiempo de lo necesarioallí con la intensión de evitarles, no podía evitar lo que estaba sintiendo por ella,pero si me alejaba quizá podría ella olvidarme; un día había llegado muy tarde detrabajar, William había salido, ella entro en mi habitación y...Le soltó las manos, soltando un gran suspiro y golpeando con su puño elvolante.- Tu hermano los consiguió.- Si, pensé que me golpearía, que me acuchillaría, pero no, simplementese dio la vuelta y se fue.- ¿Solo así?Asintió con la cabeza mirando el volante – por días esperé su venganza,Samantha vivía angustiada, mis padres lo buscaron por semanas, pasaronmeses, contactaron a un detective, cada día que pasaba mi madre vivíaagobiada y nerviosa, se preocupaba en exceso, yo le decía que era mayor quesabía cuidarse solo y que en cualquier momento regresaría pero ella me dejode escucharme, mi padre quería que ella mejorara, vendió las propiedades quehabíamos adquirido, mi madre estaba enloqueciendo; después de seis meseslargos meses le encontraron, pero para ese entonces las deudas era enormes,fue sorprendente como se puede gastar tanto en tan poco tiempo. Yoobviamente estaba enojado, lo único que nos quedaba era el bar, estabadesesperado por conservarlo, me iría a ver con unos prestamistas para asípoder conservarlo, mi padre había muerto del corazón y mi madre habíaperdido la cordura, me mandaron a llamar del psiquiátrico porque ella queríaverme, Samantha se ofreció a ir a hablar con ellos por mí y allí murió.- ¿Cómo?- William creía que iría yo, durante los seis meses había estado enPaquistán allí contrató a unos hombres y ellos la mataron a ella.Giró la cabeza y ella vio como una lágrima rodaba por su mejilla. Ellase apresuró a tomar su mano.- Lo lamento tanto Tom.- Desde entonces ha atentado contra mi vida en muchas oportunidades –respondió acariciando el dorso de la mano de ella.- Debes decirle a alguien, yo conozco a una persona que nos podríaayudar.- A ver si adivino ¿El hombre que entro al departamento? – Le soltó lamano sonriendo de lado – ¿Lo conoces de verdad?– Eso creo – respondió nerviosa debía ser cautelosa con lo que decíapara no delatarse, si es que él ya no sabía quién era – mi vecina dijo que teníainfluenza con personas importantes del gobierno, conmigo ha sido amable.- Ay nena, tu inocencia me enamora – le acaricio la mejilla y luego tomó sumano dándole un pequeño beso – ¿si sabes que las mayoría de las personas quepertenecen al gobierno son corruptos, delincuentes? ese hombre tiene tantos delitoscomo mi hermano, esa es información pública, además de que William es militar,trabaja para el gobierno, uno de sus mejores asesinos.Espera un momento – le dijo a si misma su voz interna.Su mente fue al recuerdo del hospital, la historia que le había contado alpolicía era completamente distinta a la que le estaba contando a ella ahora.

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