𝐒|| "No importa cuantos años han pasado, sigo sin poder olvidarte Mily"
「Donde Emily y Lando tenían la relación perfecta, pero luego de tres años ella desaparece sin dejar nada más que una carta」
O
「Donde Emily dejo a Lando para que pudiera cumpli...
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🗓️ February, 2023. 📍 Madrid, Spain. 👤 Emily pov;
—¿Ya me dirás a dónde iremos? —pregunté a Carlos, quien estaba muy concentrado en manejar.
—No, es una sorpresa —respondió, haciendo que soltara un bufido y cruzara los brazos.
La noche anterior me había llamado diciendo que empacara ropa veraniega para Sarah y para mí porque haríamos un viaje de cinco días, pero no me había dicho a dónde íbamos.
Eran las 4:48 a. m. y tenía demasiado sueño. Sarah iba dormida en el asiento para bebés que Carlos había instalado especialmente para ella.
—¿Ya pensaste sobre lo del otro día? —preguntó mirándome de reojo.
No entendí muy bien su pregunta, así que se lo hice saber, y volvió a hablar.
—Sobre que me acompañen a Bahréin, Em.
Lo había estado pensando, incluso lo consulté con mi madre, y ella le dio la razón a Carlos sobre lo de Lando. Aun así, estaba demasiado asustada.
Las cosas podrían salir mal, y eso me aterraba.
Tenía muy claro que Lando merecía saber la verdad, pero no sabía cómo decirle que era padre. No podía simplemente llegar un día y decirle:
"¡Hey!, ¿me recuerdas? Soy Emily, la novia que tuviste durante tu adolescencia y que te dejó con una carta. ¡Adivina qué! ¡Eres padre, muchas felicidades!"
—Lo he estado pensando, pero aún no lo creo posible, Carlos —respondí luego de unos segundos.
—Oh, vamos, Em, ¿qué es lo peor que puede pasar? —preguntó con una mueca.
—¿Que Lando vea a Sarah, tal vez? —respondí con otra pregunta.
—Eso no sería tan malo. Algún día tendrá que enterarse, Em. ¿Mejor temprano que nunca, verdad?
—Creo que así no era la frase, Carlos —contesté burlona mientras volteaba a ver a Sarah.
—Es idéntica a él en todo el sentido de la palabra —mencionó mi acompañante, mirándola por el retrovisor, aprovechando el semáforo en rojo.
—Lo es, más de lo que me gustaría —murmuré sin dejar de verla.
—Em, sé que tienes miedo, pero créeme cuando te digo que él no te guarda ningún tipo de rencor —dijo, volviendo al tema principal—. Aparte, estaré allí contigo en todo momento.
Tomó mi mano y le dio un leve apretón, haciéndome sonreír.
Tal vez ya era momento de que Sarah conociera a su padre.
—Está bien, te acompañaremos —acepté luego de unos segundos en silencio, haciendo que él soltara un pequeño chillido de celebración—. Pero si sucede algo, será tu culpa.
