𝐒|| "No importa cuantos años han pasado, sigo sin poder olvidarte Mily"
「Donde Emily y Lando tenían la relación perfecta, pero luego de tres años ella desaparece sin dejar nada más que una carta」
O
「Donde Emily dejo a Lando para que pudiera cumpli...
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🗓️ March, 2023. 📍 Manama, Bahrain. 👤 Emily pov;
—Mami, no veo a mi padrino —se quejó mi pequeña, jalando la manga de mi sudadera.
Acabábamos de aterrizar en Baréin y, según Carlos, él y Charles vinieron a recogernos.
—Tranquila, amor, primero debemos ir por la maleta y luego podemos buscar a tu padrino. Solo ten un poco de paciencia —respondí mientras intentaba no perder de vista la cinta por donde pasaban las maletas.
Al ver nuestra maleta, me acerqué rápidamente a tomarla.
—Listo, amor, vamos.
Caminamos en dirección a la sala de espera, intentando ver a alguno de los dos pilotos de Ferrari, pero entre tanta gente no logré distinguirlos.
—¿Señorita O'Connor? —escuché detrás de mí, así que me giré para ver quién era.
Era un chico pelirrojo, bastante alto, que en cuanto lo miré se sonrojó, causándome ternura. Llevaba el uniforme del aeropuerto, por lo que supuse que era un trabajador de allí.
—Soy yo —asentí.
—Me dieron instrucciones de llevarla a usted y a la pequeña a otra sala de espera, así que permítame ayudarle con la maleta y sígame, por favor.
Tomó mi maleta y avanzó guiándome por el aeropuerto hacia una zona más tranquila.
A unos metros de nosotras había una puerta, hacia la cual nos dirigimos.
Lo primero que vi al entrar en la sala fueron dos hombres jugando billar. Ambos estaban de espaldas, pero reconocería a Carlos donde fuera, así que supuse que el otro era Charles.
—Qué entretenido, ¿puedo unirme? —pregunté, dejando que Sarah corriera hacia su padrino.
—¡Padrino! —exclamó mi pequeña con emoción apenas lo vio.
—¡Sarah! —exclamó él de la misma manera, abriendo los brazos para recibirla.
Mientras ellos se saludaban, aproveché para presentarme con Charles.
—Hola, Charles. Es un placer, soy Emily —me presenté, estirando mi mano hacia él.
—Es un placer por fin conocerte, Emily —contestó, aceptando mi mano y estrechándola con la suya.
—Sabes, me indigna que lo saludes a él antes que a mí, que soy tu mejor amigo —reclamó Carlos, aún con Sarah en brazos.
Yo solo rodé los ojos y me acerqué a abrazarlo.
—Hola, Carlitos —susurré en su oído mientras lo abrazaba fuertemente.
Lo había extrañado demasiado. Tal vez no llevábamos mucho tiempo conociéndonos, pero Carlos se había vuelto una de las personas más importantes en mi vida, y esas semanas que no estuvo se sintieron tan raras.