14

5.4K 373 72
                                    

14. Hits

🗓️ March, 2023

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

🗓️ March, 2023.
📍 Manama, Bahrain.
👤 Emily pov;

El camino de vuelta al hotel me pareció eterno. Al salir del estacionamiento, comenzó a llover; era como si el cielo quisiera acompañarme en mi tristeza.

Durante todo el trayecto, me aferré al cuerpo de mi pequeña mientras sollozaba en silencio.

Al llegar, subimos directamente a mi habitación. Con mucho cuidado, cambié a mi niña para no despertarla —se había quedado dormida en el camino— y la dejé acostada en la cama.

Carlos y yo salimos al balcón, y fue cuando lo vi cerrar la puerta que conectaba con la habitación que me permití derrumbarme, aferrándome a él.

—Dijo que lo engañé, Carlos. Dijo que por eso lo dejé, porque lo había engañado... y cuando le dije que era su hija, no me creyó. Me llamó mentirosa —sollocé, aferrándome aún más al abrazo de Carlos—. Siempre le demostré que él era el único en mi vida, Carlos... siempre.

Mi llanto se intensificó al recordar una vez más sus palabras hirientes.

—No puedo creer que, después de todo lo que hice por él, después de todo lo que hice para demostrarle mi amor, me tratara así. Carlos, dejé mi vida atrás una vez más para que él pudiera cumplir su más grande sueño... y pasé por tantas cosas sola —dije entre sollozos.

No pude continuar. El nudo en mi garganta no me lo permitió.

—Shhh, tranquila, Em. Estoy aquí —susurró Carlos en mi oído, tratando de calmarme—. No lo necesitan, Emily. Te lo dije desde que nos conocimos y te lo repito siempre: ahora me tienen a mí, y mientras yo viva, ni a Sarah ni a ti les faltará nada. Te lo prometo.

Agradecía profundamente que Carlos estuviera conmigo. No sabía qué sería de mí sin él en ese momento.

—Tienes que comer algo. No has comido desde el almuerzo —murmuró después de casi una hora en silencio.

—No tengo hambre, Tomatito —susurré, aún absorta en el paisaje frente a nosotros.

En algún momento de mi crisis, Carlos y yo terminamos sentados en el sofá del balcón, abrazados, mirando el atardecer.

—Em, tienes que comer. Charles me dijo que Sarah cenó, pero tú no.

—No voy a poder, Carlos... no después de todo eso. Me conozco, y sé que terminaré vomitando por la ansiedad.

Lo escuché suspirar, y después ya no presté mucha atención, sumida en mis pensamientos.

Las horas pasaron de la misma forma: yo llorando cada vez que recordaba lo ocurrido, y Carlos consolándome. Hasta que, en algún momento de la noche, me quedé dormida.



Carlos pov;

Cargué a Em con cuidado y la dejé en la cama, junto a Sarah. Antes de salir, les di un beso en la frente a ambas y apagué las luces.

Sarah| Lando Norris  (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora