6. Casa de un buen Omega

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Entra a casa y sube dando saltos por la escalera. Está solo, así que nadie lo va a regañar. Ni su papá, ni Wonyeong ¡Puede jugar cuanto quiera! Entra a su habitación, enciende las luces y se queda de pie en el mismo sitio por unos segundos, con la mente en blanco.

La cocina está limpia.

La basura está afuera.

La comida no está hecha, pero es porque hoy se va a comprar afuera.

La sala está limpia.

Las escaleras están limpias.

Los cuartos están limpios.

Las sábanas están limpias.

La comida está ordenada en la nevera.

El jardín está bien regado.

Sonríe de nuevo y sigue en lo que tenía pensado hacer. Toma de un cajón una larga variedad de juguetes, los ordena por todo el suelo y habla como si fueran ellos. Dura un par de horas en eso, totalmente ensimismado y al notar que está oscureciendo, se levanta de un salto.

Va hasta el segundo closet de la habitación. En él, varias repisas con maquillaje de todo tipo. Usado, nuevo y algo desordenado.

—Wonyeong ¿Puedo usar esto? —Wooyoung pregunta tomando la pintura de labios color vino tinto. Su voz alta para ser escachado a través de la casa—. Se parece a los labios de la reina. Me gusta mucho como se ve en la reina.

Si lo colocas donde va, sí puedes usarlo.

—Ordenar tu maquillaje es muy aburrido. Lo tienes todo por color. —reclama a la voz femenina que hace eco en el pasillo. Wooyoung rueda los ojos y con el pequeño espejo de mano, empieza a pintarse.

Sabes que tengo que complacer a mí Alpha. Es necesario que esté bien ordenado. Le gustan más los colores fríos ahora que tengo el cabello negro.

—Mi pelo es bonito como el tuyo entonces. —festeja con una sonrisa y limpiándose el borde del labio.

El mío es más bonito.

— ¿Me peinas para que sea como el tuyo?

Los dedos se deslizan por el cabello negro, hace un par de pequeñas trenzas a cada costado de la cabeza y las une atrás, usando un pequeño gancho azul con un lazo. Usa otras cosas del maquillaje. Base, protector, delineador y se cambia la ropa, ensuciando el cuello que ya está manchado de tanto hace lo mismo.

Se mira en el espejo y juega un poco con el borde de las manchas amplias y rosadas. Ladea la cabeza y entrecierra los ojos. Aun siente... la esencia de Mingi encima suyo. Se sienta y se encoge, tratando de hacer perdurar el aroma, cerrando los ojos y sin darse cuenta de las ganas de llorar que vienen por ello.

No puedes llorar por un Alpha que es malo. Uno que te abandonó.

—pero... pero extraño mucho a Mingi. No me abandonó. Sí vino—gimotea y contiene la respiración unos segundos—. Quiero que venga a vivir aquí... quiero que seamos una familia de nuevo.

Es querer a otro Alpha... Woo, sabes que tienes un Alpha. No puedes desear a otro. Eso es malo ¡Hazme caso! ¡Sé de lo que hablo! Hago feliz a mí Alpha ¿O no?

—Sí. Papá es muy feliz cuando tú y yo nos portamos bien.

¿Ves? No pienses en querer que Mingi venga o en verlo, tampoco oliéndolo.

—Perdón.

Eso es de omegas malos y tú no eres uno ¿Cierto?

—No. Y-yo soy bueno—balbucea levantando la mirada y encontrando a la mujer con la misma ropa, mismo maquillaje y mismo peinado justo atrás de él, masajeando sus hombros—. Soy un Omega bueno. Papá me dice que soy bueno- r-recojo los juguetes, no abro la puerta y me porto bien.

¡Eso es! Sigue siendo un Omega bueno. Así ambos estaremos muy bien.

Wooyoung asiente y escucha la puerta de la casa. Inconscientemente, su cuerpo se encoge un poco más, con la expresión de pánico deformada y al ver en el espejo de nuevo, está solo. Con los juguetes en el suelo y nadie más.

Siendo que no había nadie más en la casa.

Solo él mismo.

Se levanta de su sitio y baja las escaleras, encarando en la sala a Hwanjoon. El Alpha le hace un gesto con la mano y le acaricia el rostro con cuidado, delineando las facciones algo hinchadas y maquilladas.

—¿Por qué estabas llorando? —pregunta Hwanjoon en voz baja—. No fuiste malo... era la policía. Habría sido feo no haberles hecho caso—arrulla con ternura y Wooyoung hace un puchero—. Lo hiciste muy bien. Revisé y estuviste en tu habitación como te dije.

—Estaba jugando. Fue muy divertido—informa con gesto más tranquilo—. Y Wonyeong me peinó ¿Ves? —se aparta un poco para mostrar su cabello y Hwanjoon da una risa suave, enternecida.

—Te queda precioso.

Wooyoung temblar donde está, recibiendo el beso en la frente. Le duele un poco el cuello, teniendo que doblarlo para ver a su papá a la cara. El rostro que no reconoce del todo. Siempre está cubierto de sombras. Siempre debe verlo desde esta posición. A contra luz.

Encima suyo.

Se pregunta por qué su papá siempre es una figura enorme y oscura que no sabe reconocer más allá del aroma. Uno que le dice a su cuerpo: Quédate – quieto – y – no – hagas – nada – que – él – no – quiera – que – hagas.

— ¿Qué quieres cenar?

—Quiero sushi.

—Ummm...

—Me porté bien ¿Por qué no podemos comer sushi?

—Tu celo es pronto. Sabes que eso te hace perder hormonas.

Wooyoung frunce los labios, desilusionado. Al final, Hwanjoon pidió comida rápida. Wooyoung juega con la comida, siempre lo hace y Hwanjoon no le regaña. Lo hace Wonyeong y aun así, la ignora. Quiere disfrutar de su comida. Lo único con lo que tiene cuidado, es no arruinar el maquillaje que tiene puesto.

Se lava las manos, limpia los platos, sin darse cuenta de cuando lo hizo y tras secar todo, sube las escaleras. La habitación de Hwanjoon también es oscura como él.

Se acerca un par de pasos, curioso y la mano que se extiende de la misma es grande, larga. Usando un anillo igual al suyo. La toma y se deja jalar al interior. Andando suave y debe doblar el cuello de nuevo, juntando los labios con Hwanjoon que le frota las mejillas con los pulgares.

—Sigue siendo un buen Omega.

Wooyoung asiente. Levantando los brazos para que le quite la blusa; abraza el cuello de Hwanjoon cargado hasta la cama. Quisiera que hubiera luz. Le da mucho miedo lo oscuro que es.

Pero como es un buen Omega, no se deja al respecto, juntando los labios de nuevo y con los ojos cerrados, ignorar la cara del monstruo que habla como su papá y le hace doler en muchos sitios desde los cinco años.

Cuando lo mordió en el cuello y lo hizo llorar por dos días enteros sin saber por qué.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now