73. Quien siempre espera

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—Me alegra que no seas un paciente permanente. Es una de las mejores noticias que puedo tener. —dice San con cierto descaro y Yeosang ladea al cabeza.

— ¿Por qué eso es bueno? ¿Tendré otro doctor?

—No. Quiere decir que no necesitas atención psicológica constante y que con una cita cada dos semanas o al mes puedes estar bien—responde San, riéndose y Yeosang aun con esta explicación, tarda en comprender lo que quiere decir. Da un marcado ¡OH! ¡ENTIENDO! Cuando finalmente todo se ordena en su cabeza—. Aunque sé que hay algo que no has querido decirme—menciona San con un poco más de seriedad—. ¿Por qué tanta tristeza y sensación de abandono? No se trata de tu familia. Tampoco de amistades... ¿Qué sucede Yeosang?

Yeosang demora en llenarse de ánimo. Ha ocultado su sentimiento romántico y de tristeza sobre Jongho todo este tiempo. Supone que puede decirlo siempre y cuando no diga quien es o su edad ¿Cierto?

—Es que... tenía... a alguien que pensé que sería mi Alpha- que quiero que sea mi Alpha, pero no me quiere de regreso—San asiente ligeramente—. Bueno, creo que si me quiere. Porque me decía que me quería cuando estábamos juntos. Solo que no dice que no puede y yo no entiendo por qué.

— ¿Es un compañero de clase? —Yeosang niega—. ¿Alguien que te ha ayudado? —Asiente mucho y rápido—. Dime una cosa: lo quieres por qué es ese Alpha o porque te ayudó—Yeosang entreabre los labios, sorprendido—. Es natural en personas en situaciones como la tuya de enamorar en quienes lo ayudan. En sus salvadores... Piensa: qué te gusta de él además de que te ayudó.

Desde ese día, Yeosang se toma el tiempo de escribir en un diario cosas que le gustan de Jongho. Es un poco embarazoso, pero se lo admitió a San. Él no sospecha quién pueda ser, pero si asume que es alguien un poco mayor a Yeosang.

Volviendo al tema del diario: empezó con el aspecto físico. Le gusta mucho su cara, principalmente el mejillas. Por eso se empeñaba en sujetársela para besarlo. Luego están los ojos, que son muy honestos y bonitos, redondeados más que alargados. Pasó a que le gustan sus manos. Tienen muchas marcas por el servicio militar, el uso continuo de armas, sus yemas rasposas.

Tardó exactamente tres meses en llenar toda esa sección y es sorprendió de sí mismo de haber escrito tanto al respecto. Pensamientos que simplemente revolotearon de su mente como mariposas hacia la hoja de papel, convertidas en palabras de tinta negra.

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— ¿Familia de acogida?

—Nadie está en condición de hacerse cargo de mi—Yeosang mueve la comida en su plato—. Así que van a enviarme con una familia de acogida. El problema es que solo hay en Incheon—Mingi frunce los labios—. No quiero irme ahora que si puedo disfrutar de mi vida como quería—musita entristecido—. Que puedo estar contigo y con Woo... no es justo.

— ¿Te gustaría quedarte conmigo? —propone Mingi, tímido y Yeosang levanta la cabeza de un golpe, asintiendo emocionado.

Con un poco de ayuda de Seonghwa, el tema se resolvió. Yeosang no tiene problemas que ameriten un cuidado tan complicado como el de Wooyoung, tampoco será dependiente toda su vida; está en un colegio, tiene aspiraciones universitarias y francamente, el departamento también hizo un poco de trampa en esta situación.

Considerando que a Yeosang no le haría bien cambiar de ambiente, mucho menos estar con desconocidos. Es mejor con Mingi, quien aprobó en todas las pruebas que le hicieron para verificar cuán viable es que tenga la tutela provisional.

Viviendo en el departamento Mingi, Yeosang empezó a escribir de rasgos de personalidad que le gustan de Jongho: el que parezca ser muy serio, pero en realidad llega a ser muy payaso, como su mala maña de romper fruta con las manos desnudas; como pone osos en todos lados porque es su animal favorito; la poca resistencia al alcohol; que le guste el anime y jugar juegos online en su poco tiempo libre.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now