Do you promise...? || YunGi

64. Última discusión

—Estas a salvo a aquí, no va a pasarte nada.

Abraza a Yeosang, que sigue escondido bajo una cobija, con apenas su rostro a la vista para poder respirar. Lo besa en la corinilla y Yeosang solloza, demasiado asustado de siquiera salir de la habitación. No puede creer que Hwanjoon se atreviera a atacar a Seonghwa delante de todo el mundo. después de todo.

Si fue capaz de esto ¿Qué otra cosa sería capaz de hacer? Podría matarlo. Podría hacer cualquier cosa por matarlo. Ya lo causó. Todos tienen que fue él. Lo admitió y aunque no estuvo en la misma sala, Hwanjoon lo vio.

Tiene demasiado miedo.

—No dejaré que te haga nada. —susurra Jongho y Yeosang se acurruca en él, sin dejar de temblar.

Dejando que el Alpha lo consuele y lo haga sentir protegido.

Jongho, convencido tontamente por su Alpha, se atreve a besar a Yeosang: el Omega reacciona de inmediato, abrazándolo por el cuello y rodeándolo con las piernas, saltando en el bulto de Jongho. No quiere pensar en nada y si su Alpha va a consolarlo de esa manera, está más que dispuesto a ello.

Es un consuelo de horas y horas, ahora mismo boca abajo en la cama, con ojos nublados, marcas rojas, pequeñas y grandes en todos menos su cuello; la espalda coquetamente curvada, permitiendo que Jongho siga penetrándolo a gusto.

Las nalgas de Yeosang totalmente rojas de tanto; Jongho agarrado al cabecero de la cama y sujetando a Yeosang del cabello mientras balancea de adelante atrás su cadera. Sudando y con el cuarto apenas igual de caliente que ellos dos.

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—Papá hizo cosas malas.

Debes entender que está muy preocupado por nosotros.

Los Alphas pierden el razonamiento por perder sus omegas. Por favor... entiéndelo.

—No quiero—discute Wooyoung con ojos y rostro lloroso—. Porque él nos va a tratar feo y nos va hacer cosas malas si volvemos. Me da mucho miedo papá—gimotea angustiado—. No quiero volver con él nunca más. Quiero quedarme con Seonghwa—Pasa las manos por su rostro—. Él no me da miedo. Él no me va a pegar si se me olvida bajar a comer a las ocho o sí... o si me duermo en el sofá.

Wooyoung...

—Tampoco quiero que llores más por él. Que me ayudes para que no me pegue. Él te pega mucho—Apenas puede hablar entre sus hipidos—. Papá de mucho miedo. Por papá me duele el cuello, me da fiebre, Mingi se fue, Yeosang no podía estar en casa... Papá hizo muchas cosas malas. No lo quiero perdonar.

Es tu papá y es mi Alpha. Debes perdonarlo. Es-

—San es mi Alpha. Solo él puede hablarme feo si quiere.

¿Qué? ¡No! Él no es tu Alpha. Ya tienes un Alpha ¿Recuerdas?

—Es un monstruo que me hace cosas feas.

No hables así de tu Alpha. Wooyoung, es feo que-

— ¿Por qué pueden ser feos conmigo y yo no puedo ser feo con ellos? No es justo. Soy un príncipe. Se supone que deben cuidarme—Da un quejido quebrado, viendo a Wonyeong delante suyo. Igual a su mamá, aunque él ya no la recuerde de esa forma—. San es mi Alpha. Él si me cuida. Es mi caballero.

Wooyoung tiene una idea muy básica e infantil de lo que significa ser el Alpha y Omega de alguien respectivamente. Lo que condensó de ser un Alpha, es que debe cuidar a su Omega y por ello, el Omega lo querría, lo mimaría y acompañaría por siempre.

El único Alpha que ha hecho eso, es San y por ello, lo interpreta como su Alpha. Su cuerpo desfasado a su mentalidad está inclinado a querer su cercanía y su contacto.

Al final del día, es su Alpha y Wooyoung se considera a sí mismo su Omega.

Porque eso que tanto le hace daño en el cuello, ya no duele, ya no se siente, apenas molesta: apenas existe y por lo tanto, debe ser cambiado, renovado por lo que no le hará daño.

. . .

— ¿Muy nervioso por mañana?

—Sí. Quiero dormir con San hoy.

San ríe por la nariz y niega con la cabeza. Extiende el futón y lo deja junto a su cama. Apaga las luces y cierra los ojos. Mañana será un día largo. No le avisó a Wooyoung sobre el ataque de Hwanjoon a Seonghwa. No quiere asustarlo o ponerlo nervioso de alguna forma.

Estuvo a punto de dormirse, pero tener a alguien más en su cama lo interrumpe. El peso encima suyo. Wooyoung que lo mira afijamente entre la penumbra. San no abre los ojos. Wooyoung tamborilea los dedos en el pecho del Alpha.

—Eres... mi Alpha ¿Verdad? vas a cuidarme siempre. Porque eres mí caballero. —pregunta Wooyoung con un puchero marcado. San trata de hacerse el dormido, pero falla miserablemente.

Acabando en rodearlo con sus brazos y girarse para que Wooyoung quede de lado en la cama. Esperando pacientemente a que responda su cuestionamiento.

—Por supuesto que sí... Nadie más podría cuidar de ti.

Wooyoung sonríe, animado y acurrucándose en el contrario, San lo aprieta en sus brazos, envolviéndolo con cariño y la inquietud de lo que sucederá mañana. Lo besa en la cabeza y suspira, inhala el encantador aroma de Wooyoung. Le encanta tenerlo presente.

Contrario a otros Alphas enamorados, no se trata de que le genere excitación, lo hace feliz, lo hace sentir realizado y complacido. Incluso con lo que usualmente despertaría el celo en otros, el duerme mejor que nunca. Igual que un plomo sin soltar al Omega que se entrega a él de forma tan inocente.

Siendo correspondido con la misma inocencia.