23. Pedir amabilidad

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—Hola cariño ¿Cómo te fue? Tardaste mucho más de lo que debiste.

Seonghwa deja la copa de vino a un lado y continúa con lo que tiene en la cocina. A veces se esmera demasiado en la cena. En parte, es porque ya tiene ganas de solo dedicarse a estar en su casa, esperando un cachorro y olvidarse de tanta complicación en el trabajo.

Alejarse momentáneamente de tanto Alpha imbécil y casos odiosos que debe rechazar. Hongjoong se asoma y abre la boca, recibiendo un trozo de carne en salsa preparado por el Omega. Seonghwa de una risilla, acariciando el cabello de Hongjoong. el Alpha apoyado en su hombro y saboreando.

—Cada día cocinas mejor. Dentro de poco no voy a querer comer nada en otro lugar.

—Dramático como siempre—burla Seonghwa y regresa la atención a la comida—. ¿Y bien? ¿Pasó algo más? Leedo no me comentó nada hoy y me hizo tener una onza de fe en los Alphas y los hombres. Solo una onza... ¿Vas a destruir mis ilusiones? —Hongjoong entorna la cabeza, su gesto tenso, pero imposible de notar por el Omega.

—Y mucho más que eso, mejor lo hablamos después de comer, después de que me bañe, después de que acabes ese vino y si quieres después de la película que quieras poner.

Seonghwa entrecierra los ojos: eso es extraño. Hongjoong nunca demora en hablarle de lo que haya sucedido en el trabajo. Sea bueno o malo. Tiene que estar muy cansado o próximo a su celo para callarse esa clase de información. En lo que Hongjoong se baña, Seonghwa acaba de cocinar, sirve todo y lo deja en la mesa. Se sienta a revisar su celular.

Hay alguna que otra noticia interesan: nacimiento de leones blancos, una película coreana siendo reconocida en el extranjero, un actor coreano en una super producción estadounidense. En fin, todo alejado de su área de trabajo. Como lo aburre tener que verlo en su Twitter. Como si no tuviera todo eso de frente en el día a día.

Deja el celular en la mesa y toma los palillos. Hongjoong se hace el cabello atrás, húmedo y con algunas gotas aun cayendo. Por más que Seonghwa le pida que se seque más el cabello, Hongjoong nunca le hace caso y humedece la ropa a los diez segundos de ponérsela. Es un milagro que su Alpha no se enferme todo el tiempo.

— ¿Al menos una cosa buena sucedió en el día? Tal vez una señal de cuando acabaras el caso. —Presiona Seonghwa. Quiere saber qué es lo que Hongjoong esconde y tiene sus prioridades.

Porque también quiere una fecha. Tener en cuenta cuando sacarse el anticonceptivo, dejar de tomar pastillas. Una larga retahíla de cosas. Hongjoong encoge de hombros.

—Eso te lo cuento después. Cuando acabemos de comer. —responde Hongjoong.

Lo bueno está entremezclado con lo malo en esta ocasión y sabe que necesitan no tener comida en frente cuando haga su petición. Seonghwa entrecierra los ojos, es muy sospechoso. Acaban de comer en otros quince minutos, lavan los platos y se dirigen a la sala. Seonghwa apoya el brazo en el espaldar y se queda viendo a Hongjoong, quien rebusca en Netflix algo que ver.

—Podemos dejar la película para después su otro día. Es temprano—señala el reloj en la pared. Son las once. Suelen dormirse a las dos de la madrugada en contra de su propia salud—. Así que dime: ¿Qué pasó en el trabajo?

Tercera vez.

Última oportunidad.

Hongjoong quiere dormir en su casa. Un Omega malhumorado y con la mínima sospecha de algo turbio pasando, se lo impediría. Seonghwa confía en él. Duda que lo quiera engañar, pero su Omega interior no va a atender razones y solo se pondrá a chillar que Hongjoong le oculta cosa. Buenas o malas. Es decir, no confía en él para eso.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now