25. Paz y orden

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—Muchas gracias por la invitación, Wooyoung—Camina a la cocina y deja las bolsas en el mesón de la cocina—, pero no puedo. Tengo mucho trabajo aún. La próxima vez que puedan hacer una pijamada, prometo quedarme. —asegura sacudiendo las manos y extiende la mano, el dedo meñique levantado.

¿¡Qué!? ¡No! ¡NO! QUEDÉMONOS.

¿¡Qué haces!?

Wooyoung asiente con un puchero y enlaza el meñique con el contrario. Yunho mira que a su costado, Mingi se mantiene pendiente de toda la interacción. Un mudo y cauteloso vigilante que acaba enrojeciendo un poco más. Wooyoung aprovecha la oportunidad de que, al separarse, tomar la bolsa que tiene dulces y correr a la habitación.

— ¿Nervioso? —pregunta Yunho una vez se endereza. Mingi baja la mirada, apenado.

—L-lo siento. Es-es que-

— Entiendo. No estas acostumbrado a que haya Alphas mayores cerca de él—Mingi frunce los labios, Yunho cree que si presiona un poco más, va a hacerlo a llorar. Algo que parece especialmente divertido para su Alpha interno—. Sé que es... inquietante. Estaría igual que tú en tu situación—promete recostándose en el mesón—, pero no te angusties. No todos los Alphas en el mundo son malos y a donde van a llevarlo, estará a salvo. Muy, muy seguro. Me enviarán un reporte semanal sobre él.

—pero no podré verlo. —murmura Mingi, entristecido. Yunho asiente.

—No hay alternativa. También se necesita un periodo de aislamiento para poder obtener un resultado concreto de los exámenes que le harán. Es un proceso muy serio... Lo entiendes ¿Verdad? —Mingi asiente con la cabeza, las manos junta y dándose contantemente en la comisura de los dedos—. Tienes a Seonghwa como tu defensa. Estarás con él antes de que te des cuenta. Te lo prometo.

—Hacer muchas promesas un mismo día es malo. Eso decía mi mamá. Hacía que no se cumplieran. —Mingi levanta la miranda y Yunho se ríe, divertido.

—Sin ánimos de ofender a tu madre: creo que eso es falso. Si de verdad se quiere, todas las promesas se cumplen—opina el oficial y lleva una mano a su pecho—. Sobre todo cuando se hacen a persona buenas. Está destinado a pasar.

—No pensé que Yunho-nim fuese cursi.

Nos está coqueteando ¡La sonrisita! Nos tenemos que quedar ¡QUEDÉMONOS!

—Tengo mi corazoncito. Solo que está bajo amenaza porque hay un abogado malhumorado queriendo explotarlo—Mingi ladea la cabeza, confundido y sin entender a qué se refiere—. Bueno, mañana vendrán por Wooyoung a las dos de la tarde. Tienes todo ese tiempo para jugar, convencerlo que es lo mejor para él, cocinarle comida sabrosa. Lo que prefieras. La cámara aún está funcionando—avisa señalando arriba y Mingi dirige la mirada al dispositivo—. Sirve para confirmar que todo está bien. Será de ayuda.

—Y-y si él-

—No puede llegar a ella ¿No lo viste? No tiene control de nada. Estás a salvo. Tal como te lo prometí- ¿¡Ya viste!? Yo cumplo mis promesas—Lo toma de los brazos—. No te asustes por nada y déjamelo todo a mí. —Yunho le sonríe amplio y confiado. Con todo ya resuelto solo queda enfrentar el juicio y arreglar las formalidades.

Mingi se queda viéndolo. Muy, muy fijamente. La bonita sonrisa y ese aroma a superioridad que desprende. Su rostro enrojece muchísimo más, asintiendo como un tonto y Yunho le da palmadas en los brazos, Mingi no es capaz de escuchar la despedida, demasiado atontado como para eso.

Es el alpha más bonito que hayamos visto. Espero poder verlo más. Me gusta verlo.

Mingi asiente de acuerdo con su Alpha interno. Yunho dejó la chaqueta sobre el mesón y Mingi la toma, abrazándola camino a donde Wooyoung ya devora un paquete de frituras con sabor a queso.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now