66. La última confesión

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—Wooyoung—Seonghwa se inclina para estar a su altura al hablar—. Ella es la jueza, ella necesita que le cuentes como era para ti y Wonyeong vivir con tu papá ¿Sí? Si te cansas mucho, lo puedes decir.

Wooyoung asiente y se balancea en su silla, jugando con los muñecos de felpa de zorro y Puck-Puck en su mano. Baja la mirada hacia ellos.

—Papá se enoja mucho conmigo. No le gusta que hable del monstruo. No me saca nunca de casa a jugar, hizo que Mingi y mis abuelos se fueran. Me sentía muy solo—Los choca entre ellos y La jueza se inclina hacia adelante en su sitio—. Cuando el monstruo está en la casa me hace cosas muy feas.

— ¿Puedes decirle a la jueza qué te hace? Un poquito. Con lo que estés cómodo. —propone San y Wooyoung frunce las cejas.

—Me toca mucho. Me toca en mí cosito, también me muerde mucho y me duele el cuerpo, arde mucho ¡Es como una serpiente! —exclama levantando al cabeza de repente—. Que ¡bussshhh! ¡Lanza veneno! —Dramatiza y el abogado de Hwanjoon ve cada vez más complicado lograr desmentir esto—. Y me aplasta y me hace cosas feas. También dice cosas feas como que hará cosas malas a Mingi si le digo que está ahí.

— ¿El monstruo está siempre en casa? —pregunta la jueza con suavidad.

— ¡Sí! ¡Todo el tiempo! Pero shhhh, no sabe que estoy aquí. Si sabe que estoy fuera del fuerte me puede encontrar. —Se da toques en los labios, en gesto de silencio y ella lo imita. Sabe que trata con un niño y es mejor ser un poco amena con ellos.

— ¿Qué hace Wonyeong en casa?

—Ella limpia, ella lava mi ropa, se molesta si no bajo mi ropa—Vuelve a sus muñecos—. Y me hace comida- ¡A veces logra que papá no me pegue! Porque es su Omega. Hacen cosas que no puedo ver porque son cosas de adultos. Pasa en la sala... también en el jardín a veces. Wonyeong grita feo. Aunque es feo cuando papá está molesto. La trata muy mal.

— ¿Cómo podemos saber que no es algo que le enseñaron? Puede haberlo aprendido. —replica el abogado de Hwanjoon.

—Objeción.

—Concedida. Por favor, Sr. Im, no interrumpa.

—Wooyoung ¿Puedes salir? Necesitamos hablar con Wonyeong.

Wooyoung salta de el isla y va dando saltos hasta la puerta. San espera unos minutos hasta que tocan a la puerta y Wooyoung vuelve a asomarse, esta vez sin los muñecos en la mano, pues están en el piso. La jueza queda sorprendida con el cambio de actitud, incluso el lenguaje corporal. Convencida de que es otra persona a pesar de lo que San explicó. Como si hubo un gemelo entremezclado en esto.

— ¿Usted sabe quién es el monstruo?

Wonyeong mira a Seonghwa y luego a San, bajando la mirada por primera vez.

—Si lo dijera, se enojaría conmigo y está cerca.

—Estas protegida aquí.

Wonyeong niega con la cabeza.

—No lo sé. Nunca lo he visto—confiesa ansiosa—. Wooyoung lo nombra todo el tiempo, pero yo no he podido verlo. Siempre aparece cuando estoy con mi Alpha- Él es malo, sé que no es... no es un buen Alpha conmigo, pero él no haría algo como eso. W-Wooyoung es su cachorro—balbucea ansiosa—. So-solo nos cuida. De verdad él... nos cuida.

San medita que tiene sentido: una persona con doble personalidad tiene lagunas mentales. Si bien Wooyoung y Wonyeong se acoplan muy bien y casi no hay esos espacios en blanco, lo cierto es que Wooyoung no recuerda hacer comida, tampoco lavar, limpiar. Siempre "despierta" en su cuarto jugando y cree que estuvo ahí todo el tiempo.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now