24. Omega dominante

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— ¿En dónde está mi cliente?

Yunho trata de ocultar su nerviosismo. A veces, Seonghwa aparece un modelo, no un abogado. Su ropa de vez en cuando es extravagante. El pantalón holgado de vestir, las botas de cuero con tacón, body cuello de tortuga por debajo de una blusa roja con mangas largas y finalmente su abrigo de piel sintética.

Las gafas de sol grandes que lo hacen parecer un millonario o algo así. Con la mano en la cintura y en la otra, su celular. Hongjoong va tras él como un alma en pena, llevando su maletín y el de su Omega. Uno que se despertó de mal humor.

Lo primero que Hongjoong vio al despertar fue la cara fruncida de Seonghwa, viendo al techo y con la sábana hasta la nariz, farfullando:

"Vuelves a hacerme esta trampa y te prometo que te hago estar fuera de mi cama por un año."

Hongjoong espera que esto valga vivir amenazado.

—Aun no llega—responde Yunho—. No demora en hacerlo. Jongho lo fue a buscar.

Seonghwa hace hump y se quita las gafas. Algunos de los agentes en la oficina se asoman a mirarlo. Los que son nuevos no lo conocían, pero se nota que hace honor a su nombre: una diva que perfectamente podría estar en los años cincuenta.

—Tengo que advertirte lo siguiente—inicia Seonghwa, apoyando las manos en la mesa. Yunho se echa ligeramente atrás—: vuelves... a involucrarme... en tus problemas—Una sonrisa tensa y enojada se extiende en los labios de Seonghwa—: lo siguiente que obtendrás de mí será una estadía de seis meses en el hospital. No será un corte, será un tirón. Tan fuerte que estará explotado antes que fuera de tu cuerpo.

Da un par de palmadas a la mesa y se marcha. Hongjoong se asoma adentro, con Yunho llevándose las manos a la entrepierna, chillando como un perro herido.

—Lo siento, jefe. —bromea Hongjoong.

— ¿¡Por qué siempre debo vivir amenazado por tu esposo cuando eres tú quien lo llama!? —lloriquea Yunho. Tiene sincero miedo hacia Seonghwa. Sus histerias no son suaves. Nunca ha hecho nada grave a nadie, pero basta con lo que ha podido romper para saber que es serio.

Yunho no quiere acabar como la habitación de Hongjoong. De alguna forma, Seonghwa rompió el box de la cama, la televisión, un librero y las puertas del closet.

—Porque todos nos beneficiamos de su buen, pero cruel corazón. Gracias por el apoyo. Qué jefe tan comprensivo. —Hongjoong hace saludo militar y se marcha a toda prisa. Yunho refunfuña.

Seonghwa se instala en el escritorio de Hongjoong mientras Mingi llega. Conocerlo de frente será una experiencia que no quisiera tener y no se equivocó. Jamás creyó que conocería a un Alpha-Omega (No le gusta el nombre Gamma). Es tan tranquilo y tan sumiso que le causa ternura y pena. Pensar que todo lo que cuenta es la realidad o al menos, lo que testifica como realidad.

Siente que si conoce a Wooyoung va a ponerse a llorar. Mingi huele tanto a él, a esa esencia de Omega tranquilo y pequeño después de un susto. Hubo muchísimas cosas que le hicieron ruido. Desde el exilio a Japón hasta las amenazas. Por un lado, sabe qué pasó. Hongjoong se lo contó. No obstante, necesita saberlo de Mingi. Que no se omita ni una sola parte.

— ¿Abogado? ¿Usted es mi abogado?

—Por supuesto ¿Pensaste que era otra policía?

—Bu-bueno... n-no sabía que pensar. Lo siento. —Balbucea haciendo una reverencia con la cabeza. Moquea y Seonghwa exhala.

¿Por qué huele a cachorro abandonado?

No puede ni debe tener ganas de consolarlo ¡Necesita que hable! Empezar a armar su caso.

Do you promise...? || YunGiWhere stories live. Discover now