Do you promise...? || YunGi

61. Trazando un plan

—No dejo huella por ninguna parte, el bate también estaba limpio, el único cuchillo que encontramos no tienen marcas de nadie que no sean Mingi y la familia Jung—Yunho puede enumerar todo de memoria. Así de podrido lo tiene el asunto—. Es- ¿Mingi no mencionó algo sobre unos lobos?

— ¿Lobos? ¿El animal? —cuestiona Seonghwa levantando unas cejas.

—Yeosang también mencionó un lobo. Uso uno para romper la puerta del jardín. —comenta Jongho.

—Wooyoung se devolvió a la casa a buscar su peluche y tomó un adorno de la mesa. Era una figura de un lobo hecha en metal. Es bastante pesada. —notifica Yunho rascándose la barbilla y luego frunciendo las cejas. Aún recuerda la explicación que Mingi le dio al respecto.

— ¿Qué con eso?

—Me refiero: no habló de eso en su declaración. Que había algo plateado en su casa. También se lo mencionó a San y él no sabía de qué estaba hablando. Ni siquiera termino de confesar lo que pasó—Seonghwa no entiende a donde quiere ir. En lo que a él respecta, Yunho está desvariando—. Mingi sabe, inconsientemente, que fue Hwanjoon quien asesinó a sus abuelos porque le dejó la figura de lobo en la casa.

—Oh... ¡OH! ¡ESE LOBO!

— ¿Qué con eso? —pregunta Seonghwa hacia Hongjoong.

—Es que ese adorno era el único que encontramos limpio en la escena del crimen. Estaba sobre un libro—específica Hongjoong apoyado en el sofá—. Era raro porque todo alrededor estaba lleno de sangre. Habían salpicaduras, intestinos. Es imposible que pudiera salvarse de eso. Ni siquiera tenía polvo.

—Bromeamos diciendo que era el lobo con el infinito de Gojō—admite Jongho sin aguantar la risa—. Creímos que era un adorno cualquiera de la casa.

—Hasta ahora, no habíamos relacionado que son un juego y no es algo que debiera estar en la casa de los Jung. Mingi se quejó conmigo de que Hwanjoon no le dejó tomarlo para viajar a Japón, tampoco cuando los visitó la primera vez. —aclara Yunho y Seonghwa cruza los brazos refunfuñando.

— ¿Y cómo se supone que vamos a conseguir eso? Como lo probamos—enfatiza—. Hago maravillas, pero no milagros. —aclara el abogado con amargura y Yunho levanta un dedo. camina hacia el cuarto donde están Yeosang y Mingi. No han cambiado ni un poco de posición.

—Yeosang, estuviste muchas veces en la casa de Hwanjoon antes ¿Cierto? —el Omega asiente—. Había un juego de adornos con forma de lobos ¿No es así? ¿Sabes si alguno se perdió?

—No hasta que ustedes fueron a hablar con Woo la primer vez—responde el Omega y se queda viendo al techo unos segundos—. Son muy bonitos. El de Woo era pequeñito y tenía una piedrita verde, el de Mingi tenía una piedra negra... No sé por qué no se la llevó con él... ¿Pesaba mucho?

—Y si le preguntamos a Wooyoung, también nos dirá que Mingi nunca se lo llevó—afirma Yunho volviendo hacia los demás—. Es todo lo que necesitamos: Hwanjoon dejó eso ahí para que Mingi supiera que fue él... Qué imbécil.

—Tiene más sentido que solo decir que lo piensa así porque lo amenazó. —opina Jongho.

—pero ¿Por qué no mencionó eso?

—Sus abuelos eran mermelada en les suelo. Hablar del adorno que dejó para firmar que fue él es casi estúpido. —escupe Seonghwa con desagrado.

No quisiera seguir pensando en esto. Justamente lo que tanto quería evitar está pasando.

—Hay un solo problema con esto—queja el Omega volviendo a la sala y tomando lo que queda de su jugo, desearía que fuese vino. Así odiaría menos todo—. Y es que también necesitamos a Wooyoung.