Do you promise...? || YunGi

27. Salvajismo inesperado

— ¿Qué tanto piensas? Estas cabezón desde que llegaste de recoger a Wooyoung. —comenta Hongjoong ordenando papeles en su escritorio. Puede decir que parte de que trabajo ya está terminado. Después de todo, ahora es lugar de que lo penal se haga cargo y ellos son solo agentes que investigan y resuelven.

No quienes están presentes en los juzgados ni en nada de eso. A menos que la situación lo quiera. Por comentarios de Seonghwa, estima que tendrán que estar preparados para un llamado.

—Es que no dejo de pensar en Yeosang—Jongho juega con una bola de goma y se estira en su silla—. Estaba tan asustado del tema, pero no vi nada que me sirva como excusa para sacarlo de su casa y ayudarlo. Tampoco la pide así que quizá solo es paranoia.

—No es paranoia que solo te diera la información escribiéndola en un papel después de interrogarlo—Corrige Hongjoong y se cruza de brazos, parado delante de su compañero—. Perfectamente podemos condenar a su padres también. Después de todo, mintieron descaradamente.

— ¿Seonghwa te dejará meter en prisión a testigos que funcionarían como evidencia de lo mal que está todo? Lo dudo. —burla Jongho y Hongjoong rueda los ojos.

—Seonghwa es un Omega que no dejará que otros omegas sufran ninguna clase de abuso. Esto lo es. Uno muy serio—aclara Hongjoong y Jongho encoge de hombros. Sigue poniéndolo en duda—. Bajo amenaza, manipulado, complicado que se pueda dejar por alto.

—Solo digo que- ¿Se le ofrece algo señor? —Jongho levanta una ceja, curioso del personaje que entra a la oficina y caminó directo a donde está la oficina de Yunho.

Es un hombre de traje, maletín en mano y aspecto amargado. Este instala su presencia a menos de un metro el escritorio de Jongho.

— ¿Se encuentra el detective Jeong Yun-Ho? —interroga y Jongho niega con la cabeza al igual que Hongjoong—. ¿Y su siguiente al mando? —Hongjoong levanta la mano lentamente—. Les informo que ustedes y todo el equipo responsable por el asesinato del matrimonio Jung se encuentran acusados por secuestro, abuso de poder y abuso de menores.

— ¿¡QUÉ!?

Jongho es el primero en chillar, levantándose apresurado. Hongjoong guarda silencio, recibe el papel con la demanda penal a nombre de Hwanjoon con todos los cargos que el abogado le entrega. Aprieta más los labios, leyendo todo lo que hay anotado y le cuesta creer que este momento sea real.

¿En serio Hwanjoon pretende hacer esto un duelo entre ellos y él? Básicamente pelear la intención de que todo salga a la luz, contra quien causa todos los males en este caso. Le pone a Jongho una mano en el pecho, dándole un par de palmadas para que deje sus reclamos.

—No le diga nada. Lo mejor que puedes hacer ahora es guardar silencio—recomienda Hongjoong aun en su lectura—. Luego nuestro propio abogado se hará cargo—sonríe falso hacia el abogado—. Adiós, ya tenemos el anuncio de la demanda. Puede largarse. Bye, adiós.

—Me veo en el deber de anunciarles que mi cliente no va a detenerse hasta tener una respuesta clara con respecto a este problema. Tenemos intenciones conciliatorias, no obstante, estas deben ser discutidas por diferentes autoridades y por supuesto, con la devolución de que hijo Omega—anuncia notifica el hombre. Hongjoong no cambia de gesto. Tampoco de postura—. Esta propuesta será aceptada hasta dentro de una semana. Si no están dispuesto a proceder, lamentablemente irá a juicio.

—Dígale a su cliente que no tenga esperanzas al respecto. —dice Hongjoong, indiscreto e indiferente. El hombre da media vuelta y se marcha sin decir más. Hongjoong entorna su cuerpo hacia el resto de agentes en el lugar. La mayoría de ellos involucrados en el caso e igual de nerviosos—. Continúen con normalidad. Nada de esto puede ser impedimento a seguir cumpliendo nuestro deber y les recomiendo no preocuparse: no va a suceder nada de lo que puedan temer.

—pero... ¿Qué pasa sí...?

—No va a suceder nada malo porque nosotros no hicimos tal cosa. Nosotros cumplimos con nuestro deber y el departamento de cuidados infantiles nos respalda en esta situación—Interrumpe Hongjoong—. Cuando llegue el sargento Yunho discutiremos mejor el tema. Hasta entonces, continúen con sus deberes.

A pesar del ánimo inquieto en el espacio, siguen con lo que deben hacer. Hongjoong regresa la atención al archivo y aunque sabe que no debería, le toma una foto, enviándosela a Seonghwa:

Mi amor, no creo que quieras tener cachorro
con un presidiario y llevarlo a la cárcel para que
conozca a su papá
¿Una ayudita?

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—Hyejin—la mujer mira a Seonghwa por encima de las gafas—. ¿Has visto a Leedo? Tengo más de media hora buscándolo y no lo consigo por ninguna parte. Necesito hacerle una consulta.

—Pensé que odiabas hacer consultas—comenta burlista y Seonghwa tuerce los ojos—. La verdad, no lo veo desde ayer. No me puedo imaginar que habrá pasado con él—admite Hyejin dándose toques en la mejilla—. También sé que estuvieron buscándolo otras personas.

— ¿Algún cliente?

—No. Los demás en su firma de abogados. No me imagino que perdida se habrá echado para que todos estén en el mismo estado histérico—Vuelve la atención a sus papeles—. Todos andan muy tensos últimamente ¿No tienes esa impresión?

—Sí. Aunque no me extraña con tantos juicios desastrosos.

Hyejin asiente de acuerdo con él y su mente se enfoca en los documentos nada más. Un trabajo que llegó para un divorcio, separación de bienes, custodia de los hijos. Toma un resaltador y se queda mordiéndolo. Por qué no le extraña que el padre Alpha quiere quedarse con los niños, siendo estos Omega y el Omega que los parió, quiera alejarlos de ellos a como dé lugar. Seonghwa envía algunos mensajes, preguntando por Leedo. Lo necesita como testigo, necesita saber que lo tiene de su lado para el juicio que se le viene encima.

La mujer Alpha interrumpe con sus pensamientos—: me enteré que serás quien defienda al presunto asesino del matrimonio de hace un tiempo, pero también se qué eres mejor en casos de divorcio ¿Alguna recomendación en cuanto a la pelea por cachorros?

—Omega con los cachorros, indiferente a la casta de los niños y que si hay algún problema, haya un psicólogo infantil en la sala—Hyejin asiente, le funciona bastante bien—. Si ves a Leedo, dile que-

— ¡Seonghwa! ¡Seonghwa! —Ambos dan un pequeño brinco, el espacio es tan callado que levantar la voz es un sacrilegio—. Hay un problema horrible—informa el recién llegado: Seoho. A Seonghwa se le hace raro. Normalmente no habla con él. Tienen una cordialidad bastante buena. Es el Omega de Leedo después de todo. No tiene oportunidad de preguntarle por él—. Le-Leedo está hospitalizado desde anoche.

Los balbuceos del Omega los hacen abrir los ojos con sorpresa y espanto. Hyejin y Seonghwa se dan un vistazo antes de volver al Omega estresado, uno ojeroso, pálido y que se nota en malas condiciones por la angustia.

—Él pregunta por ti desde que despertó. Por favor ven conmigo a verlo. No ha querido decirme nada de quién lo lastimó—Seoho toma a Seonghwa de la mano, apretándolo—. Por favor, por favor, debemos apurarnos, no quiero que vayan por él.

— ¿En dónde pasó? ¿Cuándo pasó...? Nos vemos luego, Hyejin—despide, Hyejin se despide diciendo "Más tarde lo llamaré para saber cómo está"—. Ayer temprano me habló por teléfono. Estaba bien.

—No lo estaba—Corrige Seoho—. Estaba muy estresado y me pidió que si no le hablaba en una hora, es porque algo le había pasado ¡Y fue así! ¡Si no me hubiera dicho eso se habría desangrado! ¡él...!

Seonghwa se detiene y le frota con cuidado la nuca, haciéndolo relajarse un poco y que no se ponga a llorar a mitad de un despacho de abogados y con todos mirando. Seoho se fuerza a estar tranquilo y con ello, Seonghwa se pregunta cuan malo podría ser el estado de Leedo.

Es malo.

Muy malo.

Ni siquiera se imagina como un ser humano es capaz de dejar a otro así de mal.