Do you promise...? || YunGi

28. Omega con colmillos expuestos

Seoho llora cuando están en la habitación del hospital. A pesar de que no es grave ni fulminante, ver a su pareja tan golpeado es destructivo para cualquiera. Seonghwa puede decir que lo entiende. En esas raras ocasiones donde hay altercados violentos y Hongjoong ha salido mal, un infarto es lo más leve que ha sufrido.

La vez que le dispararon en el pecho y estuvo en coma una semana aún ronda sus pesadillas.

— ¿Leedo? ¿Qué sucedió?

Leedo apenas logra fijarse en Seonghwa. Uno de sus ojos vendado, así como casi toda su cabeza. La piel herida con cremas para rebajar la hinchazón, así como el moretón. Seonghwa levanta al sábana para exponer el pecho del herido y ahí hay un procedimiento médico que no conoce en lo absoluto.

—C-casi le aplastan el pecho. Sus costillas peligraban con atravesar sus pulmones. —notifica Seoho y Seonghwa sorbe aire.

—Hwan...

—¿Disculpa?

—Hwan... jooon... Hwan...—Leedo trata de hablar, su mandíbula desencajada y mente nublada por el sedante se lo impiden. Seonghwa se sienta, dándole su tiempo. Ignoró por unos minutos la vibración en el la celular—. Joon... ataq- ani... mal...

— ¿Hwanjoon te atacó? ¿Eso es lo que me quieres decir? —Leedo mueve la mano derecha, dando una afirmativa. La única parte de que cuerpo que no parece afectada—. ¿Pasó ayer en la última reunión que iban a tener? —Correcto—, Dime, Leedo ¿Esto es por el tema de su hijo Omega? —De nuevo, correcto—. Este ataque es porque-

La habitación de la sala es abierta. Un hombre trajeado y de gesto pedante entra a la habitación. Seoho los apura a salir, quejándose de ello. Seonghwa saca su celular, leyendo el mensaje que Hongjoong le dejó. Apenas tiene oportunidad de leer la mitad del documento.

— ¡No pueden pasar! ¿¡Qué no ven que casi lo matan!? ¡Él...!

—Él está siendo demandado por Song Hwan-Joon debido a falta de profesionalismo y rompimiento de confidencialidad. Además de ello, traicionar los valores éticos de su profesión—anuncia el abogado y tras él, un par de agentes de policía que no pueden estar más incomodos—. Será trasladado a otro centro médico, uno que esté mejor equipado para una persona como él. Sáquenlo.

Seonghwa no espera ni un instante para intervenir:

—No pueden sacarlo. No tiene el poder de hacerlo cuando no es nada que se haya demostrado. Es una acusación severa—recrimina con firmeza y los agentes se quedan incómodamente de pie. No tienen como discutir aquí. En lo que ha ellos respecta, ambos abogados tienen razón y al misma tiempo tienen una sospecha sobre lo raro del asunto. Lo apurado que fue la orden de su superior así como la urgencia de aislar a Leedo—. Por no mencionar que ha sido incapaz de dar el nombre de su atacante—Seonghwa rodea la camilla—. ¿Quién aprobó esta moción?

—El General-

—Ah ¿De casualidad el General Oh? —pregunta con sonrisa pedante y brazos cruzados—. Lamento decir que su interferencia solo justifica más mis motivos para interpretar sospechosa esta detención... Puedo asumir que viene del nuevo bufete de abogados de Song Hwan-Jon... casualmente con quien mi compañero iba a trabajar, con quien se iba a reunir y la última persona con la que estuvo antes de acabar así—El contrario no dice nada, sabiendo que cualquier excusa podría ser perfectamente manejada por el Omega—. Su demanda permanecerá congelada hasta que el acusado pueda responder. Supongo que lo sabe ¿O no?

—Lo tengo presente—Seonghwa da una risilla despectiva—. Sin embargo, no es su cliente y es necesario-

—Una atenta vigilancia sobre él, por supuesto. Después de todo: miren como quedó y aún no hay culpable al cual señalar. Estoy impaciente a que puede hablar de nuevo y nos diga quién lo dejó tan mal. —admite indiscreto y el otro abogado da un gruñido de mal humor.