Do you promise...? || YunGi

13. Información recopilada

Mueve el cuello y suspira agobiado. Hoseok le dejó una bolsa con ropa de Wooyoung. Ropa sucia, más específicamente. Es justo lo que necesita para evitar que Mingi se muera de depresión antes de llegar a cualquier conclusión. No quiere complicar de más su vida como para sumar a un acusado ausente.

Entra al pequeño departamento y lo encuentra tal como lo dejó temprano. Ni siquiera halla señales de que haya comido otra cosa aparte de lo reportado por Hongjoong. Da toques a la habitación y el escucha un gruñido leve. Al abrir, sacude la mano y arruga la cara.

¿¡Se murieron sus abuelos o su madre de nuevo!? ¿¡POR QUÉ HUELE TAN MAL!?

Debe admitir que nunca había estado en presencia de un Alpha deprimido. No ha este nivel tan peligroso. Enciende la luz, encontrando que Mingi rompió el colchón para poder entrar en el relleno y sentirse en un nido. No se atreve a decir nada ala respecto a pesar de que el pensamiento es muy obvio:

Qué puto desastre, ahora tengo que pedir otro colchón.

Se sienta en uno de los bordes, consigue despertarlo. El Alpha adolescente entreabre los ojos y le mira con recelo, expuesto en su esencia. Yunho le da un par de palmadas en el brazo que distingue entre relleno y telas. Ni siquiera se imagina como no le molestan los resortes-

—Ah, los quitó—dice en voz alta. Nota el metal en el piso. Supone que si tuvo fuerza para abrir la tela, también para sacar el metal—. Ummm... traje la ropa que te prometí—Levanta la bolsa de tela y Mingi abre del todo los ojos. Dilatados y dando pequeños chillidos perrunos: igual a un cachorro herido—. Así vas a sentirlo más cerca.

Mingi la toma rápido, abrazándola y escondiéndose entre la tela. Yunho exhala, agotado y algo agobiado. Le vuelve a palmear, esta vez en la espalda.

Ahora el hijo de puta es tierno. No puede ser. Después de dejarnos sin nariz.

—Estaré investigando algunos testigos y posibles soportes para este caso. Pórtate bien. con suerte, podré hacer algún espacio para que veas a tu hermano... o puedas llamarlo—informa Yunho y Mingi vuelve a sacar medio rostro de su escondite—. Disfruta de tu nido.

Mingi percibe que hay algo raro en la bolsa. Suena a que hay papel dentro. Tal vez un mensaje.

—Gracias...

Yunho se gira, estando en la entrada de la habitación.

—No hay de qué. Si tienes algo que decir, puedes llamarme. Estoy atento a cualquier problema, confesión. Lo que necesites. —-promete y Mingi se sonroja.

Yunho desconoce la razón, inconsciente a que no es el mejor momento para ser muy amable y cercano con alguien. Es contradictorio al mismo tiempo que muy cierto.

Yunho se retira y Mingi queda a solas. Revisa la bolsa, metido hasta el fondo de su escondite improvisado. Es capaz de leer las letras hechas con tinta negra:

Ya entrevisté a Kim Nam-Joon, me dio varios nombres y voy a proseguir con la investigación al respecto. Tengo que insistir en que si quieres dar algún testimonio o información, estoy abierto a eso. Puedes hacer señales a la cámara y me enteraré.

Volveré cada lunes para dejar comida. Tienes que comer. De otra forma, no podrás ver a tu hermano y él está preguntando por ti. Quiere verte tanto como tú a él.

Un equipo de servicios sociales lo investigó y por lo poco que me dieron a saber, hay la alta posibilidad de que deba ser separado de tu padre. En caso de suceder, necesitará a su hermano mayor. Piensa muy bien cómo quieres proceder.