Capitulo 6

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Alessandro Lovicov.

Me bebo el último trago que le quedaba a la botella de vodka de una sola vez, las lágrimas inundan mis ojos de tal forma en la que comienzo a ver doble.

Sostengo la puta nota que me dejo cuando ella me abandonó. La guardé todos estos años para recordarme que ella me había dejado.

Estos tiempos sin ella,  fueron difíciles, hice lo imposible para olvidarla, para dejar de pensar en ella, me enfoque en el trabajo y en la mafia, era lo único que mantenía con la cabeza ocupada para no consumir me en la ardiente soledad que implicaba el que no estuviera a mi lado.

Quizás sí, la secuestre, la traje aquí ahora en contra de su voluntad, sin saber si quería regresar, cosa que no estoy tan seguro de saber.

Pero tampoco se si ahora fue buena idea traermela para acá aún cuando solo la estaba protegiendo.

La cabeza me da vueltas y la duda de si ella me ama o si alguna vez lo hizo al menos, me carcome por dentro peor que si me hubieran pegado un tiro en el pecho.

Arde como la real mierda en la que me revuelco ahora mismo.

Me vale verga lo que crean, los chismes, eso no me interesa, pero el hecho de que estaban comentando se algo que es cierto y que niego aún creer me fastidia y mucho.

Me duele como la mierda y se que estoy malditamente jodido porque haré cualquier cosa que esa mujer me pida.

Siempre ha sido así.

Haré lo que sea que me pida, lo que pueda para hacerla feliz, matare, morire o vivire por ella siempre y cuando me deje hacerlo.

Y aunque no estemos juntos, siempre podrá contar conmigo.

Laura Smith no es solo la Reina de la Bratva y mi esposa, sino también mi talón de Aquiles y estoy dispuesto a matarme yo mismo si es que ella me lo pide.

Me comió vivo en el momento en el caí en la trampa mortal que es su boca, tanta belleza en ella ha sido mi perdición y mi salvación.

Agarro otra botella de vodka y la abro sirviéndome un trago el cual bebo sentado en un mueble de mi oficina.

Escucho la puerta abrirse y no me inmutó en mirar quien a entrado, solamente una persona entra sin tocar y es ella.

Mi esposa.

Mi mayor debilidad y salvación.

Laura Smith de Lovicova.

—¡Alessandro!—Su voz es suave y angelical como siempre.—

—No es un buen momento.—Digo, le doy otro trago a mi bebida.—

—No deberías de beber así, estas borracho.—

—¿A caso te importa?—Juego con el liquido que queda en el baso moviéndose de un lado a otro.—¿A que viniste?—

—Tenemos que hablar.—

—¿De qué? ¿Me vas a decir que me vas a abandonar otra vez?—Yo mismo le hecho sangre a la herida.—

—No...—

—¿Qué mierda quieres?—

Me levanto y tiro el vaso que contenía el trago de Vodka rompiéndose en mil pedazos al entrar en contacto con el piso, veo que se sobresalta y da paso a hacia un lado sus manos las lleva a la cabeza por miedo.

Me arrepiento una y mil veces haber hecho eso, pero ese mismo miedo es el que yo tengo de que me vuelva a dejar cuando más la necesito.

—¡Hey hey!!!—Me le acerco, pero me evade dando un paso más atrás.—Perdóname yo...—

Me le acerco y la cargo estilo princesa y suavemente la saco de la habitación llena de vidrios para que no se corte.

Esconde su cabeza en mi cuello y me siento una mierda por haberla asustado así.

No decimos nada, pero si escucho un par de sigilosos soyosos provenientes de ella que me arrugan el corazón.

Subo y la llevo hasta su habitación, la dejo suavemente sobre la cama, la habitación esta un poco a oscuras pero al acariciar su mejilla puedo sentir la humedad en ellas.

Estoy por irme pero sujeta mi mano suavemente evitando que de un solo paso más.

—No te vallas.—Me dice.—¿Por que no te quedas esta noche?—

No digo nada, solo rodeo la cama encaminando hacia la esquina opuesta a la que acosté a Laura, me siento en ella y quiero decirle algo, realmente me siento mal, pero al mismo tiempo no quiero volver a cagarla y será mejor que hablemos mañana cuando los rastros de alcohol en mi sistema hayan disminuido.

—¡Lo siento Laura!—Es lo único que digo antes de acostarme a su lado.—

Su cuerpo está de espaldas a mi, me muevo quedando cerca de ella, tanto que casi logro persivir el calor que radia de su suave piel.

Quiero abrazarla.

No puedo quitar mis ojos de ella, y parece notarlo porque se mueve un poco.

—¡Abrázame!—

Me sorprenden sus palabras es como si me leyera la mente pero no me hago esperar, mi cuerpo reacciona como si este cumpliera su petición por si solo.

Me pego más a ella y llevo mi mano hacia ella sintiendo la electricidad que siempre siento al tocarla, recorriendo mi mano mientras que toco su cintura hasta dejar mi mano quieta en su abdomen, una de sus manos acaricia la mía hasta llegar a mis dedos entrelazandolos con los suyos me hace sentir en paz.

Mis labios tocan la suave, blanca y delicada piel de sus hombros al depositar un pequeño beso en ellos, mi mano se mueve a causa de su respiración que comienza a ser más lenta. Me impregno del olor de su suave y hermoso cabello rubio. Me permito cerrar los ojos volviendo todo a mi alrededor en pura oscuridad.

Me dejo undir en el sueño a causa del cansancio de los acontecimientos del día de hoy más el alcohol en mi sistema.

No reprimo el quedarme dormido pensando en la mujer que yace dormida entre mis brazos.

















Hola mis amores

¿Qué tal están?

Alguno tiene idea de por qué Laura lo abandonó?

Vieron la reacción que tuvo Alessandro?

Aún le duele eso.

Pero no todo es tal como parece y ya verán por qué lo digo.

Jeje.

Capitulo corto, ya se, el próximo intentaré hacerlo largo aunque no prometo nada

No se cuando vuelva actualizar, pero estén atentos jeje.

Los quiero 😋 

Amarte Otra Vez [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora