Capitulo 21

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Mis músculos y pecho se contraen, mis vías respiratorias se tupen, mis pulmones arden por la insuficiencia de oxígeno, la garganta seca está hecha un nudo el cuál ahoga hasta el más pequeño sonido que emite mi quebrada voz.

Mis ojos, son como esa cascada en una noche de tormenta que no parece querer cesar nunca, mi corazón se paraliza y mi cuerpo se congela al punto de que no obedece nisiquiera las indicaciones que mi cerebro le envía.

Mis piernas tiemblan y estoy segura de que si no fuera por Artem que me sujeta ya hubiera caído al piso, las fuerzas se me escapan de mí, pero no dejo de gritar inútilmente gastando las energías aún cuándo sé, que él no me escuchará.

Mi cordura y pensamiento lógico se esfumaron en el momento en el que lo vi descender hacia la casa que se ahoga por el fuego.

—¡Eross..!—Digo bajamante y despacio mi garganta arde, y mis intentos por liberarme siguen teniendo el mismo nulo resultado que las veces anteriores.—¿Por qué?—

Aprieto mis ojos ante la molestia de más lágrimas en ellos empañando mi visión y una brisa fría golpea mi rostro haciendo que el olor a humo me haga confundir.

La casa podría explotar en cualquier momento y el aún no sale.

—¡Eros sal de ahí maldita sea!—Grito.—¡Alessandro!!—Soyoso.—¡Sueltame Artem carajo quiero ir por mi esposo!—

—¡Tranquilízate!—Me pide en vano.—

Se que me quiere proteger porque entre otras cosas, es su deber, pero en el fondo sabe que no es lo mejor para mi, más, sabe que lo asesinare lenta y dolorosamente solo para que sienta la mitad del dolor que siento en este momento.

Mi cuerpo se sacude al ser tantas las personas que intentan hablarme y tranquilizarme al mismo tiempo, la cabellera de mi mejor amiga aparece frente a mi pero la ignoro completamente negandome a quitar mi vista del lugar vuelto en llamas por la que mi esposo entró hace solo unos instantes que para mí han sido más que una eternidad.

La incertidumbre de si esta vivo o...perdido se me atasca en el estómago y Maldigo una mil veces no haber podido detenerlo.

¿Qué hago si no lo vuelvo a ver? Tal vez debí haber aprovechado más el tiempo en su compañía. Quizás, si no lo hubiera abanadonado hace cinco año nada de esto hubiera pasado.

O tal vez solo me estoy apresurado a los acontecimientos. Pero si me estuviera apresurado, ya hubiera visto alguna señal de que está bien. Más, tampoco es que tenga la certeza de lo contrario, pero quiero comprobar yo misma que esta bien, y traerlo agarrado de una oreja para después castrarlo por haberme dado el susto de mi vida.

Aunque al castrarlo estaría privando al mundo de un hombre que en verdad sabe como complacer a una mujer en la cama.

Pero son las consecuencias a las que tendrá que enfrentarse por haberme sufrir este suplicio.

Percibo el como me pecho comienza a ser martillado por los latidos de mi asustado corazón casi muerto, al compás que mi respiración comienza a entrar por mis vías respiratorias al mis ojos interceptar la figura de Alessandro saliendo de la casa con un objeto en la mano que intenta ocultar.

Estoy segura de que piensa que nadie notó eso, pero se equivoca, yo si lo he notado.

Todos corren hacia él, mientras que yo solo me quedo observando lo que acaba de hacer por rescatar ese pañuelo.

Oculta el pañuelo color blanco y negro para que nadie lo vea y varios recuerdos pequeños invaden mi cabeza.

Intento terminar me mi taza de café en el restaurante en el que he comido para irme, pero mi momento tranquilo y relajante del día es interrumpido por un hombre que hace que tire mi taza de café al suelo cuando me toma del brazo abruptamente haciendo que me levante de mi lugar, mi piel arde donde unas gotas de mi café han caído, pero no tengo tiempo de reaccionar cuando el robusto hombre que ha puesto fin a mi tranquilidad ya ha tomado mi boca con la suya con gran posesión.

Amarte Otra Vez [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora