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-Falta poco para que reviva - dijo Lucius - cuando llegue querrá reclutar a Draco y Astoria y si Bellatrix escapa de la prisión como lo tenemos planeado querrá que Amelie haga parte de los mortifagos.

-Y si escapamos?, sabes que esto no es bueno para los niños- dijo Narcissa mientras miraba el patio de la casa.

-Estas loca mujer, si escapamos nos mataran y no creo que quieras eso para Astoria y Draco, Amelie no podrá escapar su madre la matará si lo intenta.

-¡¡Pero qué más quieres que hagamos!! -dijo Narcissa mientras se levantaba bruscamente de su asiento- TODO ES TU CULPA- señaló a Lucius que mantenía una mirada fija en su esposa - SI NO ME HUBIERA CASADO CONTIGO JAMÁS ME HUBIERA PASADO ESTO, MIS HIJOS NO SUFRIRÍAN, TODO ES TU MALDITA CULPA, TU CODICIA HA CAUSADO TODO SOLO POR TENER FAMA Y PODER NOS METISTE EN ESTOS PROBLEMAS.

Ante aquellas palabras Narcissa salió de la habitación, Lucius con una mirada triste se quedó mirando a través de una ventana.

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- Fleur Delacour - estiró la mano la rubia.

- Amelie Lestrange - saludo - un placer.

- Una Lestrange? Mis padres eran amigos de tu mama, espero llevarnos bien.

Decente, pero para nada ingenua, puede servirme más adelante pensó la Lestrange, no le gustaba utilizar a la gente, pero sabía que en Beauxbatons su vida sería muy díficil.

- Por lo que veo estás en segundo año, si necesitas ayuda estoy en la casa de Minuit.

- Gracias por la información.

La rubia se alejó mientras hablaba con unas amigas.

Amelie observó cómo Fleur Delacour se alejaba, su mente ya maquinaba posibles escenarios y estrategias para su futuro en Beauxbatons. Sabía que necesitaría aliados y contactos si quería sobrevivir y prosperar en ese ambiente tan distinto al que estaba acostumbrada. Con una determinación renovada, se dirigió hacia su próxima clase, pensando en cómo podría aprovechar al máximo las oportunidades que se le presentaran.

Los días pasaron, y Amelie se encontró cada vez más inmersa en la vida escolar de Beauxbatons. Aunque al principio se sintió un poco fuera de lugar, pronto empezó a hacer amigos y a adaptarse a su nuevo entorno. Entre ellos, destacaba su amistad con Fleur Delacour, quien resultó ser una aliada invaluable.

Fleur le presentó a otros estudiantes influyentes y le dio consejos sobre cómo moverse en el complicado mundo de Beauxbatons. Gracias a sus conexiones, Amelie empezó a ganar reputación y respeto entre sus compañeros, lo cual le abrió puertas antes cerradas. Se convirtió en una figura prominente en la casa de Minuit, siendo admirada por algunos y temida por otros.

Sin embargo, a pesar de su éxito aparente, Amelie no podía evitar sentirse inquieta. Sabía que su apellido, Lestrange, era una carga pesada que llevaba a cuestas. Aunque había intentado mantenerlo en secreto, algunas personas en la escuela ya habían empezado a asociarla con su familia. Esto la ponía en una posición delicada, ya que no quería ser juzgada por los errores de sus parientes.

Para contrarrestar esta percepción negativa, Amelie se esforzó por demostrar que era diferente de los Lestrange anteriores. Se destacó en sus clases, participó en actividades extracurriculares y ayudó a sus compañeros en todo lo que pudo. Quería que la gente la conociera por quien era ella, no por su apellido.

A medida que pasaba el tiempo, Amelie se encontró cada vez más involucrada en los asuntos de la escuela. Se unió al club de duelo, donde demostró ser una competidora formidable, y se unió al comité estudiantil, donde trabajó para mejorar la vida escolar de sus compañeros. Su dedicación y liderazgo no pasaron desapercibidos, y pronto fue elegida como prefecta de su casa.

Sin embargo, a pesar de todos sus esfuerzos, Amelie seguía luchando con sus propios demonios internos. A menudo se encontraba preguntándose si realmente podía escapar del legado oscuro de su familia, o si estaba condenada a repetir los mismos errores una y otra vez. Temía que su destino estuviera predeterminado por su sangre, y que nunca pudiera escapar de la sombra de los Lestrange.

Pero a pesar de estas dudas persistentes, Amelie se negó a rendirse. Sabía que tenía el poder de elegir su propio camino en la vida, y estaba decidida a forjar su propio destino, independientemente de las expectativas de los demás. Con cada paso que daba, se acercaba un poco más a encontrar la verdadera libertad que tanto anhelaba.

Y así, con determinación y coraje, Amelie Lestrange continuó su viaje en Beauxbatons, enfrentando desafíos y adversidades con valentía y determinación. Aunque el camino hacia la redención no sería fácil, estaba decidida a seguir adelante, con la esperanza de algún día encontrar la paz y la redención que tanto ansiaba.

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Holii, como están aquí un nuevo capítulo, les gusta la historia?
Piensan que lo que Amelie está haciendo sobre conocer nuevas personas para utilizarlas este bien?
Y sus esfuerzos para que el pasado de su linaje no intervenga con su futuro dará frutos?
Lucius y Narcissa se están preparando para lo peor, hasta un próximo capítulo.

Luces y Sombras en Hogwarts: El Camino de AmelieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora