Capitulo sencible
Lees bajo tu responsabilidad
Narrador:Astoria Mlafoy
---Astoria Narcissa Malfoy Black. Este es mi nombre, y en estos momentos desearía ser un simple muggle para tan solo poder escapar de mi vida miserable.
Quería ser fuerte, pero no pude. Mi prima no la pasa tan bien como yo y evité llorar enfrente de ella, pero no puedo. Me es imposible retener todo ese mar de emociones que me invaden.
Un día salí a la terraza. Hacía viento y el sol ya se ocultaba. Aquel lugar estaba despejado y, a lo lejos, se podía escuchar el canto de los pájaros. Me acerqué tanto que ya no era capaz de mover mi cuerpo a mi voluntad.
Intenté morir saltando de la terraza, pero mi prima me detuvo y, con unas palabras y lágrimas, me dijo: "Astoria, vive. No te rindas, porque si te rindes yo caeré. Sé que sufres, pero por favor, aguanta. Saldremos juntas de esto. Por favor, no te vayas. Por favor". Su cara estaba empapada de lágrimas y me rogaba que no me muriera. Me sentí bien por un momento. Tener a alguien que te quiere tanto y no quiere verte sufrir es lindo.
Los días pasaban y sabía que volvería a Hogwarts, pero primero tendría que terminar el año que cursaba en Beauxbatons.
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No me encanta escuchar conversaciones ajenas, pero mientras pasaba, vi la gran oficina de mi padre y ahí estaba la misma figura encapuchada que nos hizo la Marca Tenebrosa a Amelie y a mí. Aquella figura era muy delgada y se podía ver que era tan alta como mi padre. Miré bien a la figura y, de un momento a otro, sentí una mirada penetrante. Era de aquella figura. Me asusté tanto que salí corriendo del lugar. Sin duda, él había regresado y tenía miedo...
Cuando regresé de Beauxbatons, ya lo había visto unas cuantas veces, pero jamás me pregunté quién era hasta ese día...
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Muerte...
Muerte...
Muerte...
Es todo lo que pienso.
Falta una semana para regresar a Francia y siento que podré respirar paz por unos momentos, pero no será para siempre.
Tengo muchas cartas de mis amigos George, Blaise, Theo y Cédric. Son un montón, ocupan la mitad de mi escritorio de mi habitación, pero no tengo energía para contestar. No quiero darles explicaciones.
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Mi habitación es linda. Sus paredes están pintadas de un color rosa claro. Hay fotos familiares y cuadros. Mi cama es grande y muy cómoda, con sábanas rosadas igual que las paredes. Está mi escritorio y unos sillones aparte. Además, hay un baño privado. Es muy cómodo y ahora es el único lugar donde puedo descansar por unas horas.
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He cambiado, mucho. Mi vestimenta, que antes era de colores alegres, ahora solo es negra. Mi cuarto, sus paredes son negras y ya no hay nada de color. Las ventanas siempre cerradas y nadie puede entrar. Mi madre hizo un hechizo donde solo podían entrar personas con buenas intenciones, y es por un suceso que pasó hace poco, donde un mortífago se iba a sobrepasar conmigo. Mi prima también tiene un hechizo y lo agradezco mucho.
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Cinco días. Falta poco para irnos con mi prima y estoy feliz. Podré ver la luz por un lapso corto de tiempo.
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Tres días. Ayer hubo una reunión. Tuve que soportar toda esa tensión y todavía me pregunto por qué Draco no tiene la marca.
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Dos días y quise responder todas esas cartas que tenía. Cedric me contó que el año que viene quiere participar en el Torneo de los Tres Magos. Le escribí que podría ser peligroso, pero está decidido y no creo poder hacer que recapacite, pero no me daré por vencida.
George, por su parte, también quiere, pero casi no hablamos del tema. Me contó sus vacaciones y que me extrañaba mucho. Yo también lo extraño y quisiera decirle todo lo que me ha pasado, pero es como si mi cuerpo me impidiera escribir. Hablé con Amelie sobre eso y dice que también le pasa. Tal vez nos hechizaron para no decir nada. Ja, qué idiotas.
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Un día. Empecé a empacar en los baúles: libros, mi giratiempo, varita indispensable, uniforme, ropa informal (aunque ahora solo tengo pantalones, camisas y vestidos negros y casi todo es formal), pergaminos y tinta para escribir, y mi lechuza. Una capa. Tal vez escape unas cuantas veces de noche para visitar la ciudad.
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Por fin, es el día. Ya puedo volar, metafóricamente. Fuimos al traslador y me desorienté un poco. Bien, mi padre nos dejó en el colegio y se fue. Como llegamos un día antes, fuimos a acomodarnos en la habitación. Gracias a Merlín, mi padre pidió que Amelie y yo compartiéramos habitación por el resto de lo que quedaba del año escolar para evitar que alguien pudiera ver la marca.
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Maratón 5/5
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Luces y Sombras en Hogwarts: El Camino de Amelie
FanfictionLa tensión se palpaba en el aire mientras todos esperaban con nerviosismo la llegada de la Lestrange a Hogwarts. No solo pertenecía a una familia prestigiosa, sino que también era prima de los renombrados hermanos Malfoy, los "príncipes de Slytherin...