Aire libre

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El sol del mediodía bañaba el patio de la cárcel mientras los prisioneros disfrutaban de su tiempo al aire libre. Después de la biblioteca, Chiara se encontraba sola en el patio, perdida en sus pensamientos, cuando vio a Violeta acercarse hacia ella con paso decidido.

- Hola, Chiara. ¿Puedo sentarme contigo? - preguntó Violeta.

- Claro. - dijo Chiara con una media sonrisa.

Entre ellas se hizo un silencio, un silencio para nada incómodo.

- Violeta, hay algo que me intriga. ¿Por qué tienes tanto interés en conocerme? Eres conocida como una de las más fuertes y temidas en la cárcel, y algunas de tus amigas parecen querer hacerme la vida imposible. - soltó de repente Chiara.

Violeta se tomó un momento para reflexionar sobre la pregunta, sopesando sus palabras con cuidado antes de responder.

- Es cierto que tengo una reputación en este lugar, pero eso no significa que todos los rumores sean ciertos. La verdad es que he visto algo especial en ti, Chiara. Algo que va más allá de las apariencias y las etiquetas que nos ponen los demás. - dijo Violeta.

Chiara asintió, sintiendo un nudo de emoción en su garganta ante las palabras sinceras de Violeta.

- Gracias por decir eso, Violeta. Significa mucho para mí. Pero debo admitir que me preocupa un poco la actitud de algunas de tus amigas hacia mí. - explicó mientras miraba hacia donde estaban las amigas de Violeta.

Violeta suspiró, consciente del conflicto que había entre su deseo de amistad con Chiara y la lealtad hacia su grupo.

- Te entiendo, Chiara. Pero no te preocupes, en realidad no son malas, no te harán nada. - dijo intentando calmar a la chica.

Chiara sonrió, sintiendo un cálido alivio.


- VC, spirito
Maratón 1/2

Amor entre rejasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora