Violeta despertó al sentir los cálidos rayos de sol que se colaban por la pequeña ventana de su celda. Se estiró, dejando que la somnolencia se desvaneciera, y se preparó rápidamente para el día. Después de lavarse los dientes y calzarse, estaba a punto de salir de su celda para dirigirse a la cafetería, cuando vio una figura conocida acercándose a lo lejos. Su corazón dio un vuelco de alegría.
Chiara había solicitado permiso para entrar al sector de Violeta y, sorprendentemente, le habían permitido hacerlo. Al entrar en la celda, Chiara se lanzó a los brazos de Violeta, abrazándola y besándola con ternura.
- ¡Buenos días, mi amor! - exclamó Chiara, con una sonrisa radiante.
- Buenos días, cielo - respondió Violeta, devolviéndole el beso con igual entusiasmo.
Estaban hablando animadamente y con cariño, disfrutando de esos momentos preciosos juntos, cuando Chiara se percató de la presencia de Lara, quien acababa de despertarse. Denna ya había salido a desayunar, así que las tres estaban solas en la celda.
Lara, visiblemente incómoda, intentó mantener la compostura y sonrió tímidamente.
- Hola, Chiara - dijo Lara, intentando sonar casual.
Chiara, aún sorprendida, le devolvió la sonrisa.
- Hola, Lara. ¿Cómo estás?
Lara se encogió de hombros.
- Bien, gracias. ¿Y tú?
- Bien también - respondió Chiara, sin dejar de mantener una mano sobre la cintura de Violeta.
Violeta observaba la interacción con una mezcla de desagrado y celos, pero se esforzó por mantener la calma.
- Vamos, amor - dijo Violeta, apretando suavemente la mano de Chiara. - Bajemos a desayunar.
Chiara asintió, pero Lara no parecía tener intención de quedarse atrás.
- ¿Les importa si bajo con ustedes? - preguntó Lara.
Violeta apretó los dientes, pero antes de que pudiera responder, Chiara intervino.
- Claro, Lara. Ven con nosotras.
Las tres salieron de la celda y se dirigieron a la cafetería. Durante el trayecto, Chiara y Violeta continuaron conversando y riendo, mientras Lara intentaba no parecer intrusiva.
En la cafetería, se encontraron con Denna, Naiara y Ruslana, quienes ya estaban sentadas en una mesa.
- ¡Buenos días! - saludó Naiara alegremente.
- Buenos días - respondieron Violeta y Chiara al unísono.
Se sentaron a la mesa y comenzaron a desayunar. Lara, un poco apartada, se unió al grupo después de un momento, intentando integrarse en la conversación.
- ¿Qué tal durmieron? - preguntó Denna, mirando a las recién llegadas.
- Bien, gracias - respondió Chiara. - Aunque creo que Violeta tuvo unos sueños interesantes - añadió con una sonrisa pícara.
Violeta le lanzó una mirada cómplice.
- Tal vez - dijo, guiñándole un ojo a Chiara.
Lara, intentando sumarse a la conversación, preguntó:
- ¿Y cuáles son esos sueños tan interesantes?
Violeta levantó una ceja y, con una sonrisa forzada, respondió:
- Son privados, Lara.
Chiara, notando la tensión, intentó suavizar la situación.
- Hablábamos de un viaje que queremos hacer cuando salgamos de aquí - mintió.
- ¡Qué bien! - exclamó Naiara. - ¿A dónde quieren ir?
- A la playa - respondió Violeta, su rostro suavizándose al pensar en futuros felices.
La conversación continuó, aunque con momentos incómodos cada vez que Lara intentaba participar. Violeta se mantenía alerta, dispuesta a proteger su relación con Chiara, mientras Lara parecía cada vez más consciente de la delicada situación en la que se encontraba.
Después de un desayuno que pareció durar una eternidad para Violeta, las chicas se levantaron y se dirigieron a sus actividades diarias. Chiara tomó la mano de Violeta y le susurró al oído:
- Te amo, mi cielo. No dejes que nadie se interponga entre nosotras.
Violeta le devolvió el susurro con una sonrisa.
- Te amo más, mi amor. Y no te preocupes, no dejaré que nada ni nadie nos separe.
Con esas palabras, Violeta se sintió un poco más tranquila, aunque sabía que tendría que seguir enfrentando los desafíos que Lara representaba. Pero, con Chiara a su lado, estaba segura de que podrían superar cualquier obstáculo.
- VC, spirito
Maratón 3/4
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Amor entre rejas
FanfictionChiara, una joven impulsiva, es condenada a seis años de prisión por un homicidio del que se declara culpable. En la cárcel, se sumerge en un mundo desconocido, donde encuentra amistad y complicidad en otros reclusos. Pero es con Violeta, una enigm...