Los rayos dorados del sol se filtraban a través de los barrotes de la celda de Chiara, marcando el comienzo de un nuevo día en la cárcel. A pesar de la dura realidad que la rodeaba, Chiara se despertó con un destello de esperanza en el corazón, sabiendo que pronto se reuniría con su amada familia.
Cuando el guardia llamó a su puerta para llevarla a la sala de visitas, Chiara se sintió animada por la perspectiva de ver a sus seres queridos una vez más.
Al entrar en la sala, el rostro preocupado pero amoroso de su familia la recibió con una oleada de emociones encontradas.
- Hija, qué alegría verte. ¿Cómo estás hoy? - dijo Emma abrazándola.
- Estoy bien, mamá. Gracias por venir. - dijo aceptando el abrazo.
- Siempre estaremos aquí para ti, pase lo que pase. - dijo su padre colocando una mano el en hombro de su hija.
La sala se llenó de un silencio cargado mientras todos se acomodaban, esperando que alguien rompiera el hielo.
- ¿Cómo va todo aquí dentro? ¿Has hecho amigos? - preguntó su hermana, Jasmine.
- Sí, he conocido a algunas personas. Ruslana ha sido un gran apoyo para mí, y también he comenzado a entablar amistades con otras chicas.
- ¿Y los guardias? ¿Son tan malos como dicen? - está vez fue Joey quien habló.
Chiara reflexionó brevemente antes de responder, tratando de elegir sus palabras con cuidado.
- Algunos pueden ser difíciles, pero otros son más comprensivos de lo que uno podría pensar.
En ese momento, Violeta se acercó a Chiara, envolviéndola en un abrazo inesperado, dejó a todos en la sala sorprendidos, especialmente a la familia de Chiara, que observaba con curiosidad y cautela.
Chiara, quien había mantenido en secreto su amistad con Violeta durante los tres meses que llevaba en prisión, se sintió abrumada por la presencia de su amiga frente a su familia. Recordó cómo al principio había temido conocer a Violeta debido a su reputación en la cárcel, pero pronto descubrió que detrás de esa fachada de dureza se escondía una persona amable y comprensiva, al menos con ella y su círculo cercano de amigos.
Después del día en la biblioteca, donde Chiara había compartido momentos significativos con Violeta, comenzó a preguntarse por qué su amiga mostraba una actitud tan diferente hacia los demás reclusos. ¿Por qué parecía haber hecho una excepción con ella y sus amistades?
Mientras Chiara presentaba a Violeta a su familia, sintió cómo el peso de sus secretos se volvía más tangible que nunca. Las miradas significativas y las preguntas insinuantes de su familia la hicieron sentir incómoda, aunque no podía negar la chispa de esperanza que surgía dentro de ella al ver a Violeta frente a su familia.
- Familia, esta es Violeta. Es una amiga que he hecho aquí en la cárcel. - dijo Chiara con una sonrisa en la cara.
- Violeta, un nombre interesante. ¿Cómo te has hecho amiga de Chiara? - dijo Emma.
La mirada inquisitiva de su madre hizo que Chiara se sintiera aún más nerviosa, pero Violeta respondió con calma, como si estuviera acostumbrada a este tipo de interrogatorios.
- Nos conocimos en la biblioteca y desde entonces hemos sido amigas. Chiara ha sido una gran compañera. - contestó Violeta.
Las palabras de Violeta solo aumentaron la sospecha de la familia de Chiara, quienes intercambiaron miradas significativas entre ellos.
- Parece que ustedes dos se llevan bastante bien. - dijo el padre.
La tensión en la habitación era palpable mientras Chiara luchaba por encontrar las palabras adecuadas para explicar la complejidad de su relación con Violeta. Aunque sus sentimientos hacia su amiga eran ambiguos y confusos, no podía evitar preguntarse si su familia estaba comenzando a sospechar la verdad.
- VC, spirito
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Amor entre rejas
FanfictionChiara, una joven impulsiva, es condenada a seis años de prisión por un homicidio del que se declara culpable. En la cárcel, se sumerge en un mundo desconocido, donde encuentra amistad y complicidad en otros reclusos. Pero es con Violeta, una enigm...