La vida en la prisión seguía su curso, pero algo había cambiado para Chiara y Violeta. Desde el día en que confesaron sus sentimientos en la biblioteca, su relación había florecido, llenando sus días de pequeños gestos de cariño y momentos robados. No podían evitar ser más cariñosas y pasar más tiempo juntas, lo que no pasó desapercibido para sus amigas.
Denna, Naiara y Ruslana habían notado la creciente cercanía entre Chiara y Violeta. Las miradas cómplices, las sonrisas secretas y los roces accidentales no parecían tan accidentales. En más de una ocasión, habían intercambiado miradas y sonrisas sabiendo que algo estaba sucediendo entre sus dos amigas.
Una tarde, mientras se reunían en el patio, Naiara no pudo contener más su curiosidad.
- Oye, chicas, ¿no creen que Chiara y Violeta están más... cómo decirlo... juntas de lo normal? - dijo Naiara, lanzando una mirada significativa a Denna y Ruslana.
Denna asintió, sus ojos brillando con picardía.
- Totalmente. A veces parecen en su propio mundo. - agregó Denna, riendo suavemente.
Ruslana, más observadora y seria, miró a las otras dos antes de hablar.
- Es obvio que hay algo entre ellas. Solo que no sabemos exactamente qué. Pero estoy feliz si están encontrando algo de felicidad aquí dentro. - dijo Ruslana, siempre la voz de la razón.
Decidieron no presionar a sus amigas, esperando que Chiara y Violeta decidieran compartir su secreto por su cuenta. Sin embargo, no tuvieron que esperar mucho.
Una semana después, mientras las tres amigas paseaban por el jardín del recinto, se toparon con una escena que confirmó todas sus sospechas. Entre las sombras de un rincón apartado del patio, vieron a Chiara y Violeta besándose apasionadamente, ajenas a su alrededor.
Denna, Naiara y Ruslana se detuvieron en seco, sin querer interrumpir pero incapaces de contener sus sonrisas.
- ¡Lo sabía! - exclamó Naiara, su voz baja pero emocionada.
Chiara y Violeta se separaron bruscamente al escuchar la exclamación, sus rostros enrojecidos por la sorpresa y el rubor.
- ¡Chicas! Esto no es lo que parece... - comenzó Chiara, aunque claramente era exactamente lo que parecía.
Denna levantó una mano, riendo.
- No tienes que explicar nada, Chiara. De hecho, estamos muy felices por ustedes. - dijo Denna, su tono sincero y cálido.
Violeta, aún sonrojada, tomó la mano de Chiara, decidiendo enfrentar la situación con valentía.
- Supongo que ya no podemos ocultarlo más. Sí, Chiara y yo estamos juntas. Nos hemos dado cuenta de que lo que sentimos va más allá de la amistad. - confesó Violeta, su voz firme pero llena de emoción.
Ruslana dio un paso adelante, abrazando primero a Violeta y luego a Chiara.
- Nosotras ya lo sospechábamos. Lo importante es que se hagan felices. - dijo Ruslana, con una sonrisa.
Naiara, incapaz de contener su entusiasmo, abrazó a ambas con fuerza.
- ¡Esto es increíble! Sabíamos que había algo especial entre ustedes dos. Estoy muy feliz de que lo hayan descubierto y estén juntas. - exclamó Naiara.
Denna, con su actitud relajada, se acercó y les dio un golpecito en la espalda.
- Bueno, ahora que el gato está fuera de la bolsa, ¿qué les parece si celebramos? - sugirió Denna, guiñando un ojo.
Chiara y Violeta se miraron, compartiendo una sonrisa cómplice.
- Gracias, chicas. Realmente significa mucho para nosotras contar con su apoyo. - dijo Chiara, sus ojos brillando con gratitud.
- Sí, gracias por entender y estar felices por nosotras. - agregó Violeta, apretando la mano de Chiara.
- Siempre. Después de todo, somos una familia aquí, ¿no? - dijo Ruslana, mirando a sus amigas con cariño.
Y así, en medio de la dureza de la prisión, Chiara y Violeta encontraron no solo amor, sino también el apoyo incondicional de sus amigas, quienes celebraron con ellas este nuevo capítulo de sus vidas.
- VC, spirito
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Amor entre rejas
FanfictionChiara, una joven impulsiva, es condenada a seis años de prisión por un homicidio del que se declara culpable. En la cárcel, se sumerge en un mundo desconocido, donde encuentra amistad y complicidad en otros reclusos. Pero es con Violeta, una enigm...