Después de un mes en la hermosa luna de miel en Las Maldivas, Chiara y Violeta regresaron a casa. La rutina diaria parecía más emocionante ahora que habían fortalecido aún más su relación durante aquel viaje inolvidable. Una noche, mientras estaban en el sofá viendo una película, Violeta decidió compartir un pensamiento que llevaba un tiempo rondando en su cabeza.
- Chiara - comenzó Violeta, apagando la televisión y girándose hacia su esposa. - Hay algo que he estado pensando mucho últimamente y quiero hablar contigo.
- ¿Qué pasa, amor? - preguntó Chiara, preocupada por el tono serio de Violeta.
- Quiero un hijo contigo - soltó Violeta de golpe. - Quiero formar una familia contigo, Chiara.
Chiara se quedó atónita por un momento, procesando las palabras de Violeta. No había esperado una afirmación tan repentina, pero una sonrisa comenzó a formarse en su rostro.
- Violeta, eso es... increíble. Yo también quiero un hijo contigo. Quiero todo contigo - respondió Chiara, abrazando a Violeta con fuerza.
- ¿De verdad? ¿Lo dices en serio? - preguntó Violeta, con los ojos brillantes de emoción.
- Claro que sí. Vamos a hacerlo. - dijo Chiara, emocionada.
Al día siguiente, se dirigieron al hospital para informarse sobre los diferentes métodos de inseminación y fertilización disponibles para parejas del mismo sexo. Fueron atendidas por una doctora amable y comprensiva que les explicó todas las opciones y las guió en el proceso.
Pasaron las semanas siguientes en un torbellino de citas médicas y tratamientos. Aunque el proceso fue agotador emocionalmente, Chiara y Violeta se apoyaron mutuamente en cada paso del camino.
Unos días más tarde, después de varios intentos, Chiara se hizo una prueba de embarazo. Esperó pacientemente los minutos más largos de su vida, hasta que finalmente vio el resultado... positivo. Estaba atónita y feliz al mismo tiempo. Para estar segura, se hizo varias pruebas más, todas confirmando lo mismo: ¡estaba embarazada!
Chiara decidió que daría la noticia a Violeta de una manera especial. Preparó una caja con la prueba de embarazo y una pequeña prenda de bebé con la frase "Vas a ser mamá". Cuando Violeta llegó del trabajo, Chiara la recibió con una sonrisa en el rostro.
- ¿Puedes esperar en el salón, por favor? Tengo algo para ti - dijo Chiara, tratando de contener su emoción.
Violeta, intrigada, se sentó en el sofá. Chiara bajó las escaleras con una caja en las manos y se sentó junto a ella.- ¿Qué es esto? - preguntó Violeta, curiosa.
- Abre la caja y lo verás - respondió Chiara, con una sonrisa nerviosa.
Violeta abrió la caja y vio la prueba de embarazo junto con la prenda de bebé. Sus ojos se llenaron de lágrimas mientras leía la frase "Vas a ser mamá".
- ¿Es... es cierto? - preguntó Violeta, mirando a Chiara con incredulidad.
- Sí, amor. Estoy embarazada - respondió Chiara, mostrando las demás pruebas para confirmar la noticia.
Violeta no pudo contener las lágrimas y se lanzó a Chiara, abrazándola con fuerza.
- No puedo creerlo, vamos a ser mamás - dijo Violeta, sollozando de felicidad.
- Sí, y no podría estar más feliz de hacerlo contigo - respondió Chiara, acariciando suavemente la espalda de Violeta.
Esa noche, durmieron acurrucadas, con Violeta manteniendo su mano protectora sobre el vientre de Chiara. El futuro se veía brillante y lleno de nuevas aventuras para las dos.
Los días siguientes estuvieron llenos de planificación y emoción. Chiara y Violeta comenzaron a preparar la casa para la llegada del bebé, decorando una habitación como el futuro cuarto del bebé y comprando los primeros artículos necesarios.
- Mira esta cuna, es perfecta - dijo Chiara, señalando una hermosa cuna de madera en una tienda de bebés.
- Lo es. Nuestro bebé va a tener todo lo que necesita - respondió Violeta, sonriendo.
Las noches las pasaban hablando sobre sus sueños y planes para el futuro, imaginando cómo sería la vida con su hijo.
- ¿Has pensado en nombres? - preguntó Violeta una noche, mientras estaban tumbadas en la cama.
- He pensado en algunos. ¿Qué te parece Luca para un niño y Martina para una niña? - respondió Chiara.
- Me encantan ambos nombres. Luca y Martina... suenan perfectos - dijo Violeta, besando a Chiara en la frente.
- Estoy tan feliz, Violeta. Todo esto es como un sueño hecho realidad - murmuró Chiara, cerrando los ojos con una sonrisa.
- Y apenas estamos comenzando - respondió Violeta, acariciando el vientre de Chiara.
- VC, Spirito
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Amor entre rejas
FanfictionChiara, una joven impulsiva, es condenada a seis años de prisión por un homicidio del que se declara culpable. En la cárcel, se sumerge en un mundo desconocido, donde encuentra amistad y complicidad en otros reclusos. Pero es con Violeta, una enigm...