El avión aterrizó suavemente en la pista de un pequeño aeropuerto en Las Maldivas. Chiara y Violeta se miraron con emoción contenida, sabiendo que los próximos días serían inolvidables. Al salir del aeropuerto, fueron recibidas por un clima cálido y una brisa suave que acariciaba sus rostros.
- ¡Estamos aquí, finalmente! - exclamó Chiara, tomando la mano de Violeta.
- No puedo creerlo, este lugar es aún más hermoso de lo que imaginaba - respondió Violeta, admirando el paisaje de aguas turquesas y playas de arena blanca.
Un coche las llevó a su resort, un lugar lujoso con bungalows sobre el agua y vistas impresionantes al océano. Al llegar, fueron recibidas con bebidas de bienvenida y una cálida sonrisa por parte del personal.
- Bienvenidas a nuestro resort, señoritas. Espero que disfruten su estancia aquí en Las Maldivas. Si necesitan algo, no duden en decírnoslo - dijo el recepcionista con amabilidad.
- Gracias, estamos seguras de que será una experiencia increíble - respondió Chiara, sonriendo.
Las llevaron a su bungalow, un lugar acogedor y elegante con una terraza privada que daba directamente al mar. Dejaron sus maletas y se sentaron en la terraza, admirando la vista.
- Este lugar es como un sueño - dijo Chiara, respirando profundamente el aire salado del mar.
- Lo es. Y estoy tan feliz de estar aquí contigo - respondió Violeta, tomando la mano de Chiara y dándole un suave apretón.
Después de un breve descanso, decidieron cambiarse y darse un chapuzón en el agua cristalina. Se pusieron sus trajes de baño y salieron por la terraza, bajando una pequeña escalera que las llevaba directamente al mar.
- El agua está perfecta - dijo Chiara, sumergiéndose y riendo.
- Ven aquí - dijo Violeta, abrazándola desde atrás. - ¿No es esto exactamente lo que soñábamos?
- Sí, y es incluso mejor de lo que imaginábamos - respondió Chiara, girándose para besar a Violeta.
Pasaron la tarde nadando y explorando el arrecife cercano, maravillándose con los colores vibrantes de los corales y la diversidad de peces. Después de un rato, salieron del agua y se tumbaron en la terraza, dejándose secar al sol.
- Tengo hambre - dijo Chiara, mirando a Violeta con una sonrisa pícara. - ¿Te apetece algo?
- Definitivamente. Vamos a cambiarnos y a buscar algo delicioso para comer - respondió Violeta.
Volvieron al bungalow y se cambiaron, eligiendo ropa ligera y cómoda. Salieron del resort y encontraron un pequeño restaurante frente a la playa que servía comida local.
- Esto huele delicioso - dijo Chiara, mientras el camarero les servía platos llenos de mariscos frescos y frutas tropicales.
- Salud, por nosotros y por este hermoso viaje - brindó Violeta, levantando su copa de jugo de frutas.
- Salud - respondió Chiara, chocando suavemente su copa con la de Violeta.
La comida fue deliciosa, y pasaron el rato charlando y riendo, disfrutando de la compañía y del ambiente relajado. Después de comer, decidieron explorar un poco más el área, caminando por la playa y recogiendo conchas.
- Mira esta, es preciosa - dijo Chiara, mostrando una concha colorida a Violeta.
- Lo es, vamos a llevarla como recuerdo - respondió Violeta, guardándola en su bolso.
Cuando el sol comenzó a ponerse, decidieron regresar al resort para cenar en el buffet. El comedor estaba decorado con luces suaves y velas, creando un ambiente romántico y acogedor.
- Esto es perfecto - dijo Chiara, mientras elegían sus platos.
- Lo es. Y aún queda lo mejor de la noche - respondió Violeta, sonriendo de manera enigmática.
Después de una cena deliciosa y abundante, regresaron a su bungalow. Chiara estaba cansada pero feliz, lista para relajarse y descansar. Sin embargo, Violeta tenía otros planes en mente.
Al cerrar la puerta, Violeta tomó a Chiara por la cintura y la besó apasionadamente, empujándola suavemente contra la puerta.
- Violeta, ¿qué haces? - preguntó Chiara, sorprendida pero excitada.
- Quiero hacerte sentir especial, quiero que esta noche sea inolvidable - susurró Violeta, deslizando sus manos por el cuerpo de Chiara.
- Pero estoy cansada... - murmuró Chiara, aunque su resistencia comenzaba a desvanecerse.
- No me importa, sé que también lo quieres - dijo Violeta, besándola nuevamente con más intensidad.
Chiara sintió una oleada de deseo recorrer su cuerpo. Dejó de resistirse y se entregó al momento, correspondiendo a los besos de Violeta con la misma pasión. Las manos de Violeta exploraban cada rincón de su cuerpo, despertando sensaciones que hacían que Chiara se olvidara de todo lo demás.
- Te amo tanto, Chiara - susurró Violeta, mientras la besaba en el cuello.
- Y yo a ti, Violeta. Eres todo para mí - respondió Chiara, con la voz entrecortada por el deseo.
Se movieron lentamente hacia la cama, sin dejar de besarse y acariciarse. Violeta se tumbó sobre Chiara, mirándola a los ojos con una mezcla de amor y lujuria.
- Esta noche es nuestra, y quiero que sea perfecta - dijo Violeta, empezando a desvestir a Chiara con manos temblorosas pero decididas.
- Lo será, porque estamos juntas - respondió Chiara, ayudándola a quitarse la ropa.
Lo que siguió fue una noche llena de pasión y ternura, donde cada caricia y cada beso hablaban del amor profundo que compartían. Se amaron con la intensidad de quienes saben que cada momento juntos es un tesoro, y se quedaron abrazadas hasta que el cansancio finalmente las venció.
- VC, Spirito
No hay detalles básicamente porque nunca he escrito escenas subidas de tono y no sé cómo hacerlo. Tal vez en otras historias intente hacerlo.
Por cierto, me quedan 5 capítulos más para subir, 3 son extras, uno el final definitivo y el otro un final alternativo, entonces una vez subido lo que me falta, la historia ya habrá llegado a su fin 🫶🏻
Disfrutad <3
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Amor entre rejas
FanfictionChiara, una joven impulsiva, es condenada a seis años de prisión por un homicidio del que se declara culpable. En la cárcel, se sumerge en un mundo desconocido, donde encuentra amistad y complicidad en otros reclusos. Pero es con Violeta, una enigm...