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Charles

Siento como cada golpe que recibo me aleja cada vez más de esta vida, ya no quiero seguir. Con la poca fuerza que me queda corro, no se a donde, solo quiero salir de aquí.

El viene detrás de mi, más veloz, más fuerte y más enojado. Cuando creo que estoy a salvo, llega el, sigue golpeando hasta que ya no siento nada, solo quiero dormir.

Desperté con el corazón martilleando en mi pecho, el sudor frío empapando las sábanas a mi alrededor. La oscuridad de la habitación me rodeaba, y por un momento, no pude distinguir entre la realidad y el tormento de mi pesadilla.

Respiré profundamente, tratando de calmar los latidos frenéticos de mi corazón mientras el recuerdo de la pesadilla se desvanecía lentamente en el fondo de mi mente.

Me senté en la cama, dejando que la realidad de la habitación a mi alrededor me reconfortara. La luz del sol que apenas se asomaba se filtraba por las cortinas entreabiertas, pintando patrones de sombras en las paredes. Aferrándome a la sensación de seguridad que ofrecía la habitación.

Cuando mis latidos volvieron a la normalidad me adentro en la ducha para olvidar lo pasado. Al bajar a la cocina, Checo ya está ahí.

—Buenos días! ¿Cómo dormiste?—A veces no entiendo cómo la gente está de buen humor tan temprano.

—Mal, completamente mal.

—¿Te caíste de la cama o que?

—Eso hubiera sido mejor, tuve una pesadilla.

—¿Sobre que?

—Sobre el—Con solo mirarme ya sabe a qué me refiero.

—Hmm, ¿Quieres hablar sobre eso?

—No, solo quiero olvidarlo.

—Bueno, cambiando de tema uno mucho mejor y otro no tanto, hoy comienzas a trabajar. Ya eres un adulto—Finge limpiarse una lágrima—Creces tan rápido.

—Si, solo me preocupa lo que dijo Lando, no quiero quedarme sin trabajo.

—Eso no va a pasar, eres muy bueno en casi todo, sin importar lo que te ponga a hacer, lo harás bien.

—¿En casi todo? Soy bueno en todo.

—Intenta de nuevo atrapar a Tango y luego hablamos—Tango, ese pequeño perro me hizo correr 7 calles después de dejar la puerta un poco abierta, maldigo a Lance por no sacarlo a pasear muy seguido.

—En mi defensa, es un caso perdido.

—Aja, si.

—¿Cuál es el otro tema no tan bueno?—Cambio de tema antes de que me siga humillando Tango.
—Me voy.

—¿Que?¿A dónde?.

—Tranquilo, solo un pequeño viaje a Ibiza.

—Define pequeño y ¿Con quién? Porque tú solo no te atreves a salir del país.

—Solo una semana iré con un amigo.

—Un amigo simplemente o tu nuevo ligue.

—No es un ligue y me arrepiento de haberte enseñado esa palabra, no te la sacas de la boca como si fuera  verga.

—Si es tu ligue, ya acéptalo.

—QUE NO!! y mejor come antes de que le ponga veneno.—Si es su ligue.

Cuando termino de comer y seguir enfadando a Checo, salgo de casa rumbo a Sainz Industries.

Llegó directo a lo que será mi zona de trabajo, uno de los escritorios en el último piso y que hace unos días ocupaba otra persona. Lucero me entrega todo lo relacionado a mi trabajo y comienzo a realizar las actividades que tengo que hacer.

A media mañana me llama el Sr. Sainz. Antes de entrar, Lucero me advirtió que está enojado, rezo para no terminar despedido.

—¿Que necesita Sr. Sainz?

—Voy a trabajar hasta tarde, tráeme un café a 55 °C con dos Splendas y un flan de exactamente 125 gramos. Tienes hasta las 12.

—Señor, faltan 40 minutos para las 12.

—Tambien busca a uno de los arquitectos, se llama Max Verstappen y date prisa Leclerc.

Con un nudo en el estómago, salí disparado hacia la ciudad, decidido a encontrar todo lo que el Sr. Sainz necesita antes de que se agotare el tiempo. Corrí de una tienda a otra, con el sudor frío goteando por mi frente mientras el reloj continuaba su implacable tic-tac. Quiza solo sea un café y flan pero exactamente tiene que ser de cierto local y a cierta temperatura, no puede ser alguien normal.

Con el corazón palpitando en mi pecho, finalmente reuní lo que pidio y me dirigí de vuelta a la oficina, con el tiempo justo.

Antes de entregar el encargo a el Sr. Sainz busco al arquitecto y para colmo no estara aquí durante una semana.

—Su café y su flan Sr. —Parece estar más calmado, por suerte.—El Sr. Verstappen no estará aquí durante una semana.

—¿Quién autorizó que se fuera?—Adios a la calma.
—Usted Sr.

—Ya no necesito más, vete.

Salgo de ahí, una sonrisa se formó en mi rostro, un gesto propio de aprobación que me llenó de alivio y satisfacción. Había cumplido con su exigente solicitud, demostrando mi valía una vez más.

Continuo con mi trabajo el resto del día y vuelvo a casa. Hay una nota en la puerta.

Charles.
Hay suficiente comida para toda la semana en la nevera, no cocines a menos que sea muy necesario.
Evita quemar la casa, quiero volver y que aún esté intacta.

PD: Deje un poco de dinero en tu cuarto, diviértete.

Checo ;)

Checo sabe que si entro a la cocina no va a terminar bien, sinceramente agradezco la comida, apenas y me queda energía para calentarla.

Cuando termino de cenar y lavar lo que use, me ducho y caigo directo en mi cama.

                                              「」

Tarde pero llegó el capítulo.

Con quien creen que se irá Checo de viaje?

Si tienen alguna duda o sugerencia no duden en decírmelo.

LEC16SAI55 🫶🏻.

Obra Del Destino || CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora