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Charles

El avión aterrizó suavemente en el aeropuerto, y con el habitual zumbido de los motores apagándose, se anunció el final de nuestro viaje de trabajo.

Miré a mi Carlos, que estaba sentado junto a mí, ocupado guardando su laptop en el maletín. Era increíble cómo el tiempo podía transformar la percepción de alguien. Cuando iniciamos este viaje, él era solo mi jefe, una figura de autoridad con la que compartía un respeto mutuo y profesionalismo. Pero ahora, después de todo lo que había pasado, Carlos era mucho más que eso.

Todo comenzó con una comida en aquel restaurante de Londres. Esa tarde, las barreras profesionales se desvanecieron y nos dejamos llevar por el momento.

El resto del viaje fue una mezcla de trabajo y encuentros furtivos. Durante el día, éramos los mismos colegas serios y profesionales de siempre, asistiendo a reuniones. Pero en las tardes, la dinámica cambiaba completamente. Nuestras charlas se volvían más íntimas, las miradas más prolongadas y los toques más frecuentes. Fue una conexión que no habíamos anticipado, una chispa que no podíamos ignorar.

Ahora, de regreso a la realidad, me invadía una mezcla de emociones. Por un lado, estaba la euforia de haber vivido algo tan intenso y único. Por otro, la incertidumbre de cómo manejar lo que habíamos compartido una vez que volviéramos a la oficina.

Carlos terminó de guardar sus cosas y me miró, con esa mirada que había aprendido a leer tan bien durante el viaje. Sus ojos, normalmente fríos y calculadores en el entorno laboral, ahora mostraban una suavidad y una calidez que me desarmaban.

—¿Estás listo? —Preguntó, su voz baja y cargada de significados ocultos.

Asentí, recogiendo mi mochila y poniéndome de pie. Nos dirigimos juntos hacia la salida del avión, caminando por el pasillo estrecho, uno al lado del otro, pero manteniendo una distancia que no levantaría sospechas con Max aquí.

A partir de este momento, todo volvería a ser como antes, al menos en apariencia. Pero sabía que algo había cambiado irrevocablemente entre nosotros.

Cuando llegamos a Sainz industries nos despedimos con un apretón de manos que duró un segundo más de lo necesario, y tome un taxi. Mientras me alejaba, miré por la ventana trasera y vi a Carlos hacer lo mismo.

De vuelta en el apartamento, era momento de que Checo me hablara sobre lo que tiene con Max.
—¡Checo! Estoy aquí—Dejé caer mi maleta al suelo y me dirigí al sofá, no note que los chicos estaban aquí y hablé antes de tiempo—Checo ¿Que tienes con Max Verstappen?

—¿Quien es Max Verstappen?—Cuestiono George, ya valió.

—Pues, que nos diga Checo a todos—Todos los ojos se fijan en el.

—Bueno, ya es momento de que lo sepan—Se acomoda en su asiento—Max y yo teniamos o tenemos una relación en secreto, decidí que dejara de ser en secreto porque ya no podía más. Quería decirles a todos ustedes, pero el no estaba bien con eso—Lagrimas amenazan con salir de sus ojos—Le di un ultimátum; Teníamos una relación fuera de secretos o no teníamos nada más. Espere un tiempo para su respuesta y aún no me ha dicho nada.

—Checo, nos tuviste que decir antes, no tenías porque enfrentar esto solo—Intervengo.

—En verdad, quería decírles pero tenía miedo de que pasaría si todo terminaba mal con Max y ustedes tuvieran que consolarme—Esta completamente destrozado.

—Aun así, la estás pasando mal—Murmura Oscar.

Lo que pasó Checo con Max, es casi lo mismo que me pide Carlos y yo no soy tan fuerte como Checo. Es mejor hablar con Carlos.

Lo que hemos iniciado durante el viaje es un territorio nuevo y peligroso, lleno de riesgos tanto personales como profesionales. Pero también había una promesa de algo más, una conexión que no podía ser ignorada.

Esa noche, mientras me acurrucaba en mi cama, mi mente seguía revoloteando entre recuerdos y posibilidades futuras. ¿Podríamos encontrar una forma de equilibrar lo personal y lo profesional? ¿O esto había sido solo un breve interludio en nuestras vidas, destinado a desaparecer con el tiempo?

Cerré los ojos, dejándome llevar por el agotamiento del viaje. Sabía que las respuestas no vendrían de inmediato, y que el mañana traería sus propios desafíos. Pero en ese momento, me aferré a los recuerdos de lo que habíamos compartido, sintiendo una mezcla de esperanza y temor.

El viaje había terminado, pero nuestra historia recién comenzaba y espero que sea sin secretos.

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4/5
Si tienen alguna duda o sugerencia no duden en decirmelo.

LEC16SAI55 🫶🏻.

Obra Del Destino || CharlosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora