DESPEDIDA DE SOLTERO (2)

41 6 4
                                    

   

Punto de vista de Ethan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Punto de vista de Ethan.

Estaba aturdido de tanta pelea con April. Por más que tomaba y fumaba nada aligeraba mi estrés. Nick me había arrastrado a su despedida de soltero y no toleraba un segundo más allí, estaba hastiado del lugar que aunque sí, se habían esforzado en la decoración estilo Play Boy con la típica gloria del lujo que lo caracterizaba:tetas y culos por todos lados, algunas mujeres en bikini, suficiente bacalao gratis para alimentar a Malibú y la piscina... Llena de los amigos de Nick tonteando y manoseando a las camareras. Una maldita locura total y para terminar de joderme la vida Zacharías deambulado sin quitarme la vista de encima. Maldito.

Sabía que venir a la boda de Nick iba a ser un completo desastre, aún así no anticipé la escala del mismo. Se suponía que April estaría a mi lado para darme calma ante toda está maldita tormenta, pero resultó que la tormenta terminó viniendo de ella.

Desde que llegamos era una cosa tras otra, primero sus celos absurdos y pretensiones de que hiciera lo nuestro lo más oficial posible ¿Qué coño importaban los demás? Era obvio. Aunque me esforzara por su bien en que mi familia no la relacionara sentimentalmente conmigo, era una batalla perdida. Era como si llevásemos un puto cártel gigante gritando todo lo contrario. Estaba volviéndome loco, todo lo que hacia parecía no ser suficiente para ella. Realmente estaba esforzándome por crear momentos especiales para ambos y justo hoy yo mismo había tirado todo ese trabajo por la borda. La había cagado como nunca, fui un completo animal gritándola y tomándola bruscamente y para terminar de cagarme encima; ella había escuchado y sacado de contexto una conversación con Eugene ¿Cómo coño le explicaba que estaba aterrado de que Zacharías si quiera percibiera su olor? Qué el problema no era ella y jamás lo había sido, sino yo y mi maldito pasado que era como intentar nadar contra la corriente. Terminaba arrollándome y volviéndome mierda.

Sólo de pensarla generaba en mi cuerpo dos reacciones tan ilogicas como alejadas la una de la otra. Me la ponía tan dura como una piedra y me entraba un dolor de cabeza que parecía que mi maldito cráneo iba a estallar. No era para nada una broma cuando decía que ella iba a volverme loco. Mi cuerpo y mente lo reflejaban. Esté maldito sube y baja de emociones era jodidamente adictivo como su apretado culo... ¡Dios, si yo la había traído aquí fue con toda la intención de follármela como nunca y resultaba que no había podido ni ponerla a chupármela una puta vez!

Lo que si había podido hacer era ver a su jodido culo en un maldito trozo de tela diminuto alejándose de mi, vía a una despedida de soltera. Lo que tenía en dinero me sobraba en mala suerte con esa mujer.

—¿Dónde dejaste a la cachorrita?—indagó esa maldita voz áspera que lo caracterizaba. Zacharías tomó un banquillo a mi lado y se sentó. Excelente. Le di una calada profunda a mi cigarrillo, buscando autocontrol.—Divorciada y con un hijo. Eso es impresionante, Ethan ¿Estás en busca de redención?—mi sangre hirvió al escucharla en su maldita boca.

—Te diré esto solo una vez, Zacharías.—me giré para verle a la cara.—Aléjate de ella. Tú maldito problema es conmigo, ella está fuera de todo esto.—mi tono fue apacible pero estaba preñado de una amenaza latente. Me puse en pie para alejarme.

—¿O qué?—desafió.—Sabes que es hermosa ¿Qué pasaría si no quiero alejarme?

—¿Chicos todo bien?—apareció Nick, rodeándome con un brazo los hombros. Sabía que Zacharías y yo éramos como el agua y el aceite.

—Si, claro Nick.—respondió el imbécil que tenía enfrente, tomando un trago de lo que parecía ser ginebra.—Solo le comentaba a Ethan, lo guapa que es April... y lo rico que debe ser ponerla a gritar como una guarra...

Un pitido ensordeció mis oídos, una corriente de aire caliente recorrió mi cuerpo y mi vista cambió a color sangre... y de pronto mi puño golpeaba sobre él una y otra vez...

"¡Tu boca, para que no la menciones nunca más. Tus ojos, para que no la veas nunca más. Tu nariz, para que no la huelas nunca más. Tu cabeza, para que no se te ocurra pensarla nunca más en tú maldita existencia!"

Me separaron muy pronto de él. La boca y ceja partida no eran suficiente para mi. Quería destrozarle la cara y exigí a gritos que me soltaran. Nick se puso frente a mi.

—¡Basta, Ethan. Basta!—dijo sosteniéndome la cara mientras otros cuatro me sostenían de los brazos y las piernas para inmovilizarme.—¿Y tú?—señaló amargamente a Zacharías, a quien ayudaban a levantar del suelo.—¿Cómo carajos se te ocurre decir algo así? ¿Enloqueciste o qué?—dijo en medio de ambos y con los brazos extendidos. Cómo si ese marica fuese a dar pelea...

—¡No excuses su salvajada, Nick!—dijo escupiendo sangre.—Ni siquiera es su novia ¿Por qué tiene que ponerse así?

Maldito y mil veces maldito.

TERCER ENCUENTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora