Capítulo 10 🧠

622 109 5
                                    

Temporada 2 Episodio 20 y 21

Jennifer:

Las cosas entre el grupo siguen algo tensas por lo ocurrido entre Meredith y George, yo estoy del lado de Mer porque para el sexo se necesitan dos personas y él sabía que ella no lo quería de ese modo.

George se cortó el cabello y se mudó con Cristina y Burke, lo cual es un poco inquietante pero no me quita la calma así que continuo con mi vida mientras todos los demás se quejan.

Dejo caer mi cabeza en la almohada mientras cubro mi desnudez con una sábana, Alex está recostado a mi lado recuperando el aliento luego de nuestro encuentro sexual en la sala de guardia. El ruido de un buscapersonas interrumpe nuestras respiraciones agitadas.

—Jenny... —escucho su voz ronca—. Es tuyo.

—Maldición —me levanto rápidamente y comienzo a buscar mi ropa—. ¿Viste mi brasier?

—A mi me gustas más sin él.

—¡Alex!

—¿Qué? Es la verdad —me da una sonrisa inocente, lo miro mal—. Debe haber quedado debajo de mi camiseta.

Termino de colocarme el pantalón y rebusco entre las prendas que yace en el suelo, escucho sus quejidos mientras le lanzo su ropa en el rostro pero lo ignoro para colocarme el brasier y luego la camiseta.

—¿Solo te vas? —pregunta cuando me acerco a la puerta—. Tuvimos sexo y me abandonas aquí sin despedirte.

—Te veo luego, Karev —me despido con la mano.

—Eres realmente encantadora —escucho su voz mientras salgo.

Sigo mi camino por el pasillo hasta llegar a la cafetería ya que recibí un llamado de Cristina, evito reír cuando la ve con Tucker en brazos y una mueca incómoda en el rostro.

—¿Desde cuando eres niñera? —le pregunto divertida.

—Desde nunca —niega, extiende el bebé en mi dirección—. Haz que deje de llorar.

—¿Por qué crees que soy buena con bebés?

—Porque has estado en pediatría más que todos los demás —responde con obviedad—. Y ahí ves niños.

—Voy a pediatría porque Cooper es sexy —le digo en un susurro—. Él es bueno con los niños y tiene sonrisa encantadora, por eso voy.

En ese momento Isaac Cooper ingresa a la cafetería con su característico entusiasmo y varias mujeres quedan suspirando al verlo. Maldigo en un susurro, es como si al nombrarlo lo hubiera invocado.

—No hables de más —le advierto a mi amiga al ver que el pediatra se acerca.

—Dra. Sloan —saluda Isaac con una sonrisa, gira su cabeza hacia la pelinegra—. Dra. Yang.

—Dr. Cooper —devolvemos el saludo.

—Veo que están teniendo ciertos problemas —él señala al bebé que no deja de llorar—. ¿Necesitan ayuda?

—No, nosotras nos encargamos...

—Sí, por favor —me interrumpe Cristina, prácticamente le coloca el bebé en los brazos—. No deja de llorar, en cualquier momento romperá nuestros tímpanos.

Isaac toma a Tucker entre sus brazos con una gran sonrisa en el rostro, ambas somos testigos de como el bebé deja de llorar mientras el cirujano pediátrico lo balancea con suavidad.

—Este tipo es increíble —susurra Cristina en mi oído—. Tienes que conservarlo.

Giro la cabeza para observarla con seriedad pero ella no me devuelve la mirada, esta enfocada en como el pediatra logró calmar al bebé de Bailey en menos de dos minutos. En serio, este sujeto parece tallado por los ángeles.

ᴛʜᴇ ʙʟᴜᴇ | ᴀʟᴇx ᴋᴀʀᴇᴠDonde viven las historias. Descúbrelo ahora