Mi refugio ~Juantin

Marruski (7)

Martin

Desde que era pequeño, el baile era una vía de escape para mi.

Cuando un examen no me había salido bien o cuando había discutido con mis padres, me iba al estudio que había cerca de mi casa y reservaba una sala. Allí, podía pasar horas y horas moviéndome de un lado a otro, probando mil estilos diferentes.

Cuando fui creciendo, la danza me ayudaba a calmar la ansiedad. Y a día de hoy aún la utilizo para tranquilizarme cuando algo va mal. Por eso, después de discutir con Hugo ayer, lo primero que hice al salir de clase fue irme a la academia. Allí podíamos tener clases con profesores profesionales o simplemente bailar en alguna de las salas libres.

Llevaba unas tres horas bailando, fluyendo con la música y dejando que los problemas se fueran, cuando recibí una llamada del grupo Marruski.

-Marts, ¿dónde estás?- Oír la voz de mi amiga Chiara después de tantos días fue maravilloso.

-¡Kiki! Cuánto tiempo. Estoy en la academia. ¿Tú estás con Rusli?

-Sii. Vamos a por ti. Hoy cena marruski para gossip about life.- Las dos se rieron al otro lado de la línea y me contagiaron la risa.

-Perfecto. Os quiero.- Colgué y me dirigí a las duchas. Cuando salí, escribí a mi novio para avisarle. No quería más cabreos.

                                                                                                                                        amorr

                                                                                                                                        no ceno en casa

                                                                                                                                        estoy con Chiara y con Rus

                                                                                                                                        te quiero 🤎

👍🏻      

                  

Que cariñoso es. Lo amo.

Al salir de la academia, mis amigas me estaban esperando.

-No sabía que había que ponerse como un pincel. Que guapas estáis.

-Ay Marts, sabes que si no fuera lesbi serias el mejor novio que he tenido.- Me reí ante la ocurrencia de mi amiga.

-Te vamos a llevar al mejor italiano de Madrid. Recuerdo que me dijístes que te gustaban.- Empezamos a caminar hacia el metro cogidos del brazo.

-Me encantan. Muchas gracias chicas. Sois las mejores.- Las dos me sonrieron y nos abrazamos.

No sé qué hubiera sido de mí este primer mes solo en Madrid. Tengo a Hugo, pero también necesitaba amigas con las que criticar a la gente y que me entendieran al cien por cien. Mis amigos en Getxo eran los mejores y hablábamos casi diariamente, pero al estar lejos, la relación ya no era la misma. Kiki y Rus habían sido mi mayor apoyo en este nuevo cambio en mi vida.

Al llegar a la parada del metro, veo que está llena de gente. Es hora punta de un martes en pleno centro de Madrid, no sé que me esperaba encontrar.

Odio las multitudes porque me hacen sentir como una hormiga en peligro, pero muchas veces las tengo que soportar. Como hoy, que es una ocasión especial.