Mi refugio ~Juantin

Interrumpidos (39)

Este cap contiene algunas escenas +18, pero están señalizadas por si incomodan a alguien <3

Juanjo

Odio los lunes. Y sobre todo este porque tengo el último examen por la tarde, lo que significa que no voy a volver a casa hasta la noche.

Y porque no voy a poder ver a Martin en todo el día.

-Te va a salir super bien, ya verás. Has estudiado un montón.- Estamos abrazados en la puerta de casa antes de que me vaya.

-No se yo.

-Que sí. Yo confío en ti.- Me sonríe y yo le doy un beso.

-¿Que me das si apruebo?- Se lo piensa unos segundos y entonces habla.

-Un beso.- Nos miramos y vuelve a hablar. - ¿Y tú a mi?

-Pero tú está claro que apruebas.

-Bueno, ¿y qué? Yo también quiero algo.

-No se...Tengo que pensar.

-Quiero un perro.- Dice de repente. Me recuerda a un niño pequeño pidiendo los regalos de navidad.

-Pues soy alérgico.

Siento tener que arruinarle el sueño.

-Es mentira, ¿verdad?

-No. Alérgico a todos los animales con pelo.

-Joe, no vamos a poder tener un perro y llamarlo Pedro.

-¿Haciendo planes de futuro conmigo?- Se sonroja al darse cuenta.- ¿Y por qué Pedro?- Encoge los hombros y ve la hora.

-Venga, que te tienes que ir.- Nos despedimos por quinta vez, pero ahora sí que me voy. Llego a la universidad y me encuentro con mis amigos. 

El día pasa muy lento y yo solo quiero volver a casa. A las dos hacemos una parada en la cafetería para comer, aunque nos arrepentimos por la penosa comida que nos ofrecen, pero es lo que hay.

Las horas siguen pasando. Estamos hablando de las notas y de cómo lo vamos a celebrar una vez que acabemos cuando un profesor nos avisa de que ya podemos entrar al examen.

Martin tenía razón, iba muy preparado. De alguna manera el vasco ha hecho que me vuelva a interesar estudiar. Mi carrera me sigue pareciendo un rollo y una pérdida de tiempo increíble, pero al menos voy a clase más animado que antes.

Al salir le escribo un mensaje para contarle que tal me ha ido y cojo el coche de vuelta para ir a casa, pero paro antes en una tienda de juguetes y le compro un peluche de un perro, porque me ha dado mucha pena ver su cara de desilusión.

Y no se me olvida el detalle de que me incluye en su futuro.

-¡He vueltooo!- Alargo la última palabra para comprobar que sigue en casa, pero no me hace falta cuando al segundo está colgado de mi cuello.

-¿Qué tal?- Se ha duchado hace poco, porque aún le gotea el pelo y huele a jabón.

-Creo que bien. ¿Tu que has hecho?

-Aburrirme. Y he entregado el último trabajo, lo que quiere decir que he terminado hasta enero.

Ya estamos a primeros de diciembre, y no se como ha podido pasar el tiempo tan rápido. Conozco a Martin desde hace cuatro meses ya.

Y vaya cuatro meses...

-Que guay. Yo te he traído un regalo.- Se le iluminan los ojos al oírme y se separa de mi.