Jóvenes de noche (40)

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Martin

Me despierto y no noto a Juanjo a mi lado. Me tengo que recordar a mi mismo para tranquilizarme que también es un humano que necesita ir al baño o que igual está duchándose.

Mis pulsaciones se calman cuando lo veo entrar por la puerta, ya vestido.

-No te quería despertar. Es que estabas monísimo agarrando el perrito mientras dormías.- Se tumba encima mío y me da un beso.- Te he sacado una foto y la he subido.

¿Como?

¿Qué has hecho qué, Juanjo Bona?

-¿A insta?

-Sí. ¿Qué pasa? No querías.- Cambia por completo su expresión.

-No no, si me da igual. Pero pensaba que no querías que nadie lo supiera.

-Bueno, de momento mi hermano me ha llamado doce veces para preguntarme quién eres y mis amigas estarán flipando.

-¿Pero qué has puesto con la foto?- Entonces saca el móvil y me enseña la historia. Salgo yo dormidísimo custodiando entre mis brazos el peluche que me compró el día anterior.

"Un chico muy guapo durmiendo con su perro Pedro (se lo regalé yo 😌)"

Vale, estoy enganchadísimo a este hombre.

-¿Pero tú? Que atrevido.

-Lo que hace el amor.- Oírle hace que mi corazón de un vuelco.- Por cierto, está chica es tu hermana, ¿verdad?- Asiento cuando me vuelve a enseñar la pantalla.

-Vas a ganar muchos seguidores ahora gracias a mi.

-No me importa. Así ven lo guapo que eres.

Madre mía cómo te has levantado hoy, Juanjo.

Después de unos cuantos cumplidos más y de remolonear todo lo posible, decidimos ir a desayunar a la cafetería de Álvaro para darle una visita.

-Hola chicos, ¿que os pongo?- Omar nos recibe con su delantal y su libretita, como siempre.

-Dos colacaos y unas tostadas.- No me hace falta hablar porque Juanjo y yo comemos lo mismo todos los días y ya sabe lo que quiero. Esperamos un rato y cuando nos lo trae, me obliga a posar para la cámara con el desayuno.

-Que estoy feísimo. Para.- Le aparto el teléfono con la mano y me intento peinar, sin mucho éxito.

Va ser verdad que tengo pelo de erizo.

-Feo, sí.- Me giro para mirarle y me saca la lengua a modo de burla.

Desayunamos entre risas y miradas cómplices. Vemos aparecer a Álvaro por fuera de la barra un par de veces, pero creo que después de lo de ayer no tiene ganas de hablarnos aun.

-¿Estaba rico?- Me pregunta Juanjo mientras saca la tarjeta para pagar.

-Sí, pero me gusta más cuando me lo haces tú en casa.- Admito, mientras se me ponen las mejillas rojas.

-¿Me hacezz?- Dice con voz de bebe y yo creo morirme ahí mismo.

-Ayy, que mono.- Le estrujo la cara para reprimir mis ganas de besarle.

Cuando llegamos de nuevo al piso, Juanjo se queda quieto en la puerta y yo no sé si me estoy perdiendo algo.

-¿Qué pasa?

-Venga, estrena tus llaves nuevas.- Dice emocionado y yo las saco lo más rápido posible del bolsillo de mi chaqueta.

Al entrar, me dirijo al baño y me asusto cuando veo en el reflejo del espejo algo en mi cuello. Un chupetón rojo adorna mi piel y me recuerda lo bien que nos lo estábamos pasando ayer hasta que nos interrumpieron.

Mi refugio ~JuantinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora