31.

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En lo profundo del bosque.

El bosque estaba envuelto en un manto blanco de nieve, con árboles cubiertos por una gruesa capa helada. La luz del sol apenas se filtraba entre las ramas, creando un ambiente gélido y misterioso. En medio de este paisaje invernal, dos figuras imponentes se enfrentaban en una batalla épica.

Lisa, el imponente lobo negro, se encontraba en su forma animal, con sus poderosos músculos tensos y los ojos centelleando con determinación. A su lado, Kai, la bestia delta gris, mostraba sus afilados colmillos y gruñía con ferocidad.

La pelea era intensa, con movimientos rápidos y precisos. Lisa esquivaba los embates de Kai con destreza, buscando una oportunidad para contraatacar.

— ¡Bastarda! — grito la gran bestia gris — Arruinaste mi vida

— Tu lo hiciste solito Kim, te metiste con quién no debías, lastimaste a mi Omega, atacaste mi manada, mereces todo lo que ha pasado — gruño el imponente lobo negro

Lisa volvió a lanzarse sobre el delta, lo tomo del lobo con sus dientes y lo lanzo contra un árbol a un par de metros.

— Está vez no te dejare vivo

— Eso crees perra

Jongin se levantó y volvió a lanzarse contra la alfa, está intento esquivar lo pero el fue más rápido y le dio una gran mordida en una pata trasera.

— ¡Ahh! ¡Maldición!

Intento soltarse de la mordida del delta pero este enterraba más sus caninos en su piel, desgarrando la lentamente, aulló con dolor.

Se dio cuenta que la bestia era formidable, con una fuerza sobrenatural que la hacía difícil de derrotar.

En medio de la batalla, un pequeño cachorro de lobo recién nacido yacía en el suelo, vulnerable ante los feroces golpes que se intercambiaban los combatientes. La Alfa, instintivamente, se interponía entre el cachorro y los ataques de Kai, protegiéndolo con su propio cuerpo.

Los rugidos resonaban en el bosque, mezclándose con el crujir de la nieve bajo las patas de los contendientes, la espesa nieve blanca se pintaba de rojo con cada herida nueva. Cada golpe era un choque de fuerzas sobrenaturales, con la vida del cachorro pendiendo de un hilo.

En un momento de descuido, Kai logró lanzar un feroz zarpazo hacia el cachorro, pero Lisa, con un rápido movimiento, lo apartó justo a tiempo. El pequeño lobo emitió un débil quejido, pero estaba a salvo gracias a la valentía del lobo negro.

Era un duelo a vida o muerte.

Finalmente, después de una intensa lucha y lo que parecieron horas, Lisa logró encontrar una abertura en la defensa de Kai y lanzó un poderoso contraataque. Con sus grandes caninos desgarro el cuello del delta, dejándolo sin posibilidad de vivir, pues en pocos minutos moriría desangrado.

Con un rugido triunfante, la bestia cayó derrotada, dejando a Lisa como la victoriosa de la batalla.

— Suerte en el infierno imbécil — pensó la pelinegra viendo a su enemigo morir lentamente.

Exhausta pero victoriosa, Lisa se acercó al cachorro, cuidadosamente lo recogió entre sus poderosas mandíbulas y empezó a caminar en busca de su manada y Rose. La nieve seguía cayendo suavemente sobre el bosque, mientras Alfa y cachorro se retiraban, dejando atrás el campo de batalla y la amenaza de la bestia derrotada.

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Stitches - Jenlisa GipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora