Había pasado ya una semana, una interminable semana desde que Lisa no aparecía. La loba de Jennie se encontraba más inquieta que nunca, solicitando la presencia de su alfa cada minuto, como si temiera separarse de ella. Jennie comprendía perfectamente la razón detrás de ese temor. Además, su situación se agravaba por la incapacidad de conciliar el sueño, las náuseas constantes y la abrumadora fatiga que la envolvía. No solo eso, sino también la frustración la invadía porque no la dejaban salir a buscar a su chica por sí misma; se veía obligada a quedarse encerrada, en una espera angustiante. La sensación de impotencia y la incertidumbre le pesaban como una losa, aumentando la tensión y la ansiedad con cada segundo que pasaba.
La ausencia de Lisa, más allá de generar preocupación, se convertía en un torbellino de emociones que afectaban a Jennie en todos los aspectos de su ser. La conexión entre ambas, tan fuerte y arraigada, se manifestaba en la angustia palpable de la loba, la cual buscaba constantemente la cercanía de su alfa para sentirse segura. Mientras tanto, Jennie, en medio de esa espera forzada, experimentaba un cúmulo de síntomas físicos y emocionales que intensificaban su anhelo por la presencia de Lisa.
La frustación de no poder salir a buscarla personalmente se convertía en un peso adicional para Jennie. La sensación de ser restringida, de tener que esperar mientras su mente le urgía a la acción, generaba una impotencia difícil de sobrellevar. La habitación se volvía cada vez más pequeña, como una jaula que oprimía sus instintos y deseos más primarios. Cada día sin noticias de Lisa parecía una eternidad, y la incertidumbre del paradero de su chica se tornaba una sombra constante que oscurecía sus pensamientos.
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Jisoo, preocupada por la evidente incomodidad de Jennie, decidió hacerle una visita sorpresa para asegurarse de que todo estuviera bien. Mientras charlaban en la sala, de repente, Jennie se levantó abruptamente y corrió al baño. Jisoo, notando la urgencia en sus movimientos, la siguió rápidamente.
En el baño, Jennie se encontraba visiblemente afectada, y sin previo aviso, comenzó a vomitar. Jisoo, preocupada, le ofreció apoyo, sosteniéndola suavemente mientras ella enfrentaba ese momento incómodo. Después de que Jennie se recuperó un poco, Jisoo, con una mezcla de empatía y preocupación, le preguntó qué le sucedía.
Jennie, entre sollozos, le contó a Jisoo que había estado sintiéndose mal durante días. La fatiga, las náuseas y otros síntomas la tenían desconcertada. En ese momento, Jisoo notó algo más: un olor peculiar que había estado percibiendo en Jennie, pero que ahora cobraba sentido.
Con delicadeza, Jisoo le sugirió a Jennie que realizara una prueba de embarazo. Jennie, sorprendida, se negó a aceptar la posibilidad de estar esperando otro cachorro. Recordó la difícil experiencia de salvar a su hijo de Kai y no se sentía preparada para enfrentar nuevamente la maternidad.
Jisoo, con comprensión en sus ojos, le recordó a Jennie que merecía amor y apoyo, independientemente de las circunstancias. Le aseguró que no estaba sola y que, pase lo que pase, estaría a su lado. Aunque la noticia era abrumadora, Jisoo ofreció su amistad y apoyo incondicional a Jennie en este nuevo capítulo de su vida.
Jisoo, viendo la angustia en los ojos de Jennie, decidió tomar acción. Se ofreció a salir a comprar una prueba de embarazo para resolver la incertidumbre que pesaba sobre ellas. Mientras Jisoo estaba fuera, Jennie, sumida en sus pensamientos, lloraba por la posibilidad de tener un nuevo cachorro y la ausencia de su otra madre.
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Stitches - Jenlisa Gip
Fanfiction-- Alfa... por favor, detente, me estás haciendo daño." -- Cállate, omega inútil -- se escuchó el sonido de un golpe en la habitación. -- Por favor, soy tu o-omega -- suplicó. -- Tú jamás serás mi omega -- respondió con frialdad. Ella lo miró con lo...
