Pov Jennie
-- ¡No sirves para nada! - el grito del alfa hizo que ella se estremeciera y se encogiera en su lugar.
Sin atreverse a responder, continuó con la cabeza gacha a un lado de la mesa, donde Kai estaba sentado. No podía hablar sin el permiso del pelinegro, sabía que cualquier intento de hacerlo resultaría en un castigo por desobediencia.
Kai se levantó de su asiento y se acercó a la omega a paso lento.
El miedo la invadía, y ella se preparó mentalmente, esperando el primer golpe. Sin embargo, este nunca llegó. En su lugar, sintió cómo su alfa vaciaba el contenido del plato de comida sobre su cabeza, empapando así toda su ropa. Soportó el acto en silencio, sintiendo la comida escurrir por su cabello y ropa.
-- ¿Es tan difícil hacer algo tan sencillo como prepararle una comida deliciosa a tu alfa? -- preguntó mientras le tomaba el cabello con fuerza, lo que la hizo gritar de dolor -- ¡Responde, maldita sea!
-- N-no... -- respondió con la voz entrecortada, haciendo una mueca de dolor por el fuerte agarre -- P-para, p-por favor.
-- Eres una omega inservible -- escupió con enojo -- Tendré que enseñarte a obedecer a tus superiores, basura inútil.
-- N-no, alfa... S-sueltame -- intentó librarse de su agarre, pero se detuvo al escuchar su gruñido y la voz alfa.
-- ¿Por qué crees que te haría caso, pequeña basura? -- le preguntó, mirándola con los ojos inyectados en sangre.
Kai la levantó bruscamente y la llevó a la habitación. Al llegar, la arrojó con fuerza sobre la cama matrimonial en la que solían descansar. Observó cómo él comenzaba a desvestirse antes de acercarse a ella, tratando de liberarse con todas sus fuerzas, forcejeando con desesperación, pero siempre era inútil. Sabía que nunca tendría la suficiente fuerza para vencerlo, y cada lucha solo terminaba por dañarla aún más. Era una pesadilla interminable de la que no sabía cómo escapar.
Una vez que el termino por desnudarla, le abrió la piernas y de una sola estocada entro en ella. Solo podía sollozar en voz baja, no tenia ninguna emoción en el rostro, solo observaba la contando los minutos hasta que el alfa terminara y la dejara en paz.
Como le habían enseñado, sentía que era su deber como omega complacer a su alfa, aunque este solo le hiciera daño.
En su mente, construía un mundo donde su alfa no le causara ningún daño, un mundo donde la tratara con cariño y amor, una realidad en la que su cachorro no fuera el causante de más sufrimiento. Se preguntaba a sí misma si la culpa era suya. ¿Debió haber esperado más tiempo antes de conocer al alfa? ¿Acaso era una mala omega?
Su loba interior gritaba que huyera, y aunque en estos días también había estado inquieta por algo más, por primera vez en mucho tiempo, parecía que había una pequeña luz en alguna parte. No quería ilusionarse, pero albergaba la esperanza de que algo o tal vez alguien la ayudara a salir de esa casa.
Pov Lisa.
"-- ¡Vamos! ¡Levántate!" El grito de mi padre resonó por todo el bosque, impulsándome a intentar ponerme de pie en medio del fango.
Mis patas traseras se hundieron en el lodo, y emití un gruñido profundo mientras luchaba por reincorporarme, a pesar de que mi cuerpo protestaba en contra. No permitiría que me viera como una débil, después de todo, era una alfa y estaba decidida a demostrarlo.
Me esforzaría por dejar claro que, a pesar de ser una mujer, era capaz de enfrentar a todos esos perros que pretendían ser "lobos puros". Yo era la auténtica alfa en todos los sentidos de la palabra, y sabía que en mis venas corría la sangre de un líder, algo que aprovecharía al máximo.
Mi rival merodeaba alrededor de mí, como si fuera su presa. Hundí mis garras en la tierra, esperando el momento adecuado para atacar. En un movimiento rápido, alcancé su cuello y lo mordí con fuerza hasta que su sangre manchó mi hocico. El lobo aulló de dolor y cayó al suelo cuando finalmente solté su cuerpo.
La victoria era mía, y en ese momento, mi determinación y coraje como alfa brillaron con intensidad en medio de la naturaleza salvaje del bosque.
Me erguí con toda mi altura, dejándole en claro que jamás me ganaría, que yo era mucho más fuerte que él. Taehyung cambió a su forma humana segundos después, siguiendo mi ejemplo.
-- ¡Maldición, Lisa! ¡Me has dejado hecho polvo! -- El alfa soltó un quejido mientras sostenía sus costillas, evidenciando las heridas que le había infligido.
-- Deja de quejarte -- respondí con rostro indiferente y lo ayudé a levantarse -- Debes esforzarte más, Tae. Aunque me encanta darte palizas, no sabes con qué lobo te enfrentarás la próxima vez.
-- Has vuelto a ganar, Lisa -- dijo mi padre, mirándonos seriamente a ambos -- Deberías aprender de ella, Taehyung. A veces pareciera que no fueras mi hijo -- bufó.
El castaño simplemente lo miró con ojos fríos. Sabía que él estaba acostumbrado a esos comentarios hirientes, a ser comparado conmigo, su hermana mayor. A mí, por otro lado, me molestaba profundamente que mi padre buscara cualquier oportunidad para menospreciarlo y llamarlo "débil".
-- ¿Qué es lo que quieres, padre? -- intervine para cambiar de tema.
-- Quiero que te prepares para mañana. Iremos a la manada de los Kim, igual que tú, Taehyung -- anunció.
-- ¿Los Kim? -- pregunté confundida -- Pero si los Kim son nuestros enemigos.
-- Lo eran, o al menos lo eran. Me han enviado una invitación para reunirnos y hacer las "pases" -- dijo mientras rodaba los ojos.
-- Malditos. Ellos saben que dentro de dos días cumpliré la edad en la que mi lobo elegirá a su compañero -- gruñí de frustración.
-- Así es, lo más probable es que quieran que tomes como compañero a su hijo, Kai Kim, para quedarse con nuestra manada.
-- ¿Kai no es un alfa? -- preguntó mi hermano con sorpresa.
-- Lo es, pero eso no les importará. El lobo de Lisa es un puro dominante, puede tomar a cualquier alfa y convertirlo en Delta.
Mi lobo gruñó en desacuerdo ante esa idea.
-- Maldición, Lisa. ¿Qué harás? --
-- No lo sé -- suspiré y me pasé las manos por mi cabello despeinado -- Pero está claro que no me enlazaré con otro alfa, y mucho menos con un hombre -- gruñí de nuevo.
-- Pónganse algo de ropa y vayan a casa, su padre los está esperando -- comenzó a caminar, pero luego de unos pasos se detuvo para mirarme -- Y Lisa, reza a la diosa luna para que tu compañero no sea de esa manada.
Fue lo último que dijo antes de desaparecer en el bosque. Por primera vez, tuve un mal presentimiento. Mi lobo nunca había sentido una conexión, nadie nos había llamado la atención, pero por alguna razón, en lo más profundo de mi corazón, sentía que pronto encontraría a mi compañera omega. Era un destino incierto, pero estaba dispuesta a enfrentarlo con valentía.
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Stitches - Jenlisa Gip
Fanfiction-- Alfa... por favor, detente, me estás haciendo daño." -- Cállate, omega inútil -- se escuchó el sonido de un golpe en la habitación. -- Por favor, soy tu o-omega -- suplicó. -- Tú jamás serás mi omega -- respondió con frialdad. Ella lo miró con lo...