Stitches - Jenlisa Gip

25.

La oscuridad reinaba en la habitación, la hermosa Omega castaña soñaba con su familia, con su cachorro y su hermosa alfa, soñaba una vida donde eran felices y la maldad no las perseguía... ¿Podría quedarse en el mundo de los sueños? Lo penso seriamente hasta que unos susurros le arrancaron su sueño, sintió pequeñas caricias en su vientre y abrió un ojo lentamente para ver lo que ocurría, lo que encontró le lleno el corazón de amor, su alfa estaba recostada en su abdomen y al parecer mantenía una alegre charla con su cachorro, no quiso interrumpir la así que se hizo la dormida y solo se dedico a escuchar.

- ¿Ya puedes escucharme lobito? - susurra - espero que si, tengo tanto que decirte que no se por donde empezar - deja un besito en el abdomen - creo que lo primero es decirte que te amo con todo mi corazón peque, aún no has llegado a este mundo y ya anhelo acompañarte durante toda tu vida... Ya me imagino todas las cosas que haremos juntos o juntas, aún no se si eres macho o hembra pero vamos que eso no importa - su alfa a veces podía ser algo brusca - yo te voy a amar sin importar nada... Se que puedes poner en duda eso, apenas voy a cumplir 19 y tu mami 20, somos jóvenes pero te esperamos con ansias, eres mi luz cachorro, si no fuera por ti y por mami creo que no estaría aquí... - A Jennie se le cortó la respiración - No quiero pensar en todo lo que ha ocurrido, quiero pensar en ti, en mami y en nuestra manada, quiero pensar que los 3 vamos a ser muy felices, creo que lo merecemos - suspiro - ¿Me vas a querer? Estoy rota pero mi amor por ti es sincero, ademas de que te creamos en una relación de amor... Aquí entre tu y yo - empezó a hablar más bajito - Amo a tu mamá más que nada, la amo tanto pequeño que no se si mi corazón resista tanto amor, ella me devolvió la vida y fue quien me mantuvo cuerda todos estos meses, solo pensaba en ella, en qué estuviera bien, que no dejara de amarme, que no pensará que la había abandonado - por la mejilla de la Omega bajaba una lágrima silenciosa - nunca podría abandonarlos a ustedes, busque a tu mami durante mucho tiempo y ahora que esta a mi lado no la dejaré... Espero ser la alfa que ella necesita, no una alfa a medias como estoy ahora... Tiemblo cada vez que me toca peque, me da miedo sentir mordidas o golpes, no me da hambre y cada vez que como reviso la comida, no quiero ser una bestia de nuevo bebe - solloza - Dios, se supone que nuestras charlas deben ser alegres - suspira - que más te cuento, mmm, ya se, tienes dos tíos maravillosos, Rose y Tae, estoy segura que te van a consentir muchísimo, iremos los 4 a correr por el bosque mientras te enseñamos todo, serás el consentido o consentida de la familia Manoban, también deseo que te parezcas a tu mami, estaría a tus pies si sales con sus hermosos ojitos peque, ¡Oh! Ya recuerdo, creo que tendrás otra tía, tu tía Rose está pretendiendo a Jisoo - Jennie sonríe escuchando todo lo que dice su alfa - ella piensa que nadie lo nota pero es que no disimula nada bebe, se ve que esa Omega la trae a sus pies, debería ser al revés, los alfas mandamos — Jennie bufa asustando a Lisa — ¿Estás despierta? — no recibe respuesta — supongo que fue involuntario... Cómo te decía bebe, nosotros los alfas volvemos locas a las omegas... Somos el agua en medio del desierto, yo te enseñaré a conquistarlos y ponerlos a seguirte a dónde sea como tú mami conmigo

— ¿Segura que soy yo la que te persigo? — decía una Omega sería

— M-mi amor — tartamudea la pelinegra — pensé que seguías dormida... Solo hablaba con nuestro cachorro

— Te repito la pregunta Alfa, ¿Soy yo quien te persigue? Por qué eres tú la que enloquece cuando no siente mi aroma... La que siempre busca mis brazos y me hablas como cachorro arrepentido cuando no te doy mimos.

— Yo...mmm

— Ay alfita... Tal vez deberías ir a dormir a la habitación de invitados.

— ¡¿Que?! Noooo y si a mi cachorro le dan antojos o tu necesitas algo — estaba entrando en crisis —

— Por esta noche no creo que necesitemos nada, además como yo soy la Omega que te persigue tal vez te alcance a la otra habitación ¿No?

— Jen...