04.

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Pov Jennie.

-- Esa alfa es una maldita perra -- dijo Kai azotando la puerta de la casa. Su enojo era evidente en cada centímetro de su cuerpo -- ¡Jennie! ¡Ven aquí ahora mismo, Omega!

Solo al escuchar ese grito salí de la cocina asustada, sabía lo que venia, yo pagaría su mal humor con golpes o sexo sin consentimiento, ya me iba a acostumbrando entonces simplemente mantuve mi cabeza gacha mientras me acercaba.

-- Prepárame un baño, apesto a esa hija de puta -- el alfa comenzó a caminar hacia la recamara, mientras yo lo seguía y entraba al cuarto de baño a seguir sus órdenes.

Tomo las sales y aromatizante que Kai utiliza y cierto el agua tibia de la tina, estaba tan concentrada en ello que no noto como el alfa entra en el baño y cierra la puerta con seguro, para posteriormente desnudarse.

-- Sabes, Omega -- dijo con voz ronca causando que diera un brinco del susto. -- Estoy muy enojado, esa maldita hizo a tu Alfa cabrearse ¿Por qué no haces algo al respecto para mejor eso?

El alfa comenzó a caminar hacia a mi, haciendo que retrocediera con temor, no quería, sabía lo que Kai quería y definitivamente yo no pensaba igual, por lo menos no así. Mi espalda choco con la pared de la ducha, mi cuerpo temblaba y mi loba se encogía sintiéndose intimidaba por el fuerte alfa.

- E-espera... - hablé cortamente

-- ¿Por qué debería esperar? ¿Ah? -- pregunto con una sonrisa arrogante y retorcida -- para eso estás aquí, para complacerme y abrir las piernas como la puta que eres... ¿Acaso no has aprendido? - seguía acercándose

-- B-basta... B-basta, T-te lo ruego -- mi lágrimas bañaban mi rostro

Kai me tomo de las caderas y me dió la vuelta con fuerza, empezó a arrancarme el vestido de flores que llevaba puesto y luego hizo lo mismo con mi ropa interior, hasta dejarme desnuda.

Tomo su miembro erecto y abrió mis piernas sin una pisca de cariño, me embistió con fuerza, de forma salvaje y al no tener preparación ni haber lubricado me hizo daño, podía sentir mi interior rasgado y solo lograba emitir quejidos por el dolor.

-- N-noo... Kai. P-para. ¡P-para me  d-duele! -- dije al sentir su nudo expandirse en mi interior.

Cuando su nudo estuvo completamente hinchado salió de mi haciendo me dar el peor grito de mi vida, dolor, sangre, comenzaba a desangrarme por su acción.

-- ¿Creiste que nunca me enteraría que estás embarazada? -- tirando me al piso de un fuerte empujón, empezó a darme patadas en mi vientre -- me encargaré de que esa cosa no nazca. -- podía ver sus ojos inyectados de sangre, no había rastro del hombre del que me enamore.

-- Alfa... por favor, detente, me estás haciendo daño -- suplico como puedo, mi cachorro está en peligro.

-- Cállate, omega inútil -- se escucha el sonido de otro golpe en la habitación, al parecer empiezo a perder la sensibilidad por qué no me dolió tanto como esperaba.

-- Por favor, soy tu O-omega -- dejo escapar un poco de saliva con sangre de mi boca.

- Tu jamás serás mi Omega -- respondió con frialdad.

No sé en qué momento reaccione ante sus palabras, mi loba grupo desesperada, ví que al lado mío tenía un tubo de acero dónde colocaba las toallas de baño, con esfuerzo me estire a tomarlo mientras Kai caminaba como un perro enjaulado y maldecia, me arrodille como pude y cuando ví la oportunidad lo golpeó con en su pierna

-- ¡Ah! ¡Zorra, como te atreves! -- se cae al piso mientras se queja de dolor y aprovecho para darle otro fuerte golpe está vez en la cabeza, que al parecer consiguió dejarlo inconsciente, con ayuda de las paredes me levanto y salgo del cuarto.

Stitches - Jenlisa GipDonde viven las historias. Descúbrelo ahora