Capítulo 11:

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No todos los trofeos son de oro.

Alessandra Fiori:

Era una linda tarde de domingo en el poblado de Winersfield. Los estudiantes corrían de un lado a otro en la biblioteca, procurando aprobar los parciales que se avecinaban. Era bastante tonto, los universitarios estudiaban solo un día antes para los exámenes como si pudieran pasar el semestre sólo con eso. Por estas cosas la humanidad estaba como estaba.
Resoplé estirando mis brazos en la mesa mientras Terry me juzgaba con la mirada.

—¿No piensas estudiar?

— Na —susurré mientras bostezaba tengo a Dios de mi lado, los parciales me sudan el testículo izquierdo de Jander.

El chico me miró con aparente asco:  —Crees que el decolorado ya le frió el cerebro o aún no debemos preocuparnos. —preguntó esta vez a Felicity quien estaba sumergida en sus libros.

—Es gilipollas de nacimiento, su mamá no tomó vitaminas durante el embarazo. —contestó ella acomodando sus gafas.

—Yo también te tengo en lo más profundo de mi corazón. —rodé los ojos.

Entonces, un sonido nos hizo saltar a los tres de la silla, un tono de mensaje que resonó por el lugar y nos ganamos una reprimenda por parte de la señora de la biblioteca.
Tomé el móvil en mis manos mientras Felicity asomaba su rostro en la pantalla de igual manera.

Evansnocontestes:
A las 20:40 en la cafetería Júpiter, me vale un bledo lo que estés haciendo, ve o te decapito.

Lessy:
Que romántico eres, casi se me sale una lágrima.

No recibí respuesta alguna por su parte, miré a Felicity quien me miraba con extrañeza.

—Que estará pasando por su mente. —susurró y pensó por unos minutos —Es muy sospechoso, le diré a los chicos que se preparen.

Negué con la cabeza y anoté algo en mi cuaderno:

"Recuerda lo que dijo Kurt, mientras menos implicados mejor, y si el tonto ese omite información, nosotros también lo haremos, si no regreso, sabes donde encontrarme y con quien estaba."

Ella garabateó algo en mi cuaderno y seguido se sumergió entre sus libros:

"Mantenme al tanto, no seas tan Stronza"

Reí y Terry al fin nos miró.

— ¿Sucede algo? ¿De quién era el mensaje?

— No era importante, solo una promoción, tu sigue estudiando.

                       ***

La noche cayó tiñiendo a Winersfield de oscuridad. Mis huesos se quejaban de la brisa invernal que calaba en mi ser flaco, no era broma, enero estaba viniendo con todo lo que tenía. Froté mis manos cuando estuve llegando al Café Júpiter mientras miraba mi entorno en busca de Evans. Miré entonces entre los cristales de las ventanas, todo en completa oscuridad y silencio, me acerqué a la entrada y allí estaba el cartel que se pronunciaba como "Establecimiento cerrado". Caí en cuenta entonces que el Júpiter cerraba a las 6 de la tarde, sí, había sido lo suficientemente gilipollas como para no tener eso en cuenta.

Evansnocontestes:

Olvidé que ese café cierra temprano, esperame en la entrada del bosque que queda a unos pasos de ahí, verás la camioneta de Hans, sube a ella, nosotros vamos en camino.

Fruncí el seño y miré a mi alrededor. Habría que ser demasiado tonto como para ir a la entrada del bosque sola, pero era mi trabajo, me había enfrentado a cosas mucho más aterradoras que dos jóvenes sospechosos de asesinato.
Tomé con fuerza a Scarlet, la navaja Suiza que estaba en mi bolsillo y que me había heredado mi hermana, ajusté mi abrigo y caminé sin un ápice de miedo al bosque.
Unos minutos pasaron cuando divisé a lo lejos las luces de un auto, por un momento no estuve al tanto visualmente de mi entorno, pero conforme pasaron los segundos mi vista se adaptó al resplandor de los focos.

El Rey de la Locura [Insanity #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora