Capítulo 26:

40 8 3
                                    

Vulnerable:

Alexa Figueroa:

La tensión existente en aquella sala podría ser cortada con facilidad por un cuchillo. Las miradas verdes y miel que escrutaban mi cuerpo únicamente cubierto por un polo rojo  que me había robado con cierto descaro del closet de Evans, me hacían desviar la mirada al castaño junto a mí.

— ¿Qué sucedió en la estación de Winersfield? Escuché cierto revuelo esta mañana. — interrogó, mirando fijamente al pecoso, quien desvió su mirada de mí para ofrecerle toda su atención al interlocutor de aquella pregunta.

— Oficialmente, el caso 1497 de la estación de policía de Winersfield, mejor conocido como el caso "Rey de la Locura" queda cerrado por falta de pruebas. — se apresuró a contestar Hans, acercándose al borde de su asiento, rozando sus rodillas con las de Jander. — El Oficial a cargo del caso lo cerró y abandonó el país, eso es lo que se especula.

— Las cámaras de Jayden captaron el descontento de Bekh y se burlaba victorioso tras ver al pobre anciano volcar su mesa de trabajo.

—Gratificante — concedió Evans— pueden dejar de estar tensos, Lessy ya sedió y es por esto que estamos aquí hoy, para llevar a cabo el plan que llevo organizando hace ya un tiempo.

—¿Es eso cierto , Lessy? — quizo saber el menor, quien hizo un pequeño alarido de victoria tras mi asentimiento.

—Bien — se aclaró la garganta el chico a mi lado en tanto se ponía en pie— mi plan consta de tres únicas fases —explicó— Fase uno: actuación, haremos creer a Jayden que seguimos su juego.

— ¿Qué pasa si no se lo cree? — quizo saber el pecoso.

—Deben dar un espectáculo digno de un Óscar si no quieren que les partan el culo.

—Está bien, entendemos.

—Fase número dos: sumisión y aceptación. Cada uno de ustedes seguirá sus órdenes al pie de la letra y se asegurará de hacerle creer que la vida que llevamos es precisamente la que queremos llevar —ordenó — todo está perfecto y hasta los huevos les huelen a rosas.

—¿Eso que tiene que ver? —arrugué el ceño desconcertada.

—Nada, pero se escuchaba más rudo —se encogió de hombros y comenzó a dar vueltas en la sala como animal enjaulado hasta que una de sus piernas chocó con un mueble y quejándose de haber nacido recuperó su lugar junto a mí — finalmente la etapa número tres: sorpresa, captura y que sea lo que el altísimo quiera.

—¿Qué haremos en lo último?

—Rogar a Dios que nos deje ganar.

—¿Te tardaste tanto tiempo haciendo este plan de mierda?

—No creo que tu lo hubieses hecho mejor, Thómas.

Estuvieron discutiendo aquel punto unos cuantos minutos entre los tres mientras mi mente viajaba fuera de esta sala.
Pedía internamente a cualquiera que nos estuviera escuchando que nos diera la victoria para salir bien de esta. Que me permitiera por única vez ser la ganadora de esta guerra que había iniciado sola , pero que había terminado con dos chicos de mi lado.
Arrugué el ceño cuando escuché parte de la conversación que me hizo poner las orejas en punta para saber de que se trataba realmente.

—No puedo hacer tal cosa — aseguré señalando a Evans con el mentón— Nada me asegura que este —esta vez señalé con mi dedo índice a Jander quien me devolvió la mirada con preocupación— No me traicione.

—Al igual que estos dos, solo debes confiar en mí —encogió sus hombros con despreocupación.

—No, Jander, es distinto, Has se disculpó hace mucho y Evans — me ruboricé al recordar las noches anteriores — me demostró en reiteradas ocasiones que puedo fiarme de él.

El Rey de la Locura [Insanity #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora