Fragmentos de verdad:
Narra Alexa:
A juzgar por la sucesión de luces que pasaba por la ventana, llevaba aproximadamente dos semana encerrada en este lugar, me sentía el ser más inútil de este planeta, por haberme saltado las clases de las diferentes artes marciales y preferir por encima de ellas las de seducción, camuflaje y espionaje, de nada me había servido ser una de las mejores graduadas en estas asignaturas cuando me concentré en pasar con la mínima nota las de defensa personal; ahí está señorita Cartagena ¿Cómo me serviría el espionaje contra cuatro chicos que probablemente olían una ropa deportiva y ya podrían ser campeones olímpicos?
Me incorporo en mi lugar al escuchar unos pasos repicotear sobre el piso de madera, forcejeo inútilmente con las sogas al rededor de mis muñecas y miro con desagrado a la persona que abre con cuidado la puerta de madera mullida.
—Hola, Bambi — solo ese ser de cabellos castaños sabía de esa estúpida broma que en algún momento sentí como algo entre amigos. Aunque mi trabajo no me permitía involucrarme sentimentalmente con ninguno de mis objetivos, mi cerebro estúpidamente se había estancado en un roll de amistad que nunca existió.
Me mantuve cayada por unos segundos, mirando con desprecio al chico que acercaba una caja de madera de un rincón para sentarse junto a mi.
—No me jodas Alexa, nunca has sido tan callada, grazna al menos una palabra— dijo pero me mantuve en silencio— No puedo dormir —expresó esta vez en un susurro, mientras inclinaba su cuerpo un poco y depositaba sus manos sobre sus piernas.
—A mi que cojones me importa tu insomnio de mierda.
Se reincorporó en su lugar y sonrió: —Esa es mi Bambi.
—Eres un Clifton, ustedes todo lo que sienten suyo lo destrozan— finjo pensar por unos segundos y continúo—aunque de ser así entonces sí, soy de ustedes.
—Lessy, por favor.
—Aquí espero, Evans Clifton, a que se harten de mi y me desechen como a las demás. —miré con desafío sus ojos verdes, los que supuestamente me atrajeron de su hermano, y esos que vi por primera vez en persona en aquella escalera. — Solo mátame, no hay por qué seguir esperando.
—Alexa, eso no va...
—Venga ya, son unos malditos asesinos —grité— ¿Por qué quieren viva a una oficial del FBI que podría ser su principal desgracia.
—Porque al igual que tu, también queremos salir de este infierno.— gritó exasperado, con sus manos revolviendo su sedoso cabello— También queremos que esto acabe— se sentó nuevamente en su silla y se escuchó un suspiro que interpreté como resignación.
—¿Qué estás tratando de decir?
—Es nuestra obligación estar aquí, es nuestra obligación protegernos, es deber de todos y cada uno de nosotros salvar el pellejo de los ocho.
—Ocho —expresé mi desconcierto en esa pregunta— quienes son esos ocho y por qué deben protegerse mutuamente.
—Eso no es de tu incumbencia — se levantó de su lugar y caminó hacia la puerta por la que había entrado minutos antes.
—Evans, por favor, tu sabes algo, lo que sea —supliqué— si hablas este tormento acabará y puedes salir bastante bien para tu situación.
—No Bambi— regresó lento sobre sus paso hasta detenerse delante de mi— para nosotros, la familia es primero, no nos traicionados, no hablamos del otro, una pequeña cosa nos incrimina a todos. No voy a hacer esto, no por tí.
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El Rey de la Locura [Insanity #1]
Mysterie / Thriller-Un pueblo. -Chicas desaparecidas. -Una serie de asesinatos sin resolver. -¿Quién será el chico que se dió a conocer ante Winersfield como "El Rey de la Locura"? - El chico que firma con la sangre de sus víctimas en el lugar del crimen con la frase:...