Capítulo 5:

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Tu casa está a la derecha.

Agente Bekh:

Era un domingo bastante lúgubre para los Bekh. El cementerio, por primera vez en mucho tiempo, me parecía realmente desagradable y aterrador. En uno de los árboles que ya no tenían hojas estaban posados seis cuervos que se encargaban de darle el toque un poco más siniestro al lugar.

Miré nuevamente a Kurt que lloraba desconsoladamente frente a la tumba.

Lilián Analía Bekh, el peor contraste de nombres que podría haber escogido mi cuñada para su hija, estaba incrustado en la lápida de mármol negra. Sonreí por mis pensamientos aunque luego volví a llorar de la misma manera.
A mi lado, mi hermano y su esposa lloraban desconsolados la pérdida de su pequeña y adorada Lilián. Nunca, ni siquiera por nuestra mente cruzó el pensamiento de la posibilidad de esta escena. Siempre creí que sería de otra manera, que mi sobrina estaría llorando frente a nuestras tumbas, quejándose y pidiendo que fuera ella en nuestro lugar, así como lo hacía su abuela en este momento.

—No te preocupes, nena. Tu tío se encargará de traerte los huevos de ese malnacido y enterrarlos junto a tu tumba como venganza. —juré en un susurro a su tumba.

***

Alessandra Fiori

Caminaba tranquilamente por los pasillos de Siders mientras escuchaba las tonterías de Terry.

—¿Sabes? Ser pasivo no es tan malo después de todo, sí, es cierto que es una complicación a la hora de comenzar pero....—no terminó de hablar, fue interrumpido por la voz en los parlantes.

—>> Estudiantes del salón de música, favor de dirigirse a su salón para recibir una información importante <<

—¿Ahora que? —resoplé escuchando a Terry reír.

—Nos veremos luego Lessy —se fue despidiéndose agitando una mano y moviendo sus caderas como si de una diva se tratase.

Retomé mi rumbo por los pasillos mientras arrugaba el ceño con desgana, observando como de costumbre mi alrededor. Las paredes algo descoloradas acompañaban mis andares hasta llegar al salón de música. Cuando mi presencia se hizo notar en el lugar, me dieron la bienvenida dos hombres vestidos completamente de negro a excepción de sus corbatas que eran de un oscuro tono azulado, estaban frente a toda la clase esperando la incorporación de todos y cada uno de nosotros. Uno de ellos, el de apariencia un poco más vieja, limpiaba de vez en cuando sus mejillas con un pañuelo.

Mientras esperaban al resto de los estudiantes, yo, por mi parte, me dediqué a revisar mis redes sociales.

Abrí la aplicación de mensajes y respondí los de las personas más importantes. Habían entre ellos uno que otro amigo de Italia saludando, mis tías preguntando que tal todo y uno de Felicity diciéndome que por favor revisara las noticias.
Hice caso a sus dramáticas exigencias encontrándome con unas noticias un tanto desalentadoras en mi celular.
El Rey de la Locura ataca de nuevo y sacrifica otra pieza del tablero.

Sí, para estas fechas los investigadores y el pueblo en general nos habían denominado como un juego de ajedrez. Los únicos lugares que sabíamos con certeza era el de él, ocupando el puesto de "El Rey del tablero" y por consiguiente, todos nosotros éramos peones. Torres, alfiles y caballos seguien siendo un misterio para todos.

•Una nueva chica es encontrada en el bosque con un canal abierto desde su garganta hasta su vientre bajo. El corazón estaba incrustado con una daga en el mismos árbol que yacía la joven y su mano derecha había sido mutilada. No hay que ser adivinos para saber quien fue capaz de tal atrocidad.
La víctima no es otra que Lilián Bekh, la carismática sobrina del agente que dirige el caso "The King of Madness". Los reporteros no encuentran explicación para esto, si ella no estuvo a salvo, ninguno de nosotros lo está.

El Rey de la Locura [Insanity #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora