Capítulo 2:

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Acepta las cartas que te juegue la vida.

Alessandra Fiori:

—Estoy totalmente dispuesta a desfigurar tu hermoso rostro— fue lo primero que dije al  sentarme en la cafetería  junto a Felicity, Terry y Jander.

—Pero cuanta agresividad. ¿Ahora que te sucede?—rió Jander al ver mi expresión de disgusto.

—Sucede que el señor perfecto es el mejor amigo de Hans Clifton.

El rostro pecoso de Jander se desfiguró en una perfecta mueca de sorpresa mientras Felicity derramaba la soda que tenía en su boca.

—De ese imbécil, ¡Ah sí! Lo conozco hace mucho—hizo un gesto para restarle importancia en tanto probaba su almuerzo.

—No puedo creer que seas el mejor amigo de semejante pedazo de hombre —agregó Felicity quien aún  no salía de su estupefacción.

–Nuestros padres hacen negocios juntos desde que éramos muy pequeños y es tan molesto que no me quedó de otra más que convertirme en su amigo —argumentó Terry y siguió bebiendo de su café.

—No quisiera arruinar su discusión — interrumpi el de cabello rizo— y, por favor Extranjera, no voltees de manera brusca pero, Hans se está acercando a la mesa—termino de decir y automáticamente giré mi cuerpo 180°.

—He aquí señoras y señores, con ustedes la reina del disimulo, Alessandra Fiori—presentó Felicity con su ya acostumbrado sarcasmo.

—Hey chicos ¿Qué hay?—saludó Hans acercándose a nosotros –Terry Anderson, creí que habías muerto— agregó rápidamente.

—Ni en tus mejores sueños eróticos Clifton —habló con fingida irritación.

—Es bueno verte otra ves —rió Hans y Terry le siguió— ¿Aún sigues colado por mi, Anderson?

—El mundo no gira al rededor de ti Clifton —rodó los ojos mi mejor amigo—ahora voy a por un pez más gordo.

Hans se llevó una mano al pecho y fingió estar dolido:
—me ofendes.

—Esa era la idea desde un inicio –respondió Terry.

—Pero, tengo curiosidad, ¿podría saber cuál es ese pez más gordo?.

—Cody, por supuesto —contestó Terry señalando a un chico de pelo castaño que pasaba cerca de nuestra mesa y era...

Por segunda vez en el día Felicity escupió toda su bebida al ver al chico: —No puedes estar hablando de Cody Sting, mi Cody Sting —puntualizó Felicity.

—No veo tu nombre en él— agregó confundido nuestro invitado a la mesa..

—No lo sé pero, su trasero me llama —agregó Terry señalando al castaño.

—Que raro, a mi me da apagado fuera del área —comento divertido el pecoso.

Volvimos a reír hasta que Hans interrumpió nuestras carcajadas:
—Bueno, yo me tengo que ir, solo pasé a saludar, nos vemos pronto chicos

Y así se marchó haciendo un gesto con la mano a modo de despedida.

—No se si te diste cuenta Lessy pero, Hans, tu crush, el hombre que te tiene babeando, acaba de sentarse junto a nosotros y no sólo eso sino que también sostuvo una buena plática –comentó Jander.

—Lo se —respondí —ayer estuve en su casa e igual conversamos y tuvimos un agradable desayuno hasta que apareció ese estúpido Evans.

Sentí unas salpicaduras de líquido y al girarme:
—¡Felicity que asco!

El Rey de la Locura [Insanity #1] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora