Ada

Capítulo XXI

Nota de autor: siento el retraso de esta semana. Aquí tenéis el capítulo espero que os guste

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De la nada, todo cambió, las gradas desaparecieron y el bosque tal y como nos lo encontramos aquella noche se alzó ante nosotros. Tres hombres altos y corpulentos ante nosotros uno más retirado tapando el hueco que aquel dia usamos para huir. Hoy no había más opciones ganar o convertirme en la Luna de Galep. 

Dana estaba a mi espalda. Y una presencia poderosa tras ella, intuí que ese era Ryan. Los sentidos estaban totalmente agudizados, podía notar todo el poder que salía de cada uno de ellos, como su sangre corría por sus venas, su respiración. El lobo frente a mí aquel día dio el primer paso, si todo era igual el tenía que ser el que avanzará. Permanecimos quietas inmóviles esperando la tempestad. 

Respiraba tranquila, inspirar, expirar una y otra vez. Ellos seguían inmóviles. Todo iba como aquel día el ataque de ellos era la señal que debía esperar, ese era el orden. Noté como los cuatro ante mi sonrieron. 

— ¿Ada, que hacemos?. 

— Esperar, ellos deben atacar primero y lo saben, solo están intentando desestabilizarnos. Solo debemos esperar. 

El ataque empezó, esquive el primer ataque era un golpe certero sobre mi cara, los golpes comenzaron a llegar pude esquivar los siguientes. Uno sobre mi costado me dejo sin aliento un par de minutos. 

“Vamos lo estás haciendo bien, no hay dolor”

“Para ti es fácil decirlo no eres la que los recibes”

“Tranquila ellos están perdiendo el control, estás aguantando bien, cuando se conviertan en lobos son míos, sigue cabreandolos”

“Espero que tu plan funcione, Iria, sino nos tendremos que casar”

Uno tras otro atacaban sin darme tiempo a respirar, intentaban hacerme caer a base de desgaste. Dana estaba manteniendo firme a Ryan, no se por cuanto tiempo podría aguantar.  El crujido de huesos rompiéndose a mi espalda  me hizo sonreír, por fin. Me gire sobre mis pies y hay estaban los tres lobos marrones y el lobo negro, los tres gruñían y enseñaban los dientes. 

El lobo negro, igual de impulsivo que la última vez, atacó sin esperar órdenes, era grande, pero pude esquivar bien su dentellada y agarrarme de su cuello para tumbarlo. Aproveche su energía para hacerlo, aunque era tan alto como yo en forma humana no resultó difícil, una vez en el suelo la voz de Antonino resonó alrededor. 

— Pradox eliminado, retírate. 

“¡Eso es Ada! Lo conseguiremos”

Los tres lobos castaños comenzaron a avanzar sobre mi retrocedí unos pasos y me tope contra un grupo de árboles, me coloque en posición de defensa, ellos seguían avanzando poco a poco. Estaban casi sobre mi, mirándome desafiantes, gruñendo, eran tan altos como el anterior, se colocaron en posición de salto. 

— ¡Quietos! ¡Atrás, no os atreváis! — Gruñó Iria. 

Los tres soltaron un ladrido lastimero y retrocedieron haciendo un reverencia. 

— Vicor, Trenor, Lampox, eliminados, retiraros 

La voz de Antonino nunca había sonado tan bien solo quedaba uno. Me gire en el momento exacto en el que Dana se transformaba, Su Loba blanca era hermosa. Un lobo gris estaba frente a ella. Había aguantado bien. Me había dado espacio suficiente.