Capítulo XXIII

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Busque un sitio libre, el único que encontré fue junto a May, ella me dio un tierno beso en la mejilla y comenzó a servirme todo tipo de fruta. Mis ojos se había quedado quietos en la mujer que estaba junto a Galep. El parecía estar realmente cómodo y agusto con ella.

“¿Quién es esa?”

“Se lo mismo que tú Iria”

“¿Que hace en nuestro sitio?”

“No lo sé”

“¿Porque estás tan tranquila, pregunta? Habla con May, pregúntale a ella, la a dejado entrar en su casa y sentarse en nuestro sitio”

“Y que más te da”

“P R E G U N T A L E  A MAY”

“ Está bien no chilles”

La cabeza me dolía a un lo suficientemente como para aguantar ningún tipo de berrinche, pataleta o enfado de mi otra parte. Tampoco quería enfadarla lo suficientemente para que tomara el control y cambiará alli mismo si no cumplía sus exigencias.

“May, Iria quiere saber quién es esa mujer junto a Galep”

”¿Porque?”

”No lo sé,pero insiste en que te pregunté?”

”Dile que averigüe ella sola, que sabe cómo debe hacerlo”

“May me duele la cabeza para esto, ¿quién es?”

”May ¿Quien es esa, que está ocupado nuestro lugar?”

May me miró sorprendida, nunca había hablado directamente con Iría si no estaba en forma lobuna, nunca ella había usado el enlace mental para conectarse con nadie, y menos exigir algo.

— ¿Algún problema May? — Braien la miro confuso.

— No querido, Ada y yo estábamos intercambiado algunas impresiones.

— ¿Que deseas saber Ada? — Pregunto Galep con suspicacia.

Galep no juegues, te puedes quemar.

— ¿Iria? — Braien se sorprendió al ver a Iria tomar el control.

Todos me miraron sorprendidos, en pocas ocasiones mi loba tomaba el control, por qué si lo hacía era que estaba enfadada, Ryan había recibido el golpe de su último ataque de rabia. Nadie estaba dispuesto a llevarse otra paliza igual. May, aunque nunca le haría daño ni yo, ni Iria, era nuestra segunda madre, se retiro de nuestro lado. Respire hondo. Galep agarró la mano de la mujer que le acompañaba, Iria se enfureció aún más.

Sentí como, su enfado iba en aumento, tome el control de nuevo, nunca me había dejado llevar por las emociones, no sabía que le pasaba a Iria pero tendría que hablarlo con ella. Ahora no era el momento, ni el lugar por supuesto, ahora necesitaba quemar la suficiente energía para despejar la mente.

— Braien, necesito entrenar un poco, ¿Te importa ser mi contrincante?

— Vamos al campo, de entrenamiento si, mejor.  Galep dejaremos la reunión para después.

— Si, por supuesto Braien, ahora tengo otro asunto pendiente, que me corre más prisa — sus manos agarraron las de su acompañante.

Iria nos hizo levantarnos de la silla con fuerza. Estaba enfadada, por qué no lo sé, no lo entendía.  Nunca había sentido tanta rabia en ella, juntándose con mis emociones, odio, irá. Nos habíamos enfadado muchas veces pero, esto era diferente.

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